El soberanismo recibe con frialdad la propuesta de Aragonès de “frente común” ante el 23-J
El socialista Salvador Illa achaca el llamamiento del ‘president’ a su falta de orientación política
El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha convocado este miércoles a las fuerzas políticas soberanistas -las independentistas y En Comú Podem- para explorar la complicidades que despierta su propuesta de “frente común” para encarar el adelanto electoral de las elecciones generales del mes de julio. La previa de las reuniones individuales ha sido la sesión de control al Govern en el Parlament y, al tenor de las intervenciones de esos grupos, nada parece indicar que los republicanos logren salirse con la suya. Junts insiste en una unidad en Madrid que hasta ahora ERC ha rechazado con vehemencia. El jefe de la oposición, el socialista Salvador Illa, ha aprovechado su turno para criticar que se intente tejer un consenso de país sin contar con ellos -son la primera fuerza en la Cámara- y achacar el ofrecimiento de Aragonès a la pérdida de orientación de su Ejecutivo. “Cataluña no necesita frentes, sino un buen gobierno”, le ha espetado.
La sesión de control ha escenificado la resaca electoral de unas elecciones municipales en las que ERC ha perdido uno de cada tres votos que había obtenido en 2019, desplomándose así de la primera posición a la tercera en voto. Unos comicios en los que, a nivel estatal, la derrota socialista -salvo en Cataluña- ha llevado al presidente Pedro Sánchez a adelantar las generales. Aragonès ve en esa decisión del líder del PSOE una claudicación “No sé quién da el partido por perdido de entrada. Yo no. A mi no me encontrará aquí. Porque quien convoca elecciones anticipadamente y ya da por ganadores a los otros y llama a una reacción no soy yo, es el presidente del Gobierno español”, ha dicho el president.
Aragonès había sido criticado previamente porque el pasado martes, presentó su idea de “frente común” enmarcándolo como un instrumento de resistencia ante un Gobierno de derecha y no como un elemento electoral para triunfar en las urnas de julio. “Defender Cataluña del PP y Vox pasa por ganar en las urnas al PP y a Vox y reeditar el Gobierno progresista. No bajamos los brazos, venimos a ganar, por un nuevo Gobierno de izquierdas”, le ha había espetado la líder de los comunes, Jéssica Albiach. En Comú Podem se reunirá con Aragonès, pero le ha dejado claro que su línea roja es la formación que fundó Carles Puigdemont. “Con Junts ni a la vuelta de la esquina”, ha añadido.
El jefe de filas de Junts, Albert Batet, ha insistido en su idea de una lista única para que las formaciones independentistas concurran unidas el 23-J y así maximizar los resultados, aunque dejando claro que ha de ser “un frente independentista”. Los republicanos, tras la experiencia a nivel autonómico de Junts pel Sí, en 2016, rechazan esa fórmula. Aragonès para intentar no cerrar el debate en seco se ha mostrado abierto a oír toda las propuestas pero sin adquirir ningún compromiso. “Yo podría venir aquí con una lista, pero ni siquiera la insinuaré”, se ha justificado.
La presidenta de Junts, Laura Borràs, fue la primera en coger el guante de la propuesta del jefe del Govern y estará en la reunión de esta tarde. Hasta el propio Puigdemont, vía Twitter, ha expresado sus reservas ante los anuncios de los republicanos y creen que el ‘no’ a la lista unitaria será la prueba definitiva de la falta de voluntad de ERC para lograr una real unidad independentismo. Aragonès ha intentado calmar los ánimos aceptando que no es posible “en 24 horas” acabar con la dinámica de reproches constantes, pero que el panorama político actual puede servir para “empezar a generar un punto de inflexión”.
También asistirán la CUP, que tampoco ve claras las intenciones de los republicanos. Para ellos, la decisión tiene más que ver con los malos resultados de ERC en las urnas que con una voluntad real de recoser al secesionismo. La diputada Eulàlia Reguant le ha acusado de cambiar de guión “a golpe de papeleta” y le ha pedido que reflexione sobre si la política de pacto y diálogo con los socialistas puede ser la razón de la desmovilización del voto en las pasados comicios.
El PSC no se siente para nada interpelado por la propuesta de Aragonès. El president propuso el pasado martes, que ese frente lograra, entre otras cosas, permitir que los pactos que ahora se negocian en los Ayuntamientos y entes supramunicipales se cierren en clave independentista, se asegure que la mayoría secesionista mantenga la presidencia del Parlament y encontrar fórmulas para garantizar un “Govern fuerte” (ahora es monocolor y solo tiene 33 de 152 diputados. Para Salvador Illa, la nueva idea es un nuevo “cambio de rumbo” y, ha dicho, tantos virajes son muestra de “una desorientación”. “Cataluña no necesita frentes, Cataluña necesita un buen gobierno, ideas claras y convicciones firmas para prosperar y avanzar”. Y ha aprovechado para recordar la realidad del arco parlamentario: No se puede decir que se trabaja por un consenso de país “al margen del primer partido en Cataluña”.
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