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El sector musical catalán consiguió el año pasado los mejores resultados de su historia, según su anuario

Músicos y salas de conciertos denuncian sin embargo que el éxito no se refleja en la pequeña industria

Festival Cruïlla de Barcelona en el mes de julio.
Festival Cruïlla de Barcelona en el mes de julio.FESTIVAL CRUÏLLA (FESTIVAL CRUÏLLA)

La industria musical catalana batió el año pasado los récords de beneficios y consumo cultural, superando las cifras anteriores a la pandemia, según el Anuario de la Música 2023 que han presentado este jueves la Asociación Profesional de Representantes, Promotores y Mánagers de Cataluña (ARC) y el Grupo Enderrock. El presidente del grupo, Lluís Gendrau, ha celebrado el récord histórico en la facturación de la industria del directo, de 188 millones de euros, un 59% más que en 2021 y un 34% más que en 2019. “Después de la crisis viene la revolución y la música catalana lo ha revolucionado todo”, ha señalado. Los excelentes resultados de los sellos discográficos y en el número de asistentes contrastan, sin embargo, con la situación de músicos y salas de concierto, respectivamente, que han reivindicado su posición dentro del tejido del sector. “Tenemos un problema si funcionan los productos pero no cuidamos la materia prima del sector”, han advertido desde la asociación Musicat.

La música catalana ha superado la pandemia. Así lo reflejan los 188 millones de euros que ha facturado la gran protagonista de 2022, la música en vivo. Una cifra histórica que bebe principalmente de los festivales y los macrofestivales (con más de 50.000 asistentes), que han doblado las cifras de espectadores con respecto al año anterior. Las salas de conciertos catalanas, especialmente las de fuera de la capital, sufren la otra cara de la moneda: las que han logrado reabrir después de la pandemia aún no han recuperado la normalidad.

El presidente de la Asociación de Salas de Conciertos de Cataluña (ASCC), Lluís Torrents, ha advertido de la situación de irregularidad e inestabilidad de las salas de conciertos, que necesitan ayuda de las administraciones para volver a ser una opción competitiva. “No nos podemos olvidar de una parte tan importante del tejido del sector. Las salas no podemos competir con el precio que las administraciones pagan para fiestas mayores”.

Las compañías discográficas también han conseguido buenos resultados de facturación por ventas, con 15,7 millones de euros, lo que supone un aumento del 7% respecto al 2021, en un mercado en el que sector digital representa ya el 85,3 % del total. El 2022 es el año de Rosalía y de su Motomami, su último éxito internacional, que supera los 1.343 millones de reproducciones en Spotify, convirtiéndose en el álbum de una artista catalana más escuchado de la historia. La barcelonesa Rigoberta Bandini, con su ópera prima La Emperatriz, o el rapero balear Rels B han sido otros de los músicos con más reproducciones. Los resultados de las estrellas han eclipsado la situación de precariedad laboral de la “materia prima de la industrial”. El representante de la asociación Musicat ha advertido de que las perspectivas no son verdaderamente optimistas: “La industria tiene cifras de éxito pero los músicos cada vez cobran menos, al final nuestro trabajo lo hará la inteligencia artificial”.


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