Los Mossos anuncian controles en el espacio público para eliminar las armas blancas
La policía interviene más de 25 navajas al día y una media de más de 10 incidentes violentos
La primera batalla de Núria Parlon al frente del Departamento de Interior es frenar las armas blancas en la calle. La consejera ha anunciado este jueves un nuevo plan, basado en más controles en el espacio público en toda Cataluña, ante una situación grave, que supone un “riesgo inadmisible que no se puede normalizar”. Hasta agosto, los Mossos han intervenido más de 25 navajas al día (6.252) en una media de 10,4 incidentes violentos (2.498) que ya casi son tantos como todos los cometidos todo el año anterior (2.971). La policía también busca multar más severamente a quien reincida, mejorar la inteligencia y la información a la ciudadanía. El nuevo plan se estrenará después de las fiestas de la Mercè, donde los Mossos ya han consensuado con la Guardia Urbana patrullajes intensos para evitar episodios violentos.
“Hay que reconocer y admitir que, más allá de las percepciones, los datos han aumentado”, ha empezado el nuevo comisario jefe de los Mossos, Miquel Esquius, sobre la realidad en las calles catalanas. El alto mando ha insistido en que, si bien las policías buscan y encuentran más armas blancas, también se dan más episodios violentos de personas con cuchillos, navajas y similares. Si en 2023, el 50% de los incidentes se cometían en el espacio público, la cifra ha aumentado al 73%. Entre ellos, robos violentos (25%), agresiones entre personas (23%), amenazas y coacciones (15%) y, en menor medida, peleas.
El nuevo director de la policía, Josep Lluís Trapero, ha defendido que no hace falta ningún cambio normativo. “Con la legislación actual es suficiente para mitigar la problemática”, ha defendido. La cuestión, ha repetido, es utilizarla debidamente. Y ha anunciado que, a partir de ahora, los Mossos gradarán las sanciones administrativas que imponen a las personas a las que les intervienen arma en función de su gravedad. Hasta ahora, se hacía siempre de manera lineal, la multa más baja, de 600 euros. La policía catalana tendrá en cuenta antecedentes y reincidencia de las personas para agravar las sanciones.
La intención del Departamento de Interior es aplicar su nuevo plan de manera conjunta con las policías locales y la seguridad privada, que patrullarán en lo que han definido como “espacios de protección reforzada”: en el transporte público, en los entornos escolares, en la red de metro y alrededor de las zonas de ocio y discotecas. “Vamos más allá del incidente”, ha asegurado Trapero. Los patrullajes empezarán a partir de la próxima semana, y no tienen una fecha de finalización. “Se hará hasta que acabe el problema”, ha defendido la consejera del Interior, que ha pedido comprensión a los ciudadanos, ante los operativos policiales que pueden encontrarse en su día a día.
Asimismo, Interior también se ha conjurado para acabar con el atraso en la gestión de las sanciones, que en muchas ocasiones se alargan tanto en el tiempo que pierden la capacidad de disuasoria porque prescriben. Para ello, ha anunciado la contratación de seis personas para la dirección general de administración de la seguridad (DGAS), que trabajarán conjuntamente para dar agilidad a las multas. “Simplificaremos los procedimientos y los adecuaremos a la nueva situación”, ha indicado, sin más detalles.
Los Mossos también buscan con el nuevo plan mejorar la inteligencia y conocer mejor el fenómeno. “Necesitamos conocimiento. Muchas veces somos incapaces de decir por qué ocurre”, ha contado Trapero. Los datos hasta ahora estaban basados en incidentes, por lo que la policía considera que el perfil general de quién utiliza arma blanca no es ajustado a la realidad del fenómeno. “Sabemos que es un hombre y joven”, ha resumido el comisario Esquius. Sobre la posibilidad de que se vinculen a bandas latinas, ha asegurado que el porcentaje que hasta el momento obtienen de personas vinculadas a este tipo de grupos no es significativo.
El plan anunciado este jueves también contempla una campaña institucional de información, a través de medios, marquesinas y dípticos, para que las personas sepan que no pueden llevar un arma blanca por la calle. “No se puede llevar un arma blanca encima sin justificación”, ha recordado Parlon. Con la mirada, han insistido todos, de prevenir: si se conoce el fenómeno, se puede reaccionar antes para evitar los episodios violentos.
La Mercè, sin embargo, queda fuera de este macroproyecto. Los Mossos y la Guardia Urbana trabajarán con el plan Daga, que existe desde enero del año pasado, y en el que también se llevan a cabo inspecciones en las zonas de ocio. La Guardia Urbana se valdrá además de más de medio centenar de palas detectoras de metales. Una asignatura aún pendiente en los Mossos, que apenas tiene un centenar de ellas. La intención, ha indicado Esquius, es comprar más, sin especificar cuántas.
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