El vandalismo agrava los achaques de la red de Rodalies en Cataluña: cinco trenes inutilizados cada día
Los apedreamientos a vagones, los grafitis y el mal uso de las alarmas empeoran las incidencias crónicas que sufre el servicio ferroviario de Cercanías
Los trenes de la red de Rodalies, en Cataluña, arrastran la carga de ser un calvario de problemas para sus usuarios. Los retrasos y las incidencias son un mal común que los viajeros, más de 300.000 diarios, asumen con tanta frustración como resignación, porque en muchos casos para desplazarse por Barcelona y el área metropolitana no hay otro método que sirva de alternativa al tren. El trajín ferroviario tiene que lidiar con las averías que sufren los trenes de Renfe y con la deficiente conservación que realiza Adif de las vías, de la catenaria y de toda la infraestructura. Además, el vandalismo afecta a una media de unos catorce trenes diarios y deja inutilizados diariamente a cinco de ellos. En el primer semestre del año, el incivismo provocó retrasos acumulados de 18.000 minutos, lo que equivale a 300 horas.
Los destrozos intencionados en los vagones que operan en Rodalies obligaron a suprimir más de 850 trenes, entre enero y junio de este año. El servicio se cubre con una flota de 270 convoyes que, en total, completan mil viajes diarios. El aforo de cada tren oscila entre los 700 viajeros y el millar que cabe en alguna de las unidades de dos pisos que se utilizan, básicamente, para absorber la demanda que genera el área de Barcelona. Los motivos de los destrozos que obligan a mandar un tren a talleres son diversos, pero destacan los apedreamientos que rompen cristales o causan averías en otras piezas de los convoyes. Hay constancia de 133 apedreamientos en cinco meses, un dato que reporta una media de unos 27 cada mes. Casi uno al día.
Piedras y peleas
La afectación depende de la violencia de cada episodio. Uno de los casos que más ha trascendido fue a primeros de febrero, cuando fue necesario durante más de una hora interrumpir varias líneas de Rodalies (R2, R2 norte y R11) porque se lanzaron piedras al paso del tren entre Montcada i Reixac y Sant Andreu. La dinámica es estable, porque el año pasado Renfe reportó más de 360 apedreamientos en Cataluña. También se tiene constancia de más de 160 casos de agresiones a personal de Renfe y pasajeros, y de 20 peleas tumultuarias dentro de los trenes. En más de 60 ocasiones se ha activado indebidamente el sistema de alarma que está previsto para casos de emergencia que puedan ocurrir dentro de los vagones.
Los responsables de Rodalies de Catalunya han denunciado reiteradamente que los cercanías de Barcelona y los trenes de media distancia que conectan con otros puntos de Cataluña sufren un índice de vandalismo especialmente elevado. Renfe ha reclamado al departamento de Interior de la Generalitat un refuerzo de la vigilancia policial, a cargo de los Mossos d’Esquadra, para tratar de reducir las incidencias por vandalismo. Durante el año pasado, los grafitis en los trenes de Renfe generaron una factura de 11,6 millones de euros en Cataluña, casi el 50% del total en toda la península.
Las pintadas no comportan solo un impacto estético en los vagones sino que afectan notablemente al servicio porque, por razones de seguridad, obligan a inutilizar el tren cuando perturban la visibilidad del maquinista. La factura de los grafitis incluye los costes directos de la limpieza y también los gastos indirectos como la inversión en seguridad, tanto en personal como en otros sistemas tecnológicos, según informó Renfe meses atrás en una nota de datos del balance sobre grafitis del 2023.
Antonio Carmona fue nombrado director de Rodalies de Catalunya el pasado 1 de abril. Antes de ser el máximo responsable del servicio se encargó durante años del área de comunicación de Renfe y le tocó salir reiteradamente en público para apagar los fuegos que causan las incidencias continuas en la red. Conoce con detalle los entresijos de Rodalies. Ha alegado en varias ocasiones que el vandalismo y las situaciones externas suponen alrededor del 30% de los casos de impuntualidad.
Cataluña es también el epicentro del robo de cable de cobre de la red ferroviaria convencional. Es la zona donde se producen un mayor número de incidencias de toda España. Desde 2019, concentra más del 52,1% de los 11.151 actos vandálicos contra la seguridad de la vía, según datos del Ministerio de Transportes. Por ciudades, Barcelona encabeza el ranking, con el 32,5% de los casos (3.621), seguida a distancia de Madrid (11,4%), Tarragona (10%) y Girona (8,5%).
La gestión del servicio de Rodalies es fuente de una larga tensión entre la Generalitat y el Gobierno. En noviembre del año pasado, al negociar con el PSOE el apoyo a la investidura de Pedro Sánchez, Esquerra Republicana puso sobre la mesa la exigencia del traspaso integral a Cataluña de todas las competencias sobre Rodalies. Más de medio año después, el acuerdo apenas se ha desplegado. La Generalitat sí informó este viernes que, durante el primer semestre de 2024, Renfe ha registrado 64,9 millones de viajes en los cercanías catalanes, lo que consolida una tendencia alcista. El año pasado Renfe transportó a 130 millones de viajeros en Rodalies de Catalunya, un dato que supuso un crecimiento porcentual de casi el 19,5% con respecto a 2022. El mayor volumen de usuarios se concentra en Barcelona y la gran área urbana que rodea a la capital catalana: 120 millones de pasajeros, la tercera cifra más elevada en cercanía de Barcelona desde el año 2005 (con 121,5 millones), sólo superada por ese año y el 2006 (con 122,8 millones).
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