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Un artista distribuye urinarios por el centro de Barcelona para denunciar que “huele a pipí”

Joan Juncosa amenaza con ir colocando hasta 100 urinarios de papel maché en su cruzada para que la ciudad no se convierta en un faraónico baño público

Alfonso L. Congostrina
Retretes Barcelona
Retrete instalado en una de las paredes de la catedral de Barcelona.Kike Rincón

Un artista distribuyó la noche de este jueves por el centro de Barcelona una decena de urinarios creados en papel maché para denunciar una evidencia: “Barcelona huele a pipí”. El proyecto es del artista y arquitecto Joan Juncosa –nacido hace 36 años en Mora la Nova (Tarragona)- y sus urinarios ya se han convertido en una pequeña atracción turística que ha sido fotografiada y subida a las redes sociales de decenas de vecinos y visitantes de la capital catalana. Los curiosos urinarios son de colores fluorescentes y todos tienen una cadena con un cartel que reza: “Fuera de Servicio”. El artista asegura que solo ha distribuido por la ciudad una decena pero tiene preparados 100 urinarios más que irá distribuyendo.

¿Qué significado tiene esta expresión artística? EL PAÍS ha contado con Juncosa para que el propio autor proporcione las claves para entender esta escatológica expresión artística. “Hace unas semanas fui a tomar algo con unos amigos al barrio del Raval. Me di cuenta que las calles olían a pipí. Pero no solo en el Raval, también en el resto de la ciudad. Barcelona huele a pipí”, denuncia Juncosa. “Hay gente que utiliza el espacio público como si fuera un váter. Las paredes del casco antiguo están hechas un asco y erosionadas de la cantidad de orines. Por eso creé el proyecto ‘Fuera de Servicio’ para concienciar y que veamos el uso real que le estamos dando a nuestra ciudad”, lamenta el artista.

La noche del jueves Juncosa colocó varios de sus urinarios en la zona centro de la ciudad. Lugares como el ábside de la Catedral, la plaza Real o el mercado de Santa Caterina han amanecido con estos lavabos de papel maché. “Con esta acción pretendo que nos demos cuenta que no podemos utilizar la calle para hacer nuestras necesidades pero, también, que tenemos que cuidar nuestro patrimonio”, advierte. El artista ha pegado las piezas con cinta de doble cara cuidando mucho no afectar al patrimonio con su intervención.

Juncosa tiene 100 urinarios ya construidos e irá colocándolos por la ciudad. “Quiero ir a las fiestas de Gràcia para concienciar. Barcelona parece que está en horas bajas y todos a nivel individual tenemos que plantearnos que podemos hacer para que vuelva a brillar”, concluye.

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