El pacto de la indefinición entre los médicos y el Govern

A última hora del pasado martes 31 de enero, a las puertas del inicio de otra huelga parcial de médicos en Cataluña, el Departamento de Salud de la Generalitat acordó en una sala de reuniones de la consejería tres documentos con el sindicato Metges de Catalunya. El primero era la resolución para la creación de la mesa bilateral permanente entre médicos y Salud; el segundo desgranaba las medidas necesarias para mejorar la accesibilidad al sistema sanitario; y el tercero era la desconvocatoria oficial de la huelga. El círculo se cerraba: Salud quería a toda costa evitar los paros y el sindicato conseguir mejoras laborales y retributivas.

El fin de la huelga fue presentado como un éxito colectivo. Un win-win. Pero a la hora de explicar los detalles de lo que habían decidido para mejorar el sistema sanitario, todos se miraban: “Confiamos en el Departamento para aplicar las mejoras que reclamamos”, defendió el secretario general de Metges de Catalunya, Xavier Lleonart. El consejero Manel Balcells tampoco fue mucho más allá. “Tenemos listo un paquete de medidas urgentes, pero ya lo explicaremos más adelante”. Revisados los tres documentos definitivos a los que ha tenido acceso EL PAÍS, uno puede llegar a convenir que no es que los representantes no quisieran concretar las mejoras. Es que no podían.

Únicamente 1 de los 11 puntos que se recogen en el segundo documento, titulado “medidas urgentes para mejorar la accesibilidad al sistema de salud”, detalla acciones concretas para su aplicación: “La exoneración de la atención continuada localizable para poner el mismo límite de edad que en el caso de la atención continuada presencial”. El resto de propuestas, repartidas en tres bloques, desgranan las necesidades del colectivo, pero no ofrecen ninguna cifra o acción precisa.

“No sé responder qué hemos logrado con la huelga”, lamenta un médico

El primer bloque pretende “reordenar los procesos y agendas de los profesionales” y reclama “establecer un tiempo mínimo” de visitas presenciales y no presenciales, ente otros. Para ello, el documento asegura que Salud desplegará diferentes medidas, aunque todos huyen de la concreción: iniciar un estudio de cargas de trabajo, optimizar la jornada laboral, mejorar la gestión de la e-consulta, desburocratizar las consultas y adecuar el canal de comunicación con los pacientes. La única propuesta concreta que plantea el texto es el del “reservar cuatro horas semanales a tareas clínicas sin pacientes”, aunque esta se presenta a modo de ejemplo.

Los dos bloques siguientes abordan cuestiones salariales y organizativas, aunque tampoco ofrecen propuestas precisas, más allá del límite de edad en la atención continuada. El sindicato y Salud también pactan en el texto habilitar una “partida presupuestaria destinada a las entidades del Siscat” para financiar la actividad extraordinaria, entre algunas cuestiones más. Todo, sin cifras.

Tanta inconcreción ha dejado atónito a parte del colectivo médico tras asumir dos jornadas de huelga, con la consiguiente reducción del sueldo, el 25 y 26 de enero. “Cuando me preguntan qué hemos conseguido, no sé qué responder”, admite un médico miembro de la junta del Colegio Oficial de Médicos de Barcelona (Comb) que cree en el diálogo: “El nuevo equipo de la consejería permite confiar en que quizás esta vez van en serio”. Esta misma fuente, sin embargo, señala el riesgo de que la mesa bilateral plantee cuestiones que ya están estudiadas y analizadas anteriormente. “En su día los expertos ya presentaron 30 medidas para transformar el sistema. Ahora faltan las medidas concretas, no seguir debatiendo”.

Las reclamaciones de Metges de Catalunya se desarrollarán ahora en la mesa bilateral que acerca al colectivo médico a los mandos de decisión del Departamento. Este espacio, que ha levantado ampollas entre el resto de personal sanitario, fue presentado por el sindicato como garante de las decisiones de Salud, que a su vez vio en ella una alternativa a la huelga y evitar otro impacto asistencial. La resolución del Gobierno catalán presenta la mesa como un punto de encuentro que busca “el mayor consenso posible” para mejorar el sistema, pero tampoco asume plazos en la toma de decisiones. En los encuentros, que se celebrarán quincenalmente durante el primer semestre, participarán cuatro miembros del sindicato, dos representantes del Consejo de Colegios de Médicos de Barcelona, tres del Departamento, y tres más del CatSalut.

Metges de Catalunya, que representa a 12.000 médicos, reivindica las negociaciones como un éxito por haber conseguido “una mesa propia para interlocutar directamente con la Administración y nadie más”. A través de un videomensaje, Lleonart aseguró el viernes que las mesas de negociación sectorial “quedan cortas” y que la nueva mesa bilateral será utilizada “para mejorar nuestras condiciones”. Cuando enumera la lista de mejoras, el secretario general enumera los puntos del acuerdo, con la misma inconcreción: “Hemos conseguido un plan de medidas urgentes para mejorar la accesibilidad, racionalizar las agendas, mejorar la atención a los pacientes…”.

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