Medio millar de personas despiden a Joan Ollé en su funeral con un largo aplauso

Medio millar de personas, entre ellas una gran representación de la profesión teatral catalana, han despedido este mediodía en el tanatorio de Sáncho de Ávila de Barcelona, entre manifestaciones de cariño y admiración, al director Joan Ollé, fallecido el martes a los 66 años. Al funeral han acudido el ministro de Cultura y Deporte Miquel Iceta y el ex presidente de la Generalitat, José Montilla. Por parte del Govern ha asistido el Director General de Promoción Cultural y Bibliotecas, Josep Vives, encargado del área de equipamientos teatrales. Pero ningún representante oficial del gobierno municipal. No se han hecho referencias directas, aunque sí veladas, a la situación que vivía el director, empeñado en limpiar su nombre, incluso por la vía legal, tras las acusaciones por acoso y abuso de poder en el Institut del Teatre que fueron archivadas tras una investigación del centro y no tuvieron recorrido judicial. Los participantes en el acto han subrayado la gran aportación de Ollé al teatro y la inmensa pérdida, humana y artística, que supone su desaparición. Mientras, han seguido apareciendo mensajes contra Ollé en las redes sociales.

La ceremonia, muy emotiva, ha tenido uno de sus momentos más conmovedores cuando Joan Manuel Serrat, gran amigo de Ollé, ha cantado a capella y visiblemente emocionado junto al ataúd con los restos del director, cubierto por unas rosas rojas, la Elegía por Ramón Sijé, de Miguel Hernández. “Tanto dolor se agrupa en mi costado,/ que por doler me duele hasta el aliento./ Un manotazo duro, un golpe helado, / un hachazo invisible y homicida,/ un empujón brutal te ha derribado./ No hay extensión más grande que mi herida, lloro mi desventura y sus conjuntos/ y siento más tu muerte que mi vida”, ha cantado Serrat mientras a todos los presentes se les hacía un nudo en la garganta. “A las aladas almas de las rosas/ del almendro de nata te requiero / que tenemos que hablar de muchas cosas/ compañero del alma, compañero”, ha finalizado.

Entre los que han hablado en el funeral ha estado Mario Gas, que ha recordado con ternura y humor a Ollé y cómo en sus inicios lo programó en el Saló Diana y también el espectáculo que hicieron sobre Jaime Gil de Biedma. Ha aprovechado para recitar tres poemas ad hoc del escritor, uno de ellos el De vita beata –”entre las ruinas de mi inteligencia”-, y otro el tristísimo dadas las circunstancias Resolución: “Resolución de ser feliz/ por encima de todo, contra todos/ y contra mí, de nuevo/ -por encima de todo, ser feliz-/vuelvo a tomar esa resolución./ Pero más que el propósito de enmienda/ dura el dolor del corazón”. Gas ha enfatizado la colaboración “fundamental” de Ollé al teatro del país y ha deplorado que se le haya “tratado mal”.

Muy especial intención ha tenido la intervención de Jordi Coca, que ha recitado parte del célebre monólogo del Julio César de Shakespeare en el que Marco Antonio declama una oración fúnebre sobre el cadáver del amigo apuñalado señalando a sus asesinos. “Amigos, romanos, compatriotas, escuchadme: he venido a enterrar a César, no a ensalzarlo. El mal que hacen los hombres les sobrevive; el bien suele quedar sepultado con sus huesos. Que así ocurra con César”, ha recitado señalando al ataúd. “Bruto os ha dicho que César era ambicioso: si lo fue, era la suya una falta grave, y gravemente la ha pagado. (…) No hablo para desmentir lo que Bruto dijo, sino que estoy aquí para decir loque sé. Todos le amasteis alguna vez, y no sin razón. ¿Que razón, entonces, os impide ahora hacerle el duelo? ¡Ay, raciocinio te has refugiado entre las bestias, y los hombres han perdido la razón!”.

El actor Paco Ortega, ha recordado también los inicios de su amistad con Ollé y ha leído un mensaje de condolencia de José Luis Gómez. Han intervenido asimismo el actor y director Joan Anguera, la actriz Roser Camí, y Ester Nadal y el hermano del fallecido, Quim Ollé, que han representado un pequeño sketch de L’illa del tresor, el programa de TV3 de Joan Barril y Joan Ollé que Nadal y el director convirtieron en espectáculo teatral. Han acabado con Quim Ollé lanzando una cuartilla de palabras mágicas recortada como confeti sobre el ataúd.

En el funeral, conducido por el crítico Albert de la Torre, se ha escuchado una canción de Raimon y otra de Ramon Muntaner y se ha cerrado con Champán de Peppino di Capri, tras lo cuál y mientras se retiraba el ataúd el público que llenaba la sala ha tributado en pie una larguísima ovación al fallecido.

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