La cadena de favores de la medallista Teresa Perales para ayudar a los discapacitados de Ucrania
La nadadora paralímpica socorre a una antigua rival para refugiarse en España y envía material sanitario con una ambulancia a un hospital desabastecido, gracias a la Generalitat valenciana
Cuando el Ejército ruso empezó la invasión de Ucrania, Teresa Perales se acordó de la que fue su gran rival durante años, Olena Akopyan. La nadadora paralímpica aragonesa, ganadora de 27 medallas, movió los hilos para localizar a su contrincante y amiga, que se colgó 15 medallas en su carrera, y ofrecerle ayuda. “Me dijo que en cuanto cayeron las primeras bombas, a 25 kilómetros de Kiev, decidió huir de su país con sus mellizos de 11 años. Es una jabata, va en sillas de ruedas, condujo tres noches, con sus hijos, con una infección en un pie, hasta llegar a Zaragoza”, explica por teléfono Perales, de 46 años.
Ahora Olena reside con su familia en la capital aragonesa, en un piso adaptado cedido por la Fundación DFA, en un eslabón más de la cadena de favores y voluntades que ha ido ensamblando desde su silla de ruedas la nadadora española. Ambas inmortalizaron su reencuentro en un selfi que remitía a la fotografía de las dos 20 años atrás, cuando coincidieron en el campeonato del mundo paralímpico en Mar del Plata (Argentina). “Qué valiente y qué mérito tiene lo que ha hecho Olena. Yo solo he puesto mi granito de arena para que todo saliera bien y he tenido la suerte de poder ayudarles.”, apunta Perales.
La nadadora aragonesa, premio Princesa de Asturias 2021, no ha parado de buscar la forma de ayudar. Se sintió especialmente concernida cuando se enteró de la situación de carestía y de penuria de un conocido centro de rehabilitación y de cuidados para discapacitados en Ucrania, del que prefiere no dar su ubicación exacta por motivos de seguridad. Falta todo tipo de material sanitario e higiénico, imprescindible para el día a día, como sondas, pañales, geles para taponar heridas, torniquetes, apósitos, entre otros productos. Normalmente, hay un centenar de residentes, muchos niños o personas que se mueven en sillas de ruedas, y cada vez ingresan más personas con discapacidades causadas por los bombardeos de la guerra.
Perales elaboró un listado de las necesidades y empezó a hacer acopio de material. “De muchas cosas ya no hay en Ucrania ni tampoco en Polonia”, apostilla. Contó con la colaboración de la farmacia Borau de Zaragoza —”¿Se puede poner? Es que nos ha ayudado mucho”, apunta— y de otros eslabones de la cadena que seguía creciendo. Una vez recopilado, se tenía que resolver la dificultad de cómo hacer llegar todo ese material, finalista y específico, directamente al hospital de discapacitados, con la garantía de que alcance su destino y no se quede en la frontera ni sea distribuido a otro centro.
La mayoría de la ayuda humanitaria se deposita en puntos logísticos ubicados en las fronteras de Polonia y Eslovaquia y desde allí se distribuye al interior de Ucrania por medios del país. En ocasiones, las cargas permanecen un tiempo de espera hasta cruzar la frontera.
Entonces, la nadadora se enteró de que la Generalitat valenciana estaba preparando un convoy humanitario (compuesto por 13 camiones con material de diversa clase, fruto de la colaboración pública-privada) y había abierto una vía para poder trasladar material directamente al lugar de destino en Ucrania. Con ayuda de la Fundación Telefónica, de la que es embajadora, se puso en contacto con Juan Ángel Poyatos, director general de Coordinación de la Acción del Gobierno de la Generalitat.
“Teresa me explicó la problemática de este hospital con personas con movilidad muy reducida, sin medicamentos específicos, sin apenas recursos, y que ella estaba recogiendo material en Zaragoza, pero que necesitaba la garantía de que llegara allí”, explica Poyatos, con experiencia en el mundo de la responsabilidad social corporativa. “Por esos días, una empresa de Castellón nos donó una ambulancia. Empezamos a movernos y hablamos con la embajada de Ucrania, a través del consulado, y con la organización de Scouts de Ucrania en España, que son muy operativos y tiene muchos contactos”, añade.
Al final, la ambulancia de Soporte Vital Avanzado partió hacia Ucrania conducida por los integrantes de la organización Scout del país invadido. Transportaba todo tipo de material sanitario como un respirador automático, un monitor de presión no invasiva, aspirador de secreciones, juego de férulas de inmovilización, colchón de vacío, una camilla pala y nevera, además de material fungible como mascarilla de oxígeno, guantes, gafas y vendas. El propósito era enviar y donar la ambulancia para uso de otro hospital de Ucrania cercano al de discapacitados.
La previsión era que la ambulancia llegara a su destino este sábado. Y así ha sido, según acaba de confirmar a este periódico Juan Ángel Poyatos, que muestra el certificado del responsable ucranio de las dependencias sanitarias. La directora del centro de discapacitados ya ha acordado que recogerá este lunes el material enviado por la campeona paralímpica Teresa Perales.
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