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La reducción de las terminales de cruceros en Barcelona hace tambalear la aprobación de las ordenanzas fiscales de Collboni

BComú amenaza con votar en contra de los nuevos impuestos si el gobierno del PSC apoya al Port en la creación de una terminal para barcos de lujo

Un crucero de la compañía MSC en el puerto de Barcelona
Un crucero de la compañía MSC en el puerto de BarcelonaGianluca Battista
Alfonso L. Congostrina

Las negociaciones para aprobar las ordenanzas fiscales del Ayuntamiento de Barcelona están en la cuerda floja después de que este miércoles BComú amenace con votar en contra de los impuestos propuestos por el PSC acusándole de intentar construir una terminal de cruceros de lujo. Horas antes de que los impuestos, tasas y precios públicos sean sometidos al dictamen de la Comisión de Economía, el teniente de alcalde de Economía, Jordi Valls (PSC), ha acusado a los Comunes de “sacarse de la manga un supuesto desacuerdo” para votar en contra de las ordenanzas de Collboni.

Los protagonistas del desacuerdo son Valls y la presidenta del grupo municipal de BComú, Janet Sanz. La líder de los comunes ha marcado como línea roja, para que su grupo apoye las ordenanzas, que el PSC se comprometa a no construir una nueva terminal de cruceros de lujo en Barcelona. Sanz cree que esta futura infraestructura refuerza “principios de negacionismo climático y clasismo”. Por su parte, Valls acusa a los comunes de “poner palos en las ruedas de los gobiernos progresistas” y pide a BComú que “deje de gesticular”. Valls ha negado que el Consistorio vaya a construir una “terminal fantasma” . “No convirtamos una terminal que no existe en un nuevo Hard Rock”, en clara referencia al enrocamiento de los Comunes en las negociaciones presupuestarias del Govern de Pere Aragonès. Un enrocamiento que provocó que no se aprobaran los presupuestos y la convocatoria de elecciones autonómicas.

¿Cuál es el desencuentro con los cruceros?

El pasado mes de septiembre PSC y BComú crearon una comisión para abordar la problemática de los cruceristas entre ambas formaciones. Durante varias sesiones, ambos partidos debatieron y llegaron a unas conclusiones para acordar elevar la fiscalidad a los cruceristas. EL PAÍS ha tenido acceso a ese documento en el cual se anuncia que se propondrá al Port de Barcelona reducir los siete terminales proyectados a cinco. PSC y BComú acuerdan que la manera más fácil es esperar a que caduquen las concesiones de la terminales A, en 2027, y la B en 2030. Hasta aquí los dos partidos estaban deacuerdo pero un punto en las conclusiones del documento es lo que ha iniciado la pelea entre formaciones. El punto, en cuestión, dice: “El gobierno municipal, en el marco de las conversaciones mantenidas con el Puerto de Barcelona, hace constar y valora positivamente que se plantee habilitar una miniterminal que de servicio a barcos de nueva generación con capacidad máxima de 1.000 pasajeros. Aunque, no forma parte de estos acuerdos”. Este redactado marca una expectativa de Port y PSC pero, a la vez, lo desmarca del acuerdo de reducción de terminales alcanzado con BComú.

Valls mantiene que fue en 2018, bajo la alcaldía de Ada Colau, que se cometió el “error” de ampliar a siete las terminales de cruceros y que el PSC ahora intenta reducir aquel desaguisado. Sanz, por su parte considera que el punto propuesto por el Port, y el PSC, es la base de una nueva terminal y amenaza con votar en contra de las ordenanzas fiscales en el pleno del viernes.

Para Sanz, es coherente vincular la aprobación de las tasas municipales con la política turística de la ciudad, argumentando que las ordenanzas deben garantizar que el sector turístico contribuya de forma justa a la recaudación pública. Además, acusa a Collboni de “responder ante las peticiones de las élites económicas” y no de los vecinos.

El gobierno municipal del PSC necesita los votos de BComú y ERC para sacar adelante las ordenanzas fiscales de 2025 antes de que termine el año, ya que estas deben entrar en vigor el 1 de enero. En la Comisión Extraordinaria de Economía celebrada este miércoles tanto BComú como ERC han decidido no pronunciarse en cuanto al voto que emitirán sobre las ordenanzas en el pleno del viernes. Sanz espera que, en estos días, el PSC reflexione y retire el punto de la miniterminal si quiere los votos de BComú para apoyar las ordenanzas. Junts, PP y Vox ya han anunciado que votarán en contra.


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