El Barça, equipo de Gobierno
Lo que más entristece de todo este tinglado, de todo este pan y circo, o toros y fútbol que utilizaba Franco, es que el fútbol se sigue utilizando como elemento de distracción política
Hace unos días, Joan Laporta, dio una rueda de prensa para tratar de explicar la situación en que se encontraba la entidad blaugrana que preside por el llamado caso Negreira. Un proceso penal abierto contra el Barça por el pago de más de 7 millones de euros a empresas de José María Enríquez Negreira, entonces vicepresidente del Comité Técnico Arbitral.
En un momento dado, Laporta, en lugar de centrarse en las explicaciones, acusó al Real Madrid de realizar un ejercicio de “cinismo sin precedentes” por personarse en la causa y lo calificó de “equipo del régimen”, de la dictadura franquista, se entiende. Tras el ataque -ya sabemos que los dos equipos andan como el perro y el gato, algo que a mí me da igual-, el Real Madrid no tardó en publicar un vídeo titulado: “¿Cuál es el equipo del régimen?”, vinculando al club catalán con Franco.
No entraré en el proceso penal, que anda en manos de jueces, pero sí en cómo, al poco de publicarse el vídeo, Patricia Plaja, portavoz de la Generalitat, exigía disculpas del Real Madrid en nombre del Govern: “este vídeo, que ha difundido el Real Madrid, es una manipulación de la historia tan burda que parece de manual. Es una fake news indecente y lo peor de todo es que no viene de un usuario particular, por lo tanto le hemos de dar la importancia que tiene, y no es poca, porque viniendo de una institución como es un club de fútbol con tantísimos seguidores y con tanta repercusión es muy preocupante, una irresponsabilidad, una ofensa y un insulto a los miles de personas que sufrieron el régimen franquista; también FCB, sin ir más lejos, su presidente, Josep Sunyol, fue fusilado por el régimen y quizás en Madrid no lo recuerdan. Estaría bien que el Madrid retirar el vídeo y que pidiera disculpas.”
También desde su plácido exilio Puigdemont, siempre atento a que no nos olvidemos de su existencia, trató de llamar al orden al equipo blanco: “Lo que Madrid está haciendo con el Barça, tanto la persecución como el esfuerzo por imponer un relato oficial en el que los opresores son víctimas del oprimido, es lo mismo que llevan décadas haciendo con Catalunya”.
A pesar de que, como recordaba el ex senado de Podemos Óscar Guardingo en tuiter: “Pocas instituciones en los años 60 había más franquistas que Foment, el Barça y Òmnium”, y estaría bien que se asumieran los pasados, lo que no parece de recibo es que la Generalitat entre a defender a un equipo de fútbol que, recordemos, es sencillamente una entidad de capital privado.
Poco más que discutir en ese terreno. Salvo que lo que más entristece de todo este tinglado, de todo este pan y circo, o toros y fútbol que utilizaba Franco, es que el fútbol se sigue utilizando como elemento de distracción política y que un gobierno autonómico tenga como bandera la defensa de un club de fútbol, es tan patético como que un equipo de fútbol tenga como bandera la defensa de un determinado gobierno. Si esa es la forma de hacer política, me pregunto qué pintamos en esta democracia los catalanes que no nos gusta el fútbol, los que no somos del Barcelona o los que no hemos votado a este gobierno.
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