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El Govern de ERC blinda al comisario jefe de los Mossos a dos días de las elecciones designándolo ‘major’

El director de la policía catalana, Pere Ferrer, cierra el ascenso del comisario Eduard Sallent a solo unas horas de la jornada de reflexión

Rebeca Carranco
La toma de posesión del consejero Joan Ignasi Elena, al frente del Departamento de Interior.
La toma de posesión del consejero Joan Ignasi Elena, al frente del Departamento de Interior.MASSIMILIANO MINOCRI (EL PAÍS)

El Govern de ERC ha apurado las últimas horas al frente del Gobierno de la Generalitat para blindar al comisario jefe de los Mossos, Eduard Sallent, designándolo major, el máximo rango que existe en la policía catalana. Sallent deberá llevar a cabo un curso, antes de que el nombramiento se formalice a manos del secretario general de Interior. Su ascenso supone la protección de la figura del comisario, que en el caso de que cambiase el Gobierno y lo cesasen del puesto, mantiene el máximo rango y, por tanto, no puede estar a las órdenes de otros comisarios. ERC sacó a concurso la plaza de major, de libre designación, a contrarreloj a causa de la convocatoria precipitada de las elecciones. Se publicó el pasado 19 de marzo, y en tres semanas ha sido elegido.

Poco antes de las ocho de la tarde, el Departamento de Interior ha comunicado la designación de Sallent por parte del director de la policía, Pere Ferrer. Por la mañana, el director había entrevistado a los dos únicos candidatos: Sallent y la comisaria Alicia Moriana, que ha impugnado ante la justicia las bases del concurso. El proceso administrativo sigue su curso, y solamente la Justicia podría frenarlo, explican fuentes policiales. Dos sindicatos, Sap-Fepol y Uspac, han recurrido también la plaza de major, porque consideran que se trata de un puesto “hecho a medida” para Sallent desde el primer momento. Solo hay otro major en el cuerpo, Josep Lluís Trapero, cuyo proceso de ascenso, en 2017, fue también denunciado por los sindicatos, sin éxito.

Una vez elegido el candidato, el sindicato Uspac, uno de los mayoritarios en la policía catalana, estudia presentar este lunes medidas cautelarísimas para que se paralice cautelarmente el proceso administrativo de designación de major. “Las maneras, las formas, los tempos, el momento de realizar esto es triste y lamentable”, ha asegurado a este diario su portavoz, Albert Palacio, que también ha criticado las políticas del consejero del Interior, Joan Ignasi Elena. “Este proceso demuestra que la paridad y la feminización es solo para lo que a él le interese, y de cara a la galería. Donde él quiere, pone hombres, y en el resto, para la foto, feminizamos el cuerpo”, ha reprochado.

Los Mossos se han convertido en objeto de la polémica en la última jornada electoral antes de las elecciones de este domingo. El ascenso de facto de Sallent a solo unas horas de la jornada de reflexión, se suma a la noticia revelada por EL PAÍS de que mossos fuera de servicio protegen a Puigdemont en Francia. Y también al anuncio, el pasado miércoles, del candidato del PSC, Salvador Illa, de que nombrará al major Josep Lluís Trapero director de la policía catalana, un cargo de elección y atribuciones políticas, en el que caso de que sea investido presidente de la Generalitat.

La figura del major cayó en desuso en los Mossos en 2007, cuando se jubiló el único que había en el cuerpo, Joan Unió, que era el jefe del cuerpo. Su recuperación, en el año 2017, durante el Gobierno de Puigdemont y pensada para ascender a Trapero, fue también turbulenta en el cuerpo, porque se consideraba que lastraba la estructura policial, dotando del rango máximo a una única persona. Para paliarlo se creó una segunda plaza, que se podía sacar a concurso en cualquier momento. Y es la que ahora ha convocado el director de la policía.

Los ascensos de Sallent han estado marcados por la polémica. El mismo día que pasó de intendente a comisario, fue designado jefe de los Mossos d’Esquadra por el entonces consejero Miquel Buch. El nombramiento cayó como un jarro de agua fría a una estructura de mando muy castigada, que apenas sacaba cabeza después de haber estado en la picota durante el procés, y se sintió utilizada. El comisario permaneció en el cargo un año, hasta que también, de manera igualmente sorpresiva, fue cesado para restituir a Trapero, que había sido absuelto en los tribunales por el papel de los Mossos el 1-O. Sallent regresó como número dos del cuerpo ya con ERC, que destituyó a Trapero para nombrar una cúpula “coral”. Pero la travesía acabó en naufragio, con una cúpula rota, de la que salió ganador Sallent, que fue nombrado de nuevo jefe, un puesto que ocupa desde entonces.

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Sobre la firma

Rebeca Carranco
Reportera especializada en temas de seguridad y sucesos. Ha trabajado en las redacciones de Madrid, Málaga y Girona, y actualmente desempeña su trabajo en Barcelona. Como colaboradora, ha contado con secciones en la SER, TV3 y en Catalunya Ràdio. Ha sido premiada por la Asociación de Dones Periodistes por su tratamiento de la violencia machista.
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