La policía detiene en Terrassa al padre de las dos hermanas asesinadas en Pakistán

Los Mossos d’Esquadra y el Cuerpo Nacional de Policía han detenido este miércoles en Terrassa (Barcelona) al padre de Arooj y Aneesa Abbas, las hermanas de 24 y 21 años que fueron asesinadas, víctimas de uno de los llamados crímenes de honor, en mayo del año pasado durante un viaje a Pakistán a manos de sus familiares. Tras varios meses de investigación sobre el entorno familiar de las hermanas, la Fiscalía presentó una denuncia ante el juez, que ha ordenado la detención del padre, Ghulam Abbas, por su presunta implicación en el doble crimen, según han explicado a EL PAÍS fuentes del caso. Se le acusa de un delito de asesinato como cooperador necesario, de coacciones y de matrimonio forzado. La investigación considera que Abbas pudo estar involucrado en el complot que condujo a las chicas de vuelta a su tierra natal, en la región paquistaní de Gujrat (este del país). Allí encontraron la muerte, tras negarse a traer a Europa a sus maridos, con quienes se habían casado años atrás en matrimonios de conveniencia organizados por la familia.

Del asesinato fue testigo la madre, Azra Bibi, que se encontraba aislada y sin poder hacer nada para salvar a sus hijas. La mujer, que llegó a temer por su vida, regresó pocos días después de los hechos a Barcelona tras una operación de rescate de la policía de Pakistán. Ante los Mossos, y por orden de la Fiscalía, apuntó a su hijo Shehryar como principal responsable del plan. La madre fue de hecho el señuelo que usaron los familiares para atraer a Arooj y Aneesa hasta su pueblo natal. Les explicaron que había caído enferma y también les hicieron creer que iba a celebrarse la boda de su hermano mayo en Pakistán. La investigación judicial abierta por el titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Terrassa trata de aclarar si el padre ayudó a diseñar ese plan y si pudo conocer o intuir el fatal desenlace que aguardaba a sus hijas.

Ghulam Abbas, de 53 años, ha sido detenido a primera hora de este miércoles. Trabajaba desde hacía unos ocho años como empleado en una tienda de alimentación. Allí estaba el 20 de mayo de 2022, cuando recibió la noticia de que sus hijas Arooj y Aneesa habían sido asesinadas. Y cuando supo, también, que otros dos hijos suyos, los varones Shehryar y Asfandyar, habían sido detenidos por participar en el doble feminicidio. Algo confundido, visiblemente cansado y sin expresar pesadumbre por lo acontecido a sus hijas, Abbas se limitó a afirmar a los pocos días, en conversación con este diario: “Tengo dos hijas muertas y dos hijos en la cárcel; no sé qué pensar”. Los Mossos prevén registrar su domicilio, situado a apenas cinco minutos a pie, un piso modesto en un bloque sin ascensor.

La policía ha registrado durante casi tres horas el piso, donde buscaba ahora indicios que aclaren cuál fue la participación del padre en el doble asesinato fue, una vez, el hogar común de los Abbas. El padre llegó solo a España hace 14 años en busca de oportunidades. Trabajó vendiendo flores en restaurantes de Barcelona y como dependiente en el colmado de Terrassa. Con el tiempo logró reagrupar a su familia, incluida su mujer, Azra Bibi, y cinco de sus hijos (entre tanto, el primogénito había fallecido, ahogado, en un río de Pakistán). Siguiendo una costumbre que sigue teniendo mucha fuerza en zonas rurales del país, la familia organizó matrimonios de conveniencia para Arooj y Aneesa, que se casaron con primos suyos en Pakistán mientras empezaban a hacer su vida en Barcelona.

Arooj y Aneesa ayudaban a su padre en la tienda, pero tomaron las riendas de sus vidas. A miles de kilómetros de unos maridos con los que no les unía ningún vínculo sentimental, iniciaron nuevas relaciones amorosas. Su padre no lo vio con buenos ojos y la relación se volvió conflictiva, hasta el punto de que cuando ocurrieron los hechos ya hacía meses que no vivían en el domicilio familiar, se habían desplazado a Valencia. Uno de sus hermanos, Shehryar —principal acusado del doble crimen en Pakistán— llegó a apuñalar a un chico con el que una de ellas había empezado a salir.

Las sospechas de la Fiscalía

Alrededor del mes de marzo de 2022, una parte de la familia, incluida la madre, viajó a Pakistán mientras Abbas seguía trabajando en Barcelona. En mayo se les unieron las dos hermanas asesinadas, Arooj y Aneesa. Habían caído en una trampa. Cuando llegaron al pueblo de Nothia, sus familiares insistieron en la necesidad de que, dado que tenían permiso de residencia en España, debían tramitar los permisos oportunos para llevarse a sus maridos a Europa. Ellas se negaron y expresaron su intención de divorciarse y de casarse con sus parejas en aquel momento. Murieron víctimas de uno de los llamados crímenes de honor, una forma de violencia machista que cada año se cobra la vida, solo en Pakistán, de medio millar de mujeres. Seis personas —incluidos los maridos y dos hermanos de las víctimas— están en prisión por matarlas de un disparo.

Poco después de que trascendiera el suceso, la fiscal jefe de Terrassa, Remei Soriano, abrió diligencias de investigación. Pese a que el doble crimen ocurrió en Pakistán, la Fiscalía quería comprobar si el entorno familiar de las hermanas participó de algún modo en la cadena de sucesos que condujo a su muerte. Las pesquisas realizadas por los Mossos apuntan a que Abbas participó en el complot urdido por los familiares para llevar a las chicas hasta Pakistán con el pretexto de que la madre se encontraba gravemente enferma. Tras recabar los indicios oportunos, la fiscal puso el caso en conocimiento del juzgado, que ha abierto una investigación y ha ordenado a los Mossos la detención y el registro de este miércoles como paso para aclarar los hechos. Está previsto que en las próximas horas el padre pase a disposición del juez, que decidirá si sale en libertad o si ingresa en prisión preventiva.

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