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Las agresiones sexuales crecen en número e intensidad en Cataluña: “Tenemos un problema grave como sociedad”

El Hospital Clínic trata 665 casos en los 10 primeros meses de 2025, un 6,5% más, y constata un alza de los cometidos por gente conocida y en entornos supuestamente seguros

Dani Cordero

Las agresiones sexuales no solo no cesan, sino que crecen en número e intensidad en Cataluña. El Hospital Clínic de Barcelona, uno de los principales centros de referencia de España, ha tratado 665 casos en los diez primeros meses de este año, un 6,5% más que en el mismo periodo de 2024. El 99% de los agresores eran hombres, mientras que el 86,9% de las víctimas eran mujeres. La evolución de esas cifras constatan un drama todavía más trágico una vez desmenuzadas: cada vez se producen más ataques en entornos supuestamente seguros, por gente conocida y con mayor intensidad, puesto que las denuncias de violaciones son más numerosas. “Cada año es peor, la violencia machista la tenemos enraizada en nuestra sociedad”, ha lamentado el director general del centro, Josep Maria Campistol, que también lo ha considerado un “problema de salud pública”. El pasado 1 de noviembre el centro trató un pico de nueve personas, mientras que el promedio diario es de dos personas.

La situación que relatan las estadísticas de la Comisión de Violencia Machista y Salud del hospital apenas tiene un par de puntos positivos: cada vez acuden más personas al hospital (un 40%) por iniciativa propia en búsqueda de ayuda y las denuncias y también crece la cifra de quienes asisten al centro después de haber presentado denuncia (12%) o tienen intención de hacerlo (32%). Pero el 28% aseguraba no estar en disposición de pensar para decidir cuáles seguirían sus próximos pasos, si bien todos los casos que llegan al Clínic acaban comunicándose en el juzgado de guardia para que este active el proceso judicial.

El resto de datos continúan siendo muy oscuros. Empezando porque en 2025, hasta octubre, se ha registrado el mayor incremento de casos desde 2021. Porque el 65% de las víctimas fueron violadas (por un 57,6% de un año antes). Porque el 57% de las agresiones a mujeres se produjeron en un domicilio, supuestamente un lugar considerado seguro. Y porque el 60% de los agresores eran conocidos; en el caso de las mujeres el 8,5% sus agresores eran parejas o exparejas.

“El hospital es la punta del icerberg”, ha señalado Campistol para dejar constancia de que el Clínic, referente en el trato de casos de violencia sexual de mayores de 16 años en Barcelona, solo muestra parte de un problema que cada vez deja más huella. Este lunes, en la Audiencia de Barcelona estaban convocados cuatro juicios por agresión sexual, una cifra similar prevista para el día siguiente. El centro hospitalario pide más recursos para poder hacer el seguimiento justo de un problema que el año pasado ya calificó como “demencial”.

La ginecóloga Maria Àngels Martínez, copresidenta de la comisión de violencias machistas del Clínic, ha tildado las cifras de “espantosas”. La situación de estrés postraumático o de ingestión de alcohol o drogas provoca que apenas un 51% de las víctimas sea capaz de recordar los hechos completamente. El 38,8% de ellas sufrieron lesiones físicas (desde golpes o tirones de pelo a fracturas y estrangulamientos).

El perfil de las víctimas es muy variado. La persona más joven tratada en el Clínic tenía 16 años (el hospital de referencia para agresiones sexuales a niños es el Vall d’Hebron) y la mayor, 89. El 38% de los ataques se cometieron contra menores de 25 años, mientras que se produjeron 29 ataques a menores (en un caso era un hombre), el 5% de los casos. Y el 48% se encontraba en un contexto de ocio en el momento de la agresión, lo que explica también que los fines de semana concentren cerca de la mitad (49%) de la asistencia a urgencias y los meses de verano sean los más activos. El último mes de octubre, sin embargo, registró un pico de casos (77, frente a los 84 de agosto y los 82 de junio).

Crece el número de personas que se presentan en el hospital y aumenta la rapidez con la que acuden. Un 61,8% acudieron en las primeras 24 horas después de la agresión, un porcentaje que crece hasta el 80% cuando se amplía el periodo a los tres días.

La intimidación física se utilizó en el 37% de los casos. De hecho, las agresiones grupales representan el 10,2% del total. En 20 casos participaron más de 3 personas.

“Es muy importante el tratamiento inmediato, pero también a largo plazo, por el gran número de secuelas para la salud, desde el estrés postraumático a problemas obstétricos”, ha explicado Martínez.

Una unidad especializada del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses, dependiente de la Generalitat, trabaja desde febrero para acelerar en proceso de búsqueda de pruebas en casos de agresiones sexuales cuando una víctima acude a una comisaría o a un hospital para denunciar un abuso sexual o una violación cuando los hechos se han producido en Barcelona o L’Hospitalet de Llobregat. Una vez advertido el juzgado de guardia, un forense de ese equipo acude al centro, donde colabora con una ginecóloga, un psicólogo y un investigador policial. Su trabajo es lograr el mayor número de pruebas biológicas y escuchar a la víctima para reconstruir los hechos atendiendo a sus explicaciones. Lo hace en los primeros siete días posteriores a la agresión, cuando es más posible hallar pruebas biológicas.

El teléfono 016 atiende a las víctimas de violencia machista, a sus familias y a su entorno las 24 horas del día, todos los días del año, en 53 idiomas diferentes. El número no queda registrado en la factura telefónica, pero hay que borrar la llamada del dispositivo. También se puede contactar a través del correo electrónico016-online@igualdad.gob.esy por WhatsApp en el número 600 000 016. Los menores pueden dirigirse al teléfono de la Fundación ANAR 900 20 20 10. Si es una situación de emergencia, se puede llamar al 112 o a los teléfonos de la Policía Nacional (091) y de la Guardia Civil (062). Y en caso de no poder llamar, se puede recurrir a la aplicación ALERTCOPS, desde la que se envía una señal de alerta a la Policía con geolocalización.

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Sobre la firma

Dani Cordero
Es integrante de la redacción de EL PAÍS en Barcelona, donde ha desempeñado diferentes roles durante más de diez años. Licenciado en Periodismo por la Universidad Ramon Llull, ha cursado el programa de desarrollo directivo del IESE y ha pasado por las redacciones de 'Ara', 'Público', 'El Mundo' y 'Expansión'. 
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