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Las continuas averías de Rodalies hacen perder 228.000 horas en Cataluña en cuatro meses

El tráfico en el tramo sur de la C-31 se dispara desde la avería del pasado lunes

Rodalies Renfe
El presidente de la Generalitat, Pere Aragonés, entre el responsable de Mantenimiento de Adif, Ángel Contreras, y el consejero de Territorio, Juli Fernàndez, este lunes en Gavà.Andreu Dalmau (EFE)

Llueve sobre mojado en Rodalies de Renfe, servicio en el que las averías y las incidencias se han convertido en una normalidad en los últimos años en Cataluña. El incendio en el cuadro de señalización de Gavà, cuya reparación trastoca desde entonces el funcionamiento de las líneas de Rodalies (R2 y R2 Sud) y de Media Distancia (R13, R14, R15, R16 y R17), agravará las afectaciones acumuladas durante lo que va de año: 480.000 pasajeros y unas 228.000 horas perdidas entre principios de enero y finales de abril, según un cálculo estimativo efectuado por la Cámara de Comercio de Barcelona. El impacto económico para las empresas, teniendo en cuenta los costes laborales medios de 25,2 euros por hora, ascendería por encima de los cinco millones de euros, si bien no todos los afectados son trabajadores.

Renfe no tiene datos sobre los pasajeros que, ante las dificultades de que se cumplan los horarios, han decidido prescindir de sus servicios. El Servicio Catalán de Tráfico ha registrado un aumento importante en la circulación de vehículos en la C-31 en su tramo sur, vía que discurre casi en paralelo a las vías del tren afectadas. El mismo martes el tráfico creció un 6,8% y un día después se produjo una punta del 18%. Ayer lunes, los vehículos por esa autovía era del 5,9%. En la C-32, carretera de mayor capacidad, no se produjeron aumentos de tráfico.

El cálculo de la corporación se basa en las incidencias comunicadas por Renfe a través de sus canales de información y se han excluido los problemas derivados de atropellos de personas o de actos vandálicos. No se diferencia entre las incidencias provocadas por competencias de Adif (responsable de la infraestructura) o de Renfe (de los trenes). Según los cálculos de la Cámara de Comercio, el día 2 de mayo, el primer día en que se sufrió la actual avería, habrían quedado afectados 135.000 personas. Su cálculo de horas es conservador, ya que consideran que cada pasajero perdió solo media hora aquel día, pese a que tomar un tren requería largas esperas en las estaciones y los itinerarios se prolongaron muchas horas por encima de lo previsto. “El problema es que esperamos que en los próximos meses haya más incidencias, pero en este caso causadas por las obras que se están realizando en la red”, explicaba Xavier Sunyer, presidente de la comisión de infraestructuras de la Cámara.

Una semana después del incidente, el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, visitó este lunes la estación de Gavà. Desde allí denunció que el Gobierno central es responsable de la situación y denunció un agravio comparativo con otros territorios en cuestión de inversión ferroviaria. “Que se invierta allá donde se ha invertido en otros territorios del Estado”, pidió, a la vez que reivindicaba el traspaso completo del servicio de Cercanías de Cataluña a la Generalitat, que actualmente apenas tiene competencias en horarios, una competencia que curiosamente fue pactada por Joaquim Nadal, entonces consejero de Territorio por el PSC y hoy consejero de Universitats como independiente.

El PSC intenta minimizar el impacto del escándalo, que ha estallado justo antes del inicio de campaña electoral. Salvador Illa, líder de los socialistas, ha mostrado indiferencia ante la propuesta de Aragonès de impulsar una “alianza de país” [avanzada en un artículo publicado en Ara] para mejorar el servicio y le ha instado a cumplir los compromisos en movilidad firmados en los presupuestos como el convenio de la B-40 o el impulso del contrato-programa cuya no realización, dijo, “comprometen” la credibilidad del president. Illa evitó criticar al Ministerio de Fomento, dirigido por Raquel Sánchez, su compañera de partido, y recordó que ha ejecutado 1.000 millones de euros en obras y adjudicado 2.300 en otras.

“La vida no se para, pasan cosas y hay que afrontarlas”, dijo el también jefe de la oposición cuando se le preguntó si la enorme avería trastocaba su campaña. Tras insistir en que el Govern está incumpliendo sus acuerdos, Illa reclamó abandonar la cultura de “la queja” para apostar por las “dinámicas de colaboración” Tras advertir que es “poco amante” de los espectáculos y del “chafardeo”, dijo el dirigente socialista reclamó una campaña serena e ironizó apuntando que él no ha acudido a las sedes dónde se realizaron las oposiciones fallidas para utilizarlo como arma electoral ni tampoco solicitado la dimisión de la consejera de Presidencia Laura Vilagrà. “No me gustan las reprobaciones y menos en campaña”, dijo.

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