Feijóo propone dejar en mínimos el Impuesto sobre el Patrimonio y a la vez reducir la deuda

Los empresarios barceloneses han recibido este miércoles al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, como a un auténtico triunfador. Después de la victoria popular en las elecciones municipales y autonómicas del domingo, y después de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunciara que adelanta las elecciones generales al próximo 23 de julio, Feijóo se viste a la vez de vencedor y de candidato, y con estos dos roles ha acudido a la reunión anual del Círculo de Economía de Barcelona, la cita en la que se mide la temperatura del empresariado catalán. Ante esta audiencia, Feijóo ha dado un discurso muy centrado en su programa económico que ha basado en dos premisas: bajar impuestos —especialmente el Impuesto sobre el Patrimonio, que ha calificado de “injusto” y que propone dejarlo en mínimos, pero también el IRPF— y reducir deuda. Estas dos direcciones son difíciles de casar en un momento de bajo crecimiento, y así se lo ha recordado después la vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño, en su intervención para cerrar las jornadas del Círculo: “Ignoro cuál es el programa económico del señor Feijóo a parte de bajar impuestos masivamente, pero el PP bajó menos el déficit y la deuda de lo que lo hemos hecho nosotros a pesar del crecimiento económico”.

“Dicen que los catalanes le dan mucha importancia al dinero, y no me parece negativo, creo que es positivo. Pero es que además los catalanes son los más espléndidos, porque son los que más impuestos pagan de España, son unos patriotas, sin ninguna duda”, ha dicho Feijóo a los empresarios del Círculo, que han seguido con atención el discurso del presidente del PP y en este punto han empezado a aplaudir el comentario lanzado durante el coloquio que ha mantenido con el presidente del Círculo, Jaume Guardiola. Este le ha trasmitido algunas de las preguntas de la audiencia, muchas de las cuales tenían que ver con el Impuesto sobre el Patrimonio y el programa fiscal de Feijóo si llega a la presidencia del Gobierno. El líder del PP ha afirmado que si gana las elecciones devolverá todas las competencias del Impuesto sobre el Patrimonio a las comunidades autónomas, algo que implicaría eliminar el impuesto a las grandes fortunas impulsado por el Gobierno de Sánchez. Sin esta tasa, el gravamen a la riqueza quedaría en mínimos, ya que la mayoría de comunidades aplican altas bonificaciones en el Impuesto sobre el Patrimonio.

“El Impuesto de Patrimonio se cedió a las comunidades autónomas y unas lo bajaron, otras lo eliminaron y otras lo subieron. Este impuesto hay que devolverlo a las comunidades autónomas, de esto estoy seguro y lo haré”, ha dicho, al tiempo que abogaba por una armonización a la baja de esta tasa. “Yo haré una propuesta, que puede pasar bien por la transferencia a las comunidades o bien, en segundo lugar, veremos si podemos hacer una política de Patrimonio en todo el país para que no haya estas tensiones territoriales”. A finales del año pasado, el Gobierno de Sánchez aprobó un impuesto temporal de solidaridad de las grandes fortunas, un impuesto a la riqueza con el que pretendía combatir las bonificaciones que percibían las personas de rentas más altas en comunidades gobernadas por el PP que habían bonificado completamente el Impuesto sobre el Patrimonio. Por ejemplo, la comunidad de Madrid y Andalucía lo tienen bonificado al 100% y otras tienen mínimos exentos de hasta 700.000 euros, y tramos progresivos de tarifas.

“Yo en Galicia lo bonifiqué para el 99% de los gallegos, no para todos”, ha aclarado Feijóo, que ha abierto la puerta a dejarlo en mínimos en todo el país. “Hay que hacer una reflexión sobre el Impuesto al Patrimonio en base a la situación fiscal del país, ver cuánto se gana y cuánto se pierde con este impuesto”, ha reflexionado. Feijóo cree que el Impuesto al Patrimonio es “desde el punto de vista fiscal injusto, porque no se puede pagar siempre por lo mismo todos los años, si ya has pagado una vez por lo que tienes, no deberías volver a pagar”, ha dicho levantando aplausos del público empresarial. “Pero no vengo a hacer demagogia, tenemos que cuadrar las cuentas, porque tenemos un déficit público del 4,8% del PIB. Si tuviésemos el de Portugal, del 0,4%, mi respuesta sería mucho más contundente”, ha resaltado.

Feijóo también ha criticado la deuda pública de España, que cerró el año pasado en 1,5 billones de euros, el 113,1% del PIB, cinco puntos menos que el año anterior pese al lento crecimiento tras la pandemia. A pesar de esta reducción, el líder de la oposición ha reiterado que la deuda pública es su “gran preocupación”. Unas pocas horas después, desde la misma butaca en la que se ha sentado Feijóo, la vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño, ha censurado la capacidad de los gobiernos de los populares para aprovechar los buenos datos de coyuntura económica para reducir la mochila de deuda que arrastra España. Tras asegurar que desconoce cuál es el programa político del PP, más allá de bajar impuestos, ha señalado: “El PP bajó menos el déficit y la deuda de lo que lo hemos hecho nosotros a pesar del crecimiento económico”.

Feijóo insiste permanentemente en su preocupación por reducir la deuda española, aunque no explica cómo lo haría y si está dispuesto entonces a hacerlo por la vía de recortes. “Me preocupa mucho la situación de la deuda española. Estuvimos viendo los gastos financieros de España, y van a superar los 40.000 millones de euros. Cada vez que haya que prorrogar, los tipos van a ir subiendo. La proyección de gastos financieros nos va a comer grandes capacidades”, se ha quejado hoy en el Cercle. Pero al mismo tiempo ha reiterado su voluntad no solo de dejar en mínimos el impuesto del Patrimonio, sino también de bajar el IRPF “para rentas medias y bajas”, y acabar con el impuesto extraordinario a la banca y a las eléctricas, unas rebajas impositivas que reducirían la recaudación pública y dificultarían por tanto reducir la deuda.

El líder del PP también ha cargado contra las bajas por enfermedad de los trabajadores, que atribuye a absentismo. “Tenemos una incapacidad temporal que es incompatible con la competitividad. No podemos seguir teniendo bajas superiores a dos dígitos en buena parte de las empresas y por supuesto del sector publico. No tenemos una peor salud que antes”, se ha quejado.

Feijóo admite errores del PP en Cataluña

La presencia del líder de la oposición en esta cita empresarial contrasta con la ausencia de Sánchez, que finalmente delegó en Calviño. “Quiero expresar mi satisfacción por estar aquí, esta institución merece respeto, y Barcelona y Cataluña lo merecen, un líder no debe esconderse, no debe eludir sus responsabilidades”, ha aseverado. Feijóo ha dejado caer, como horas antes ha dicho la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que el adelanto electoral de Sánchez busca aprovechar la abstención por coincidir con las vacaciones: “Caen en las fechas más calurosas de nuestro país, en el mayor éxodo vacacional, un hecho sin precedentes. ¿Se busca la menor participación y que los ciudadanos no puedan asistir a votar? No lo sé, pero sí que sé que los ciudadanos tienen muchas ganas de ir a votar”. Como presidente de Galicia, Feijóo convocó las últimas elecciones autonómicas, de 2020, el 12 de julio y en plena pandemia.

Antes de su intervención, el presidente del Círculo ha presentado al invitado con un discurso en el que ha cuestionado la pérdida relativa de PIB per capita de España respecto al conjunto europeo en los últimos años, por lo que le ha preguntado qué alianzas utilizará para llevar a cabo la “agenda reformista” necesaria para darle una vuelta a la situación. El presidente del PP ha afirmado que buscará en la medida de lo posible al PSOE en los grandes consensos y no ha llegado a mojarse sobre futuras vinculaciones con Vox.

Asimismo, Guardiola le ha recordado que tras “años convulsos” en Cataluña, “el nivel de tensión social se ha rebajado considerablemente” y “se van tendiendo puentes entre los gobiernos de Cataluña y España para profundizar en el diálogo político”, en clara alusión a la aproximación del PSOE a ERC. El Círculo efectuaba así una llamada al PP a seguir ese camino, pero entre los empresarios presentes en el foro existe un temor: que una alianza del PP y Vox tras las próximas elecciones para asegurarse la presidencia del Gobierno pueda suponer un cambio de tendencia respecto a la rebaja de tensión de los últimos años. Guardiola no ha obtenido respuesta ante esas dudas —pese a que Feijóo ha reconocido que su partido cometió el error de “pensar que el problema de Cataluña era crónico”—, de la misma forma que no ha logrado arrancar ningún compromiso de modificar el sistema de financiación de Cataluña o de incrementar la inversión estatal en Cataluña: “Son estas cuestiones nucleares para la sociedad catalana en la que llevamos mucho tiempo encallados”, ha avisado Guardiola.

Puedes seguir a EL PAÍS Catalunya en Facebook y Twitter, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal