Rull encarga revisar el protocolo de seguridad del Parlament para evitar la detención de Puigdemont

El presidente del Parlament, Josep Rull, ha pedido al secretario general de la institución, Albert Capelleras, que revise el protocolo de seguridad de la cámara por si ofrece suficientes garantías para que el expresident Carles Puigdemont puede asistir al pleno de investidura, previsto como muy tarde para el 26 de agosto, sin ser detenido, según han informado fuentes parlamentarias a EL PAÍS. El expresident ha anunciado en repetidas ocasiones que su intención es regresar a Cataluña para esa sesión sea él o no el candidato a jefe del Ejecutivo catalán. Rull ha afirmado este lunes en declaraciones a SER Catalunya que, mientras sea presidente, la policía “no entrará a detener o a retener a nadie. Y si lo tienen que hacer, al primero que tendrán que detener es a mi mismo”, ha afirmado el que fue exconsejero del Govern de Puigdemont.

El Parlament aprobó en agosto de 2017, en pleno procés, un protocolo de seguridad justo después de que los agentes irrumpieran en la cámara por el caso del 3%. El documento otorga a la presidencia de la cámara la facultad de autorizar o no el acceso policial y obliga a los policías a dejar sus pistolas en un armario y a acceder siempre a cara descubierta. “Si tenemos que reforzar el protocolo y buscar otros elementos de protección, lo haremos”, dijo Rull en una entrevista a El Nacional. “Una investidura con la policía española esperando fuera sería una imagen absolutamente terrible”, ha afirmado apuntando que asume las consecuencias que puede comportar evitar la detención. “A menudo hace falta correr riesgos”, ha dicho en alusión a que él mismo ya estuvo en prisión como uno de los líderes del procés.

La Mesa todavía no ha abordado formalmente el protocolo cuya modificación, si es el caso, debería hacerse por mayoría. El órgano sigue teniendo en este mandato mayoría independentista. La norma actual de seguridad cuenta con ocho puntos y en ella está pautado cómo actuar en caso de intervención policial: desde cómo deben proceder los funcionarios para informar al secretario general o cómo se acompañará a los agentes a “hacer la práctica de la prueba, el escrutinio o la recogida de información electrónica”. El protocolo dispone de un anexo de de notas jurídicas que estipula que en ningún caso la policía puede acceder al interior de la cámara a proceder a la detención de un diputado pero sí de quienes no tengan esa condición.

Estas precisiones distinguen entre la inviolabilidad de los parlamentarios, en el ejercicio de sus tomas de posición, y la inmunidad de la institución equivalente, por ejemplo, a una sede diplomática. La inmunidad de los diputados es parcial al quedar anulada si son sorprendidos cometiendo un delito flagrante o si un tribunal competente acuerda prisión provisional. Fuentes de la Mesa consideran que los Mossos d’Esquadra que vigilan el edificio están a las órdenes del presidente del Parlament y deben seguir sus instrucciones.

La vuelta de Puigdemont está planeando sobre las negociaciones para nombrar a un presidente de la Generalitat. Rull ha insistido en que Puigdemont regresará a Cataluña para el debate de investidura. “Su palabra, desde este perspectiva, es extraordinariamente sólida”, ha afirmado el presidente de la Cámara asumiendo que se arriesgará a ser detenido, si bien ha puntualizado que eso no sucederá dentro del Parlament. Rull ha sostenido que tienen que ver cómo se ajusta el protocolo y mirar en derecho comparado antecedentes como la jurisprudencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos y los mecanismos de defensa técnico-jurídica y operativa.

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