Ladrones de joyas profanan 162 nichos del cementerio barcelonés de Montjuïc

Los Mossos d’Esquadra investigan quienes han podido profanar 162 nichos del cementerio de Montjuïc para robar joyas y metales a difuntos que llevan décadas enterrados en el camposanto barcelonés. Los responsables de Cementerios de Barcelona detectaron a finales de junio, tal y como ha adelantado La Vanguardia, un movimiento inusual en algunos nichos. Un portavoz de la empresa municipal ha confirmado a EL PAÍS que se trataba de nichos muy antiguos, la mayoría sin lápida y en un primer momento se pensó que podría deberse al deterioro de los materiales con los que se habían construido.

Tras analizar bien la situación, el pasado 3 de julio la dirección de la empresa municipal denunció en una comisaría de los Mossos que se estaban profanando nichos (no se ha profanado ninguna tumba). La empresa reforzó la seguridad interna y Mossos d’Esquadra y Guardia Urbana también destinó más efectivos al camposanto.

El robo en cementerios en Cataluña no es excepcional. De hecho, hay bandas especializadas capaces de detectar tumbas donde -por su antigüedad- todavía era costumbre enterrar a los difuntos con joyas. Esa es la principal hipótesis con la que trabajan los investigadores. Otros técnicos expertos en rituales funerarios, alertan que los profanadores no solo buscan joyas sino que algunos ataúdes antiguos llevaban cruces de bronce que también tendrían valor.

De las 175.000 sepulturas que hay en el cementerio de Montjuïc, se han profanado un total de 162 nichos y desde mediados de julio no se ha abierto ninguna tumba más, tal y como ha alertado la empresa pública que gestiona el camposanto. La Policía de la Generalitat admite haber utilizado incluso drones para intentar interceptar, con las manos en la masa, a los ladrones dentro del cementerio. Todos los operativos han sido infructuosos.

Cementiris de Barcelona ha comenzado a comunicar a los titulares de los nichos que han sido profanados. Algunas de la tumbas son de hace 70 años por lo que varias de las comunicaciones han sido imposibles.

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