Investigada una ucraniana de Lloret de Mar que pinchaba bótox y ácido hialurónico coreano a domicilio

La Policía Nacional investiga a una joven esteticista ucraniana afincada en Lloret de Mar (Selva) por intrusismo profesional. En un control rutinario, los agentes le encontraron e intervinieron 50 viales de ácido hialurónico y otros medicamentos desconocidos —la mujer manifestó que era bótox—, que administraba sin las certificaciones legalmente exigidas. Los obtenía fuera de la Unión Europea, concretamente en Corea, y además sin autorización. La Policía ha hecho investigar la composición de los productos que decomisó por si también se pudiera estar cometiendo un delito contra la salud pública.

Según ha informado este miércoles la Policía Nacional, los agentes localizaron a la mujer el pasado día 22 en un control rutinario. Explicó a los agentes que era esteticien y que en su país se dedicaba a inyectar estos medicamentos estéticos a domicilio y que aquí estaba haciendo lo mismo. Los agentes averiguaron que no solo no contaba con titulación válida para ejercer tratamiento de medicina estética, sino que carecía de cualquier titulación para ello.

Por ello abrieron diligencias para dar cuenta al Juzgado de Instrucción de guardia de Blanes de un posible delito de intrusismo profesional y se intervinieron los medicamentos que además no contaban con los permisos sanitarios de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios. Se enviaron estos medicamentos para confirmar su composición. La mujer se acogió a su derecho a no declarar.

Se da la circunstancia de que esta misma semana los médicos estéticos del colegio de Barcelona han alertado del aumento de intrusismo profesional y han advertido que “es un problema de salud pública”. Estos profesionales alertan que los tratamientos con bótox, ácido hialurónico o tratamientos para quitar manchas en la piel solo pueden realizarlos profesionales colegiados. También destacaron que el 15% de los pacientes que acuden a sus consultas de medicina estética proceden de centros donde les han tratado alguien que no estaba formado para ello y han sufrido secuelas o complicaciones que pueden llegar a acabar en una parálisis.