La Universitat Pompeu Fabra apartó al catedrático Vicenç Navarro tras una denuncia por acoso laboral
Secretarias e investigadores lo acusan de intimidaciones y exigencias fuera del horario laboral, hechos que el docente ya jubilado niega. El campus anuncia una revisión del caso
La Universitat Pompeu Fabra (UPF) apartó en 2021 al catedrático Vicenç Navarro tras una denuncia con la que detectó 25 años de presunto abuso de autoridad, han explicado fuentes del centro. El docente fue expedientado por el centro adscrito a la UPF Barcelona School of Management (BSM), en el que era profesor cuando fue denunciado en 2021, según han adelantado eldiario.es y el diario Ara. Un portavoz de la universidad admite que el BSM abrió un expediente interno tras “la denuncia formal por acoso laboral” de una trabajadora “con el resultado final de discontinuación de la relación laboral” con el centro adscrito en mayo de 2021. Navarro estuvo vinculado al BSM desde 2018. Hasta esa fecha fue catedrático emérito en la Pompeu. Tenía 83 años cuando fue cesado.
La investigación realizada por los dos diarios revela acusaciones de acoso laboral e intimidaciones -gritos constantes, comentarios de desprecio y algún insulto- hacia varias trabajadoras cercanas, desde secretarias o investigadoras, situación que acabó derivando en depresiones o bajas de ansiedad. Profesoras y coordinadoras académicas de los programas en que participó Navarro también aseguran que recibían exigencias fuera del horario laboral, de noche o incluso de madrugada. Algunas trabajadoras aseguran que se quejaron a la dirección o a Recursos Humanos del BSM, sin resultado alguno. La mayoría lo hizo verbalmente, pero una fue por carta en 2019.
Las víctimas del comportamiento de Navarro eran, principalmente, personal de rango inferior que trabajaba a sus órdenes, como secretarias, investigadores o profesores asociados. “Había llegado a trabajar a oscuras para que no él no supiera que estaba en el despacho. Llegué a saltar por la ventana para que no me encontrara”, relata un de estas docentes relata al diari Ara. Otra trabajadora explica que el docente llegó a tirarle una grapadora a la cabeza y que era muy exigente con sus secretarias, a las que pedía respuesta inmediata a sus peticiones, hasta tal punto que había llegado a entrar en el lavabo de mujeres.
La UPF ha asegurado este martes en un comunicado que en 2021 se recibió una denuncia formal de acoso laboral contra Navarro y el centro abrió un expediente. En mayo de ese año el catedrático presenta su jubilación “tras conocer que el centro había decidido discontinuar su relación laboral como resultado de la investigación abierta”, abunda el campus. Asimismo, a petición de la rectora Laia de Nadal, se ha iniciado una “revisión de oficio” para esclarecer los hechos.
Navarro asegura que todo lo publicado “es una enorme falsedad”, y también asegura que la universidad no lo cesó. “Soy yo el que me fui y hasta el rector Jaume Casals [en el cargo hasta 2021] me pidió que me quedara”, ha asegurado el catedrático a este diario. El exdocente asegura que nunca recibió ningún aviso desde el departamento de Recursos Humanos lamenta que no haber podido participar en el informe realizado por la BSM ni tener acceso a él. “No me han consultado ni me hicieron preguntas durante la investigación, me avisaron cuando ya estaba hecho y no me dejan tener acceso a él”, se queja. Para Navarro, este hecho demuestra “que detrás de esto hay algo más” y que la denuncia forma parte de una estrategia para “destruirlo” y “desacreditarlo”. “¿Por qué después de 20 años sale esto?”, cuestiona.
La investigación realizada por la Barcelona School of Management confirmó la versión de las trabajadoras, debido a la “cantidad de testimonios que describían los mismos hechos”. Fuentes del centro citadas por eldiario.es aseguran que se citó a Navarro para comunicarle las conclusiones del informe y se le dio “la oportunidad de hacer alegaciones”. Pero el académico no reconoció los hechos ni aportó pruebas de su inocencia, así que el centro le comunicó la decisión de finalizar la relación laboral.
Además de su carrera en la UPF, Navarro ha sido catedrático de Economía Aplicada en la Universidad de Barcelona y profesor en la Universidad Johns Hopkins de Baltimore. Fue nombrado doctor honoris causa por la Universidad de Lleida y por la Universidad de Málaga. En el ámbito político, cerró las listas electorales en las elecciones al Parlament de Cataluña en 2015 con las siglas de Catalunya Sí que es Pot, que acabó integrándose en Podemos.
Este no es el único escándalo que afecta a la UPF. Otra investigación de eldiario.es destapó otro supuesto caso de acoso laboral por parte del catedrático Rafael Maldonado. Aquí una veintena de investigadores describen un “clima de terror” y “de coacción” durante casi dos décadas en el seno de Neurophar, el laboratorio de Neurofarmacología de la universidad.
Más allá de este caso, la Pompeu asegura que desde el mes de marzo trabaja “en un proceso de revisión de los mecanismos y procedimientos para canalizar y resolver casos que puedan afectar al bienestar de las personas”. Y avanza que plantea mejoras como revisar el sistema de instrucción de expedientes informativos y disciplinario, o que durante de la denuncia de un caso se pueda contar con asesoramiento externo.
Tras conocerse la noticia, la consejera de Igualdad y Feminismos de la Generalitat, Tània Verge, ha reclamado prevención y reparación: “Las universidades han de ser espacios seguros y libres de acosos y violencias. El deber de actuar va mucho más allá de esperar a que se interponga una denuncia cuando hay sospechas”.
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