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Barcelona redobla la apuesta por el ‘Pla Endreça’ con una inversión de 435 millones hasta 2027

La Guardia Urbana duplica el número de sanciones a los incívicos, grafiteros, vendedores sin licencia y personas que ensucian

Sanciones Barcelona
Contenedores de basura llenos en el barrio del Raval.Gianluca Battista
Alfonso L. Congostrina

El Pla Endreça (plan ordena) que el gobierno del alcalde Jaume Collboni puso en marcha en julio en Barcelona, y que usa la seguridad y la limpieza como receta para conseguir que los barceloneses “recuperen el orgullo por su ciudad”, se mantendrá todo el mandato y se aumentará su presupuesto. La teniente de alcalde de urbanismo Laia Bonet ha anunciado este lunes que el próximo año destinarán 550 millones de euros a este plan, que se ha publicitado en carteles y banderolas de toda la ciudad y en redes sociales. Además, del 2025 al 2027 se destinarán 435 millones en el mantenimiento y rehabilitación del espacio público con la “voluntad de anticiparse” a la degradación de mobiliario urbano, zonas verdes, escaleras mecánicas o el pavimento y sustituirlo mucho antes de que se deteriore.

La Guardia Urbana de Barcelona duplicó el pasado agosto el número de denuncias impuestas a aquellos ciudadanos que vulneran la actual ordenanza de civismo. En especial, se denunció a los que pintaron grafitis, vendedores ambulantes ilegales, a los que consumían alcohol en la vía pública o los que realizaron sus necesidades fisiológicas en las aceras y plazas de la ciudad. El pasado mes de agosto los agentes de la policía local impusieron 15.814 denuncias a estos incívicos mientras que en el mismo mes de 2022 se impusieron 8.983 denuncias. El Ayuntamiento de la capital catalana asegura que este aumento de denuncias se debe a que el número de agentes de la policía local ha llegado al máximo histórico de 3.400 guardias y al endurecimiento del actual gobierno municipal del PSC que ya anunció que quería redactar este otoño una nueva ordenanza de civismo que castigue más duramente a los incívicos.

El pasado julio el teniente de alcalde de seguridad, Albert Batlle, hizo público que con la actual ordenanza municipal tenía margen para aumentar un 55% el valor de las multas a los incívicos. No solo ha aumentado el valor, sino el número de denuncias por lo que las multas para aquellos que hacen sus necesidades en la calle han pasado a costar 300 euros, en lugar de 200, o los grafitis se castigan ahora con 600 en vez de 300 euros. Batlle aseguró en verano que la intención es aprobar una ordenanza más dura pero se ha retrasado su debate al primer trimestre de 2024.

El Pla Endreça se ideó como un plan de choque después de que el PSC consiguiera la alcaldía. Con este plan se pretendía mejorar la limpieza y reducir el incivismo que había en la ciudad en el anterior mandato (en el cual los socialistas gobernaron en coalición con Ada Colau). Collboni comenzó amenazando a las contratas de limpieza de que iba a revisar con lupa su trabajo. Puso en marcha la maquinaria municipal y se llevaron a cabo 3.500 inspecciones, durante el verano, que constataron 283 incumplimientos de contrato multando con casi 300.000 euros a cuatro empresas de la limpieza (tras las alegaciones las sanciones se han reducido a 200.400 euros). El pasado septiembre los inspectores detectaron 84 incumplimientos y la multa fue de 62.800 euros. Los inspectores siguen trabajando pero el plan no se ha quedado con la revisión de las contratas, se ha ido haciendo grande intentando mejorar limpieza y seguridad.

Bonet ha manifestado, este lunes, su “satisfacción” por los resultados de la primera fase del Pla Endreça y ha anunciado que se extenderá todo el mandato con ocho grandes ejes y 34 medidas concretas con las que se pretende “limpiar y reparar” todo lo necesario en la vía pública. “La voluntad es analizar anticipadamente la vida útil del mobiliario urbano, zonas verdes o pavimento y renovarlo antes de que sea necesario repararlo. Si la vida útil de unas escaleras mecánicas es de 20 años, no esperaremos dos décadas a que dejen de funcionar y nos anticiparemos a la renovación”, ha subrayado Bonet.

Batlle ha recordado que el plan tiene puntos comunes con el Barcelona Posa’t Guapa (Barcelona ponte guapa) que sirvió “para que los barceloneses reconectaran y se sintieran orgullosos de su ciudad”. El teniente de alcalde de seguridad ha insistido en que la renovación de la ordenanza de civismo es básica y es uno de los objetivos que se marca este mandato ya que considera que es necesario aumentar el precio de las sanciones actuales contra los incívicos.

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