La crisis de Podem deja la coalición con los comunes en el aire para las elecciones catalanas
Conchi Abellán y María Pozuelo, número uno y dos del partido, alineadas con la ejecutiva estatal, se enfrentan en las elecciones internas tras la marcha de 120 militantes
Podem encara este enero unas primarias que determinarán el futuro del partido tras la crisis abierta por la sanción a 13 exdirigentes que firmaron un manifiesto en favor de la coalición con Sumar el 23-J. Conchi Abellán y María Pozuelo, hasta ahora coordinadora y secretaria de organización de Podem, respectivamente, se enfrentan en estas elecciones internas para liderar un partido sin visibilidad y eclipsado históricamente por los comunes. Alineadas ambas con la ejecutiva estatal, las dos aspiran a reforzar Podem y sus diferencias se centran en cuestiones de organización interna y de modelo de partido. La relación con los comunes también pesa: Abellán quiere someter cualquier acuerdo o desacuerdo al criterio de las bases y Pozuelo apuesta primero por potenciar Podem y posponer las alianzas y tratarlos como otro partido de izquierdas más.
Unos 12.500 inscritos están llamados a votar desde este jueves y hasta el día 1. El día 2 se conocerá dirigirá Podem, ahora con la sede delante del Parc de la Ciutadella. Las dos candidatas son críticas con Catalunya en Comú y gane quien gane, la reedición de la coalición En Comú Podem seguirá en el aire. Partido convulso desde su nacimiento, Podem ha tenido en nueve años cinco líderes y diferentes crisis. La última se saldó hace una semana con la marcha de 122 militantes después de que 13 exdirigentes fueran sancionados con una suspensión de nueve meses de militancia y cuatro años sin poder aspirar a un cargo público u orgánico.
Bajo el elocuente título de Por la unidad de En Comú Podem, los afectados sostuvieron en un comunicado que fueron “expulsados” para barrarles el paso a las primarias porque habrían defendido la unidad del espacio. Las dos candidatas niegan la mayor y afirman que fueron desleales con Podemos porque éste buscaban la alianza con Sumar, pero no a cualquier precio. Y coinciden en lamentar en estos años injerencias de los comunes y una relación desigual que ha perjudicado a Podem. El grupo está encabezado por el exdiputado Lucas Ferro y Yolanda López, la única diputada de Podem en el Parlament y ocho ediles. De los 43 que Podem logró en 2023, 35 siguen en el partido, entre ellos, el de Tarragona, que presentó el sábado un acto en la sede, plagado de nostalgia, para celebrar los 10 años de Podemos. “Los que se han ido son una minoría muy minorizada”, asegura Pozuelo, número ocho en la lista de Barcelona el 23-J y que en su equipo lleva nueve ediles (Abellán, dos) y referentes en educación como la activista Rosa Cañadell. “Hay militantes que se fueron a los comunes y que, desengañados, están regresando. Y otros han hecho el camino al revés”, dice en relación a la exedil de Tarragona, Carla Aguilar, ex de los comunes y ahora en Podem.
Los comunes están a la expectativa y son conscientes de que será complicado repetir la coalición. Ada Colau admitió este lunes en Aquí Catalunya, de la SER, que es posible que no ocurra. “Ya van solos a las europeas. Será su decisión. No voy a entrar en reproches. Siempre hemos apostado por confluir y ser la casa común”, afirma. Las dos candidatas apoyan a la ejecutiva estatal liderada por Ione Belarra -Abellán forma parte de ella de la lista a las europeas que encabeza Irene Montero- y la marcha de los cinco diputados al Grupo Mixto. No solo eso: vieron acertado que Lilith Verstrynge, secretaria de organización de Podemos y sin vinculación con Cataluña, ocupara el número cuatro de la lista por Barcelona el 23-J y rechazan que tuviera que devolver el acta como le exigieron los comunes. Las dos coinciden en algo más: que Jéssica Albiach, líder parlamentaria de En Comú Podem, que acaba de dejar Podem, al estar prohibida la doble militancia, siempre ha sido respetuosa con el partido.
Fiel a su historia volcánica, nada de eso ha impedido que la número uno y la dos pugnen en las urnas. “Eso es sano. Las bases decidirán”, afirma Pozuelo. “Tenemos visiones diferentes en la gestión. Queremos que el partido recupere la voz, la visibilidad y no tenga miedo a decir lo que piensa”, afirma la candidata, que defiende un Podem autónomo y sin injerencias y determinante para forzar a ERC a hacer las mismas políticas de izquierdas que en el Congreso. “Y no como en el Govern, que las hace neoliberales”, apunta. La candidatura quiere potenciar Podem y ver luego qué alianzas puede haber en el bloque de la plurinacionalidad sin priorizar a los comunes. Abellán quiere reforzar también la estructura del partido y fijar condiciones para pactar con ellos.
No hemos sabido salir de ahí para tener una voz propia. Hemos tenido una relación de subordinación. Tiene que ser de igual a igual”, afirma Pozuelo
La división con los comunes afloró el 23-J pero Pozuelo asegura que la relación era “muy inestable” y que en la ejecutiva había un sector que quería darle un nuevo rumbo al partido y otro, en que incluye a Abellán, más proclive a confluir. “Es muy fácil criticar ahora a los comunes tras lo de Verstrynge”, dice en referencia a los reproches de Abellán. “Pero La situación no era buena y no hemos sabido salir de ahí para tener una voz propia. Hay que ser más contundente. Hemos tenido una relación de subordinación. Debe ser de igual a igual”. Abellán niega que quisiera confluir y afirma que desde hace dos años se quejaba internamente y que, de hecho, ahora la relación con los comunes no existe. Su plan es primero negociar de cara a las autonómicas con los comunes por “deferencia” por ser socios y no por prioridad y que las bases voten. Sus exigencias pasan por respeto, que no haya vetos, primarias y una buena representación. Y si gana el no, ir en solitario como en Galicia, afirma.
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