Las Tres Chimeneas están en zona inundable y el nuevo barrio deberá tomar medidas ante posibles avenidas

El ámbito de las Tres Chimeneas de Sant Adrià, la antigua central térmica y el enorme solar que las rodea (que será un nuevo barrio con casi 2.000 pisos, actividad económica y equipamientos) está en una zona inundable por el agua del río Besòs, en el tramo de su desembocadura. Así lo revela el documento de aprobación provisional del Plan Director de Urbanístico (PDU, que fija cuántos metros cuadrados habrá de cada uso y dónde se colocarán) que el departamento de Territorio de la Generalitat, que declina hacer cualquier comentario sobre las novedades, está a punto de tramitar en su fase final. En este punto también los plenos de Sant Adrià y Badalona deberán aprobar el PDU. La plataforma por la conservación de la antigua térmica ha puesto el grito en el cielo y ha escrito a los dos ayuntamientos preguntándoles si piensan apoyar el planeamiento de unos terrenos que en su mayoría pertenecen Endesa y Metrovacesa, que actúan conjuntamente a través de la sociedad Front Marítim del Besòs.

Los proyectos de urbanización deberán incorporar novedades, fruto de informes de la Agencia Catalana del Agua (ACA) y de Protección Civil. Una parte del solar, la más próxima al río, estaría afectada por inundación cada 100 años; y el conjunto, cada 500. Que una zona sea inundable no comporta que no se pueda edificar, pero la legislación sí obliga a una serie de actuaciones específicas. Entre las “medidas preventivas frente al riesgo de inundación del río Besos” figuran sistemas de alerta para avisar de avenidas, construir a determinadas cotas, o garantizar la estanqueidad de los aparcamientos de las viviendas, con puertas especiales y levantando los accesos 45 centímetros por encima del nivel de la calle.

Sobre los sistemas de alerta, el epígrafe “cambios introducidos fruto de las prescripciones de los informes sectoriales”, detalla que los proyectos de urbanización “deben incluir medidas preventivas frente al riesgo de inundación del río Besòs y disponer de sistemas de alerta que permitan tener más tiempo para llevar a cabo actuaciones de autoprotección entre la detección de la avenida y la inundación por periodos de retorno de 100 y 500 años que afecten al sector”. El periodo de retorno se refiere a la posibilidad de que ocurra cada 100 años (probabilidad media u ocasional en la parte del ámbito más próxima al río) o 500 años (baja o excepcional y sobre el total del ámbito). Además de estar pegado a la desembocadura del Besòs, el sector está a primera línea de mar.

Los edificios previstos, indica la documentación, se permitirán “siempre y cuando se tenga en cuenta el riesgo de inundación existente” y que los usos residenciales se deberán “disponer en una cota en la que no se vean afectados por la avenida de periodo de retorno de 500 años”. También se obliga a tener “estudios específicos para evitar el colapso de las edificaciones” y “vías de evacuación”, por lo que el promotor de las obras deberá presentar una declaración responsable y hacer constar en el Registro de la Propiedad que la construcción se encuentra en zona inundable, “señalizando debidamente la inundabilidad del mismo”.

El estudio de inundabilidad señala el efecto que el puente del ferrocarril, junto al puente por donde circulan coches, bicicletas y el tranvía, tiene sobre el río en sus metros finales: “Actúa como restricción del agua y causa el vertido por los muros del río a la altura de la avenida de Eduard Maristany”, la que pasa entre el sector de las Tres Chimeneas y el tren. El estudio propone elevar las nuevas calles a una cota de máxima de 7,75 metros y una mínima de 3,7 metros, crear un humedal en la zona del futuro parque y “colectores-sifones que conecten la zona interior de la ciudad y la playa, por debajo de la nueva urbanización”. El humedal y los colectores reducirían el alcance de las avenidas, señala.

El apartado de los usos del PDU que la Generalitat quiere aprobar provisionalmente confirma que el 65% del techo construido será vivienda y el 35% actividad económica. Pero eleva a 1.959 los pisos (antes eran 1.800), un 60% de precio libre y un 40% protegidos. El planeamiento prevé cuatro pasos perpendiculares a la línea de costa para conectar el nuevo barrio con Sant Adrià y Badalona. Sobre el uso del edificio de las Tres Chimeneas, fija que sea privado, mientras el de la sala de turbinas serían equipamientos públicos. El coste de la urbanización del ámbito se cuantifica en 87 millones de euros.

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