Albiol alega en el juicio que se enteró de las antenas ilegales a los seis años y por la prensa

“Me declaro inocente”, ha empezado Xavier García Albiol, antes incluso de que le preguntaran nada. Al alcalde de Badalona le ha llegado este lunes el turno de dar explicaciones, como acusado, en el juicio que se sigue contra él y contra cinco personas más por tolerar, presuntamente, la instalación de dos antenas de telefonía ilegales, en 2012, en la comisaría de la policía local. Albiol se ha desmarcado de cualquier gestión relacionada con el asunto y ha afirmado que se enteró del problema seis años después por la prensa: “Lo sé en 2018, cuando sale una noticia de las antenas en El Periódico de Catalunya”.

La Fiscalía acusa a Albiol de un delito de prevaricación porque considera que conoció y toleró la instalación, sin las preceptivas licencias, de antenas de telefonía de Movistar y Vodafone, que debían cubrir un vacío de cobertura de la red móvil en esa zona de la ciudad. El alcalde del PP afronta una petición de dos años y diez meses de cárcel y, lo que es más relevante para él, de diez años de inhabilitación para ejercer cargo públicos, lo que en caso de condena firme supondría su caída como alcalde. Ese escenario parece poco probable. Las diligencias practicadas en el juicio no han permitido acreditar que Albiol fuera informado de irregularidades con las antenas y él mismo lo ha negado este mediodía con vehemencia en la Audiencia de Barcelona.

Albiol ha tratado de reducir al absurdo el argumento de la Fiscalía de que estaba al corriente de los hechos y toleró, durante seis años (las antenas fueron desmontadas en 2018) una ilegalidad. “Pretender que un alcalde de la tercera ciudad más grande de Cataluña conozca la gestión que hace cada sociedad que preside [en el caso de las antenas, Engestur] es imposible”. “Si tuviera que estar pendiente de todas las gestiones de las entidades que presido, no haría otra cosa en el mundo”, ha ironizado el alcalde, que desde el año pasado gobierna Badalona con mayoría absoluta.

Los hechos que ahora se juzgan ocurrieron, sin embargo, durante su primer mandato, entre 2011 y 2015. Albiol retuvo para sí mismo las competencias en materia de Urbanismo, uno de los argumentos que la Fiscalía esgrime contra él. El alcalde ha explicado, a preguntas de su abogado, Cristóbal Martell, que lo hizo porque se trataba de un gobierno en minoría (con pocos concejales experimentados) y porque estaba en marcha un proyecto histórico de la ciudad: el desarrollo del puerto y del canal del barrio del Gorg. En su declaración, en la que se ha mostrado cómodo y confiado, ha asegurado que no intervenía en asuntos de escasa entidad, como las antenas, que ni siquiera llegaban a sus oídos. “En el control de la legalidad, eran detalles que yo como alcalde no entraba, para eso hay un equipo administrativo y técnico”.

Un testigo favorable

La Fiscalía basa su tesis en una reunión a la que supuestamente asistió Albiol en 2013 —unos meses después de que se instalaran las dos antenas— con sindicatos de la Guardia Urbana. Hace unos días, un agente que declaró en el juicio como testigo aseguró que, durante el encuentro, mencionó el problema de las antenas al alcalde popular. Pero solo para trasladarle la preocupación de la plantilla por los presuntos problemas de salud que podían generar. “Comentamos el tema, pero por encima, porque había otras prioridades. Le hablamos de la inquietud en cuanto a las radiaciones que [las antenas] podían emitir”, explicó el testigo. Pero en ningún caso se habló allí de licencias o cuestiones legales. “Yo creo que le sorprendió el tema y que no tenía conocimiento de que había las antenas en las dependencias”, llegó a afirmar el agente, un argumento que resulta exculpatorio para Albiol. En su declaración de este lunes, el alcalde ha afirmado que no recuerda siquiera la reunión, aunque no ha negado que se produjera.

Al ser preguntado por cuestiones muy técnicas, Albiol ha protesado con una sonrisa (”son preguntas e examen”) y ha subrayado que ni policías, ni técnicos ni ninguno de los otro cinco acusados —exconcejales y excargos del Ayuntamiento— le informaron de que las antenas estuvieran fuera de la ley. “Nunca me trasladaron que existiera un problema con las antenas”, dos artilugios que ni siquiera vio en sus visitas a la comisaría del Turó d’en Caritg: “Estaban en un la parte trasera, en un rincón de un solar... Las antenas o los cables no forman parte de mi curiosidad visual”. Albiol ha insistido en que, de haber conocido que había problemas, se habría puesto manos a la obra porque ese es su estilo de gobernar. “Si hubiera sabido que había una irregularidad, habría actuado”.