Los Mossos sospechan que Levi Davis, el jugador de rugby desaparecido en Barcelona, se ahogó en el mar

Los Mossos d’Esquadra sospechan que Levi Davis, el jugador de rugby británico desaparecido en Barcelona el pasado mes de octubre, se ahogó en el mar. La policía vincula la desaparición del deportista con un avistamiento en alta mar en la costa barcelonesa el día después de que se perdiera su rastro en el puerto. La familia y los Mossos se reunieron el martes, donde compartieron los avances de la investigación.

Davis fue visto por última vez la noche del 29 de octubre en un pub irlandés de La Rambla. Las cámaras de videovigilancia de la ciudad le ubican posteriormente cerca del Hard Rock Café aquella misma noche y los investigadores consideran que regresó por La Rambla hasta el puerto. Su teléfono dio señal por última vez la madrugada del sábado 30 de octubre en una torre telefónica en el extremo del puerto más cercano a la entrada del mar, asegura la familia en un comunicado. Cerca de la zona se encontró también su documentación.

La madrugada del mismo 30 de octubre el personal de un barco que entraba en el puerto vio a un hombre en el agua a las 6.30 de la mañana y le lanzó un chaleco salvavidas, pero los servicios de emergencia no pudieron finalmente encontrarlo. La investigación sigue su curso, pero los Mossos sospechan que aquel hombre puede ser Davis, según ha podido saber EL PAÍS. “Estamos a la espera de que la policía portuaria autorice un nuevo registro de las aguas y las zonas inaccesibles del puerto”, apunta la familia, que agradece el trabajo policial y del Consulado Británico de Barcelona.

La desaparición del exjugador de rugby ha sido muy mediática en el Reino Unido, donde Davis era una celebridad tras participar en el programa musical X Factor y en otro proyecto televisivo llamado Celebs Go Dating. Debutó en 2019 en primera división de rugby con los Bath, y alternó un tiempo sus facetas deportiva y musical. En 2022 publicó With Me, su primera canción en Spotify.

Su crecimiento profesional, sin embargo, no avanzó como esperaba, y su familia alertó que el joven pasaba un mal momento personal. “Lo veía deprimido y creía que lo seguían”, aseguró a EL PAÍS la madre, Julie Davis, en su primera visita a Barcelona el pasado mes de noviembre. “Cuando ganó popularidad se le acercaron algunas personas que quizás tenían sus intereses; y mi hijo confía demasiado en la gente”, dijo la madre.

Su entorno se puso en manos de un equipo de investigación privado liderado por Gavin Burrows, especialmente conocido en el Reino Unido por asumir desapariciones de personas. Los detectives ofrecieron 11.500 euros pistas ciudadanas, y vincularon su desaparición con una deuda de 100.000 euros y con un supuesto secuestro de una mafia somalí. Los Mossos d’Esquadra, sin embargo, siempre ha tratado el asunto como un caso ajeno a la unidad criminal. Tras dos meses de investigación privada, la familia rompió con la empresa de Burrows. “No aportaron ninguna prueba de sus falsas teorías”, argumentó.

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