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“Cloacas” policiales y 3%: las perturbaciones políticas se enquistan en los Mossos

El exjefe de investigación de la policía catalana pide a Interior que defienda al cuerpo después de que David Madí, ex alto cargo de Convergència, señalase prácticas de “cloaca” en la policía catalana

Rebeca Carranco
David Madí
El ex alto cargo de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) David Madí, en una fotografía de archivo.David Zorrakino (Europa Press)

Las perturbaciones en los Mossos d’Esquadra no cesan desde que El PAÍS destapase una ruptura en la anterior cúpula. El terremoto supuso la destitución del entonces comisario jefe, Josep Maria Estela. Pero lejos de acabar con ellas, las turbulencias siguen afectando al Departamento de Interior. El último episodio lo ha protagonizado David Madí, un ex alto cargo de Convergència. Madí acusó a la policía catalana, en Rac1, en horario de máxima audiencia, de llevar a cabo “técnicas de cloaca”, donde se señaló al intendente Toni Rodríguez y “todo ese entorno” de prevaricar y filtrar informes de casos en los que se le investiga, como el del 3%. El Departamento de Interior, que dirige ERC, ha pedido a los servicios jurídicos que analicen sus declaraciones para estudiar si hay posibles consecuencias legales.

En una carta a la Dirección General de la Policía, el intendente Rodríguez ha pedido a Interior que defienda a la institución de las declaraciones de Madí. “Son un ataque intolerable sobre la profesionalidad y el prestigio del cuerpo”, ha indicado el investigador policial, que se considera “directamente señalado”, en una carta que también ha enviado al sindicato de mandos SICME, con la misma petición. Rodríguez fue uno de los destituidos por ERC hace apenas un año, junto al major Trapero y otros comisarios, algunos de los cuales fueron enviados a destinos sin apenas atribuciones, lo que se leyó como un castigo. Rodríguez denunció entonces su cese que vinculó a las investigaciones delicadas que estaba llevando a cabo, y señaló directamente al actual jefe del cuerpo, el comisario Eduard Sallent.

Interior, que ha puesto a disposición de Rodríguez los letrados de la administración, asegura que no ha recibido la misiva. A preguntas de los periodistas, el consejero Joan Ignasi Elena ha tachado de inaceptables las declaraciones de Madí. El sindicato de mandos mayoritarios de la policía catalana Sicme, al que pertenece Rodríguez, salió al paso el domingo, casi una semana después. A través de Twitter, manifestaron que están “hartos” de los ataques a los mandos y a la institución, y amenazaron con “emprender acciones legales” contra Madí por sus acusaciones contra “el intendente Rodríguez y por extensión contra toda la familia de investigación”.

Las declaraciones de Madí han abierto además otro frente con el exconsejero del Interior Miquel Sàmper. En su entrevista, Madí dijo de él que era “hojarasca” que aterrizó en el Departamento de Interior, donde estuvo durante la pandemia, sin tener “ni idea de nada” y que fue “un peón” de “una facción” de los Mossos, en referencia a luchas de poder entre mandos policiales. Sàmper ha acusado este lunes a Madí de influir “sin ningún tipo de duda” en el hecho de que él no continuase en el Gobierno de ERC y Junts. Sàmper cayó en el último momento de todas las quinielas que le hacían titular de Justicia.

El exconsejero del Interior ha añadido que en cuanto fue nombrado sintió una “presión asfixiante” por parte del entorno de Madí. “No toques a nadie porque todo el mundo es mío”, asegura que le dijo Madí cuando asumió la cartera de Interior. Y mencionó, según él, a Brauli Duart, entonces secretario general de Interior. Sàmper ha afirmado que destituyó a Duart y que eso supuso su caída en desgracia. También ha indicado que el ex alto cargo de Convergència, aunque nunca mencionó al comisario Eduard Sallent, actual jefe de los Mossos, ambos tienen una relación personal. Sallent y Madí se conocieron hace años en la Federación Nacional de Estudiantes por Catalunya (FNEC), de la que Sallent fue secretario general.

Fuentes cercanas a Madí niegan que en sus declaraciones se refiriesen directamente a Rodríguez, y que tuviesen ninguna intervención en el hecho de que Sàmper no fuese finalmente nombrado titular de Justicia. También piden que el Departamento que dirige Elena investigue las filtraciones a los medios sobre las investigaciones que afectan al ex alto cargo de Convergència. Sobre las voluntad de hablar con Sàmper cuando fue nombrado, tal y como constan en las intervenciones telefónicas de la causa Voloh, sobre presunta corrupción policial, esas mismas fuentes lo circunscriben a una manera de prevenirle después del terremoto que supuso la anterior etapa en el Departamento de Interior, con los Mossos y las protestas por la sentencia del procès en las calles.

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Madí tenía una relación estrecha con el entonces consejero Miquel Buch y conoció de primera mano lo ocurrido. El exconsejero de Junts vivió una etapa convulsa en Interior, con las peores protestas que se recuerdan en los últimos tiempos. Su cargo pendió en diversas ocasiones de un hilo. También nombró a diversos comisarios jefes, el último de ellos Eduard Sallent que ascendió el mismo día a comisario y jefe del cuerpo y que actualmente, tras la ruptura con el anterior comisario jefe, es de nuevo el responsable policial de los Mossos d’Esquadra.

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Sobre la firma

Rebeca Carranco
Reportera especializada en temas de seguridad y sucesos. Ha trabajado en las redacciones de Madrid, Málaga y Girona, y actualmente desempeña su trabajo en Barcelona. Como colaboradora, ha contado con secciones en la SER, TV3 y en Catalunya Ràdio. Ha sido premiada por la Asociación de Dones Periodistes por su tratamiento de la violencia machista.

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