Las lluvias permiten a los hoteleros de Lloret de Mar aplazar la instalación de una desaladora para llenar piscinas

La Junta Directiva del Gremio de Hostelería de Lloret de Mar (Selva) ha decidido aplazar el proyecto de implantación de la desaladora para el abastecimiento de agua para las piscinas, unas 150, de alojamientos turísticos. Las lluvias de este mes de mayo han contribuido al incremento de las reservas hídricas del sistema Ter-Llobregat que abastece al municipio y éste ha vuelto a la fase de excepcionalidad, donde sí se autoriza el uso de agua de red para llenar de piscinas de alojamientos turísticos. Desde el Gremio argumentan que, como se prevé que esta fase se mantenga todo el verano y que no haya restricciones más severas al menos hasta enero de 2025, “el proyecto de la desaladora no se cancela, sino que se aplaza su implantación como mínimo hasta 2025″.

En un comunicado emitido por los hoteleros, y que también firma el Ayuntamiento de Lloret, explican que durante los próximos meses se prepararán los permisos para una ubicación definitiva de la desaladora que esta temporada se habría instalado en un emplazamiento transitorio en el extremo del paseo marítimo.

Para evitar el impacto visual y operativo en primera línea de mar, se están estudiando ubicaciones alternativas (una de las opciones podría estar en las inmediaciones de la EDAR de Lloret de Mar). “Seguiremos contando con la plena implicación del Ayuntamiento de Lloret de Mar en todo este proceso. De hecho, el consistorio seguirá trabajando medidas propias por la optimización del uso de agua. Reducir la dependencia del agua de red sigue siendo una prioridad para asegurar la sostenibilidad”, detalla el sector en el comunicado. Aseguran que este verano el abastecimiento de agua está garantizado aunque, destacan, que igualmente “habrá que hacer un uso muy responsable”.

La situación de extrema sequía que azotaba la mayor parte de Cataluña hace apenas un mes obligó al Govern a adoptar medidas como la prohibición de llenar piscinas. Esta resticción llevó al sector turístico de Lloret, el primer destino de sol y playa de Cataluña con más de un millón de turistas al año, a mover ficha junto al Consistorio y encargaron por 1,5 millones de euros una desalinizadora que debía entrar en funcionamiento entre finales de mayo y principios de junio.

Las reservas hídricas catalanas continúan aumentando tras los recientes episodios de lluvias, que hasta este miércoles han llenado las cuencas internas por encima del 31% de su capacidad, según la Agencia Catalana del Agua (ACA). Hacía más de dos años que no llovía en Cataluña con tanta intensidad y de forma tan esparcida, según el Servicio Meteorológico de Cataluña (SMC), quien destaca que desde finales del mes de abril, ha habido cerca de un 45% más de precipitaciones de lo que es habitual para estas fechas.

Los recursos de los pantanos del sistema Ter-Llobregat, que gestiona la ACA y que abastecen a los 202 municipios del área metropolitana de Barcelona y Girona, han aumentado considerablemente gracias a esta agua. Estas mejoras, que servirán para afrontar la demanda hídrica veraniega, permitieron al Govern rebajar el nivel de alerta por sequía antes de las elecciones autonómicas en las localidades donde estaba decretada la fase de Emergencia I. Los últimos municipios que han abandonado este escenario son los que dependen del acuífero Fluvià-Muga que, tras las lluvias de abril y mayo, acatan las restricciones del nivel de Excepcionalidad.

Aunque sigue habiendo poblaciones donde las medidas más severas están activas. Cerca de 124.000 habitantes de los 12 municipios que utilizan los recursos del embalse Darnius-Boadella continúan en fase de emergencia, a pesar de la mejora de este pantano, que ya ha superado el umbral del 22% de su capacidad, según los datos de la ACA de este miércoles, tras almacenar en marzo el 11% de su volumen.

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