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El gobierno de Collboni comienza a desmantelar el urbanismo táctico de la calle Pelai de Barcelona

“Este espacio se ha visto que ha tenido un uso inexistente por parte de los peatones”, argumenta la primera tenienta de alcalde socialista Laia Bonet

Calle Pelai de Barcelona
Alfonso L. Congostrina

La mano dura contra el incivismo y la insistencia en la limpieza de Jaume Collboni también pasa por el urbanismo táctico. El gobierno de Barcelona del socialista catalán ha comenzado, este lunes, a eliminar el bautizado como urbanismo táctico, que implantó Ada Colau -en coalición con el PSC- el pasado mandato. El pasado 26 de julio, la primera teniente de alcalde Laia Bonet y el teniente de alcalde de seguridad, Albert Batlle, presentaron en Plan Endreça (plan ordena) con el que pretenden “dar la vuelta” a la ciudad. Bonet ya anunció entonces que el polémico urbanismo táctico -consistente básicamente en pintura en la calzada- se había acabado porque, en palabras de la primera tenienta de alcalde, debía “minimizarse” debido a que se había convertido en “permanente y generaba confusión”. Este lunes ha comenzado a revertirse el urbanismo táctico en la céntrica calle Pelai de Barcelona.

El anterior equipo de gobierno había utilizado pintura y postes para dividir los espacios y que fuesen utilizado por los peatones hasta que el presupuesto (no había fijada ninguna fecha) permitiera ampliar las aceras. Ahora, el PSC da marcha atrás y revierte el urbanismo táctico. “En 2021 se hizo una actuación de urbanismo táctico, y por tanto provisional, en la calle Pelai. Se transformaron dos carriles de circulación en espacio destinado para peatones. Este espacio se ha visto que ha tenido un uso inexistente por parte de los peatones”, ha argumentado Bonet.

A partir de primera hora de la mañana de este lunes se eliminará el carril pintado de azul y delimitado por postes amarillos y se convertirá en un espacio con aparcamientos para bicicletas y motos y espacios de carga y descarga de camiones. “Transformamos este espacio para atender a usos indispensables en la zona. Los peatones no lo utilizan y necesitamos habilitarlo como cordón de servicios”, mantiene la primera teniente de alcalde.

Según el equipo de gobierno, las obras durarán una semana y permitirán crear 64 plazas de aparcamiento para motos, 72 aparcamientos de bicicletas y 20 plazas de carga y descarga. Las obras no supondrán ninguna modificación ni afectación a los carriles de circulación ni se modificará el actual espacio de las aceras. Tampoco se incorporarán contenedores al mismo carril donde se colocarán los aparcamientos.

Este nuevo espacio da respuesta a las demandas de más plazas de estacionamientos de peatones y comerciantes, según el Ayuntamiento. El tramo situado entre la plaza Universitat y la calle Balmes es donde se concentrarán más plazas de carga y descarga y se mantendrán los actuales espacios para los contenedores. Entre Balmes y plaza Catalunya habrá un doble cordón, las plazas de carga y descarga se mantendrán en el espacio de la calzada más cercano a la circulación y tocando a la acera se crearán nueva plazas de aparcamiento de bicicletas y motocicletas. Habrá espacios específicos entre los aparcamientos de carga y descarga para poder acceder a los aparcamientos de bicicleta.

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