El sindicato mayoritario en Ford Almussafes pide unidad en torno a su acuerdo por la electrificación

El sindicato UGT, mayoritario en la factoría de Ford en Almussafes, se trajo el jueves pasado bajo el brazo un acuerdo (un plan laboral y medidas de apoyo de las Administraciones españolas) con la dirección en Europa de la multinacional del óvalo para continuar en la carrera para adjudicarse los nuevos modelos eléctricos que Ford producirá en el continente a partir de 2025. Una adjudicación que, según el sector de la automoción local, aseguraría el futuro de la planta valenciana otros 15 años. El sindicato mayoritario pidió a su vuelta de la negociación con la multinacional en Colonia un comité para dar a conocer al resto de sindicatos —STM, CC OO y CGT— el contenido del acuerdo y darles opción de sumarse. STM, el segundo sindicato más representativo de la fábrica, adelanta que se opondrá al pacto si exige la congelación salarial.

Los ánimos en la factoría del automóvil en Almussafes andan agitados por la incertidumbre de si la multinacional le adjudicará suficiente carga de trabajo para asegurar los empleos de una de las empresas más grandes de la Comunidad Valenciana.

UGT, que en las elecciones sindicales de 2019 obtuvo 21 de los 35 delegados sindicales en la planta valenciana, ofrecía a Ford la posibilidad de contener los salarios cuatro o cinco años si apostaba por Almussafes para producir sus futuros coches eléctricos. Lo que dirección y sindicato pactaron en Colonia está, de momento, bajo confidencialidad, al menos hasta que la planta alemana de Saarlouis, que también aspira a fabricar estos modelos, entregue su oferta a la dirección mundial de Ford.

Ahora llega el debate en la factoría. Carlos Faubel, presidente del comité de empresa de Almussafes, y José Luis Parra, ambos de UGT, pidieron ayer viernes a la dirección que convoque al resto de sindicatos para dar a conocer el acuerdo alcanzado en Colonia, y ofrecerles así opción de sumarse por el futuro de la factoría, “a pesar de que se han negado a negociar en los casi cuatro meses que han durado las negociaciones probablemente más duras de la historia de Ford en Almussafes”, advertía UGT este viernes en un comunicado.

“Atravesamos unos momentos en los que se hace necesario transmitir unidad desde Valencia, y presentar un acuerdo que sea respaldado por todo el comité de empresa. En caso contrario, UGT asumiremos el reto de explicarlo en solitario a los trabajadores, contando con el apoyo de toda la sociedad valenciana y siendo conscientes de lo mucho que hay en juego. Creemos que este acuerdo es la única vía de esperanza para la planta de Almussafes”, añadía la organización sindical.

El sindicato STM-Intersindical Valenciana, con 9 delegados en el comité, ha respondido este sábado que los cuatro sindicatos del comité mantuvieron hasta mitad de diciembre “un firme bloque que rechazaba las insultantes pretensiones de la dirección, y exigíamos las inversiones y modelos suficientes que aseguraran el empleo en Almussafes. Todas las organizaciones coincidíamos en que estas inversiones debían materializarse por lo ya demostrado por esta plantilla, que es la verdadera responsable de que Almussafes sea la mejor planta de la compañía y una de las mejores del sector y que suma unos beneficios récord”.

Esa unidad, según STM, se ha roto por parte de UGT porque “vuelven a pactar un acuerdo que, a la espera de conocer los detalles, apunta a que será un nuevo varapalo para la plantilla”. La organización alude a la renuncia en los tres últimos convenios colectivos (2009-2021), refrendados por UGT, a los comedores y la media hora de descanso, a quitar aportaciones del plan de pensiones durante 10 años, a limitar la antigüedad a tres quinquenios, a eliminar el descuento del 21% en la compra de vehículos de Ford o a “contrataciones con 7.000 euros menos de salario anual que el mínimo establecido...”, arguye la organización.

El sindicato ha criticado también las declaraciones del presidente valenciano, Ximo Puig, en las valoraba la congelación salarial de la plantilla si contribuía a asegurar el futuro de la fábrica valenciana. “Esperábamos algo más, que defendiera el empleo de calidad...”., denuncian. “Desde el STM seguimos a la espera de que la empresa nos cite para la próxima reunión, donde seguiremos defendiendo inversión sin recortes para la plantilla”, apunta la organización, que avanza que si se confirma la congelación salarial pedirán el no al pacto en el referendo a la plantilla.