Ir al contenido
_
_
_
_
Rosalía
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Rosalía, la Escolanía de Montserrat, requetés y pederastas

Los ‘influencers’ independentistas pusieron el grito en el cielo porque el coro cantó en castellano, pero no les preocupa el conjunto funerario dedicado a los golpistas del 36 en la montaña o los casos de abusos a menores

Rosalía y la Escolanía de Montserrat
Carmen Domingo

Andaba yo, como fan vulgar, escuchando y valorando Lux, el último disco de Rosalía, que ha tardado tres años en llegar a nuestros oídos, cuando, sin tiempo apenas para el disfrute, se desató la polémica, provinciana, pero polémica al fin.

El caso es que los entendidos valorarán su importancia, el disco ofrece entre sus varias colaboraciones una destacada presencia de la Escolanía de Montserrat en varias de las canciones del álbum. Parece que, sumida una ola de misticismo religioso, Rosalía ha querido contar con ellos. “Aceptamos este proyecto porque Rosalía, como ella misma ya ha explicado, habla de la vivencia de Dios. El discernimiento permanente de Dios es algo muy benedictino y ella, además, lo hace además a través de la música”, han asegurado desde el coro. Visto desde fuera una diría que es hasta razonable el argumento: recurrir a un grupo de cantantes de música sacra, para colaborar en un disco con claro espíritu místico.

Pues mal. Vamos, que esa colaboración no ha gustado a todo el mundo. Casi el mismo día en que salió el disco, desde Rac1 o Catalunya Ràdio, amén de varios influencers filonacionalistas independentistas, pusieron el grito en el cielo: ¡Cómo se permite a Rosalía contar con un símbolo como la Escolanía de Montserrat para que colabore en su álbum… en castellano! Y ¡Cómo, la Escolanía, símbolo espiritual de Cataluña, acepta colaborar con la artista “castellanocantante”! Porque, amigos, ese ha sido el problema, que la Escolanía ha aceptado cantar en español, y eso es “traición cultural”.

Ni que decir tiene que no les había parecido relevante que, en otras ocasiones, la Escolanía haya cantado en latín, inglés o alemán, el problema es que lo haga en español.

Me hizo gracia el giro de guion, ni a mí misma se me había ocurrido que la tontuna pudiera llegar a tanto, por varios motivos. El primero, porque me pareció un despropósito similar a cuando los padres de los de hoy, imagino, hicieron una campaña contra el grupo de rock Sopa de Cabra, que también se atrevió a cantar en castellano, llamándoles traidores e invitándoles a que se fueran a… España. El líder del grupo, Gerard Quintana, ya en los noventa, tuvo que salir reclamando “los mismos derechos que un artista español o extranjero, a los que nadie indica en qué idioma han de expresar su arte” y lamentándose: “Mientras esto no esté claro, hay que seguir pensando que algo no marcha bien en nuestra tierra, y que todavía nos hace falta un poco de madurez. Madurez que, casi treinta años después parece que no hemos adquirido”.

Y me hizo gracia también porque, nunca está de más conocer la historia, a ninguno de estos hiperventilados les preocupa que en la montaña de Montserrat haya un conjunto funerario dedicado al Tercio de Requetés de Nuestra Señora de Montserrat, el grupo militar que apoyó a los sublevados y creado tras el fracaso del golpe del estado del 36 en Cataluña. Como tampoco hicieron aspavientos hace un año frente a la primera condena por pederastia contra un monje de Montserrat.

Suena raro, pero una tiene la sensación que, mientras se hable en catalán, se puede ser pederasta y hasta requeté, sin que eso suponga una condena desde los ámbitos de ese independentismo catalán que, por suerte, es ya un cadáver político.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_