Borràs y Turull apuran sus opciones para liderar Junts

Junts per Catalunya cerrará a las 16.00 horas de este martes el plazo para presentar las candidaturas para dirigir el partido y, de momento, la incógnita es absoluta. Tras las renuncia de Carles Puigdemont y de Jordi Sànchez, el exconsejero Jordi Turull y la presidenta del Parlament, Laura Borràs, se perfilan como los principales aspirantes a liderar la formación en el congreso del 4 de junio. Dirigentes de Junts, entre ellos consejeros y diputados, impulsaron la semana pasada el manifiesto titulado Junts, unitis i determinats en favor de que Turull asumiera la secretaria general y Borràs la presidencia en un rol más institucional. Las dos partes han apurado sus opciones y mantenido unas herméticas negociaciones hasta este lunes. El resultado de las mismas arrojará un pacto o bien un pulso entre las dos almas de Junts.

La dirección saliente es partidaria de que cuaje una lista única para evitar el suspense y un desgaste innecesario en un partido que apenas tiene dos años de vida. El citado manifiesto anima a los dos aspirantes a estrechar complicidades. Junts, de hecho, atraviesa una situación delicada al perder en el espacio de un mes tres de sus principales caras visibles: Sànchez sorprendió en abril al revelar en un Consell Nacional que no optaría a la reelección como secretario general; Puigdemont anunció el día 3 que renunciaba a la presidencia por no poderse dedicar y querer centrarse en el Consell de la República y tres días después la diputada y exvicepresidenta del partido Elsa Artadi abandonó de forma inesperada su carrera política.

En una entrevista en RAC1, el propio Sànchez abogó este lunes por la “unidad del partido” e insistió en que un liderazgo bicefalo de Turull y Borràs es la mejor opción para poner en valor los puntos fuertes de Junts y para darle empaque a la formación. El todavía secretario general les definió como “personas carismáticas” que no esconden una “personalidad fuerte”. En el horizonte aparecen las elecciones municipales de 2023, un territorio, el mundo local, que históricamente da buenos réditos para el substrato convergente que encarna Junts. Además, quien tome las riendas del partido deberá lidiar con la incertidumbre permanente que hay en el Govern y con la posibilidad de que cualquier arañazo provoque la ruptura definitiva con Esquerra.

Turull encarna el talante más pragmático de Junts frente al icono más radical que representa Borràs. Un nutrido de cargos de Junts, aunque también independientes, realizaron un primer movimiento en esta carrera precongresual con la presentación del citado manifiesto. Los firmantes, más de 200, abogan por la unidad y por conceder a Turull el poder ejecutivo y a Borràs el papel de sustituir a Puigdemont. La gran duda es si la actual presidenta del Parlament, que aspira a tener más peso decisorio, se va a confirmar con ese papel relativamente secundario tras haber arrasado en 2020 en las primarias del partido para ser candidata a las elecciones del 14-F. Borràs se enfrenta además a una posible suspensión de sus derechos como diputada si el Tribunal Superior de Cataluña dicta la apertura de juicio oral por estar imputada en una causa de corrupción.

Frente a la línea más ortodoxa de Junts, Borràs se ha alineado con los sectores más radicales del partido y ha sido cómplice de los gestos y compartido muchas de las posiciones del expresident Quim Torra. La diputada se ha desmarcado, por ejemplo, de los pactos con el PSC en la Diputación de Barcelona, que bendijo la ejecutiva y plantea renegociar las relaciones con Esquerra. En una entrevista en La Vanguardia, Borràs deslizó que el congreso de Junts no iba de “cargos sino de proyectos” y que las “urnas nunca son un problema sino la solución”. Y advirtió en cualquier caso solo una parte de los afiliados había firmado el manifiesto. El texto lo suscribieron entre otros los exconsejeros Quim Forn, Josep Rull y Meritxell Budó y varios de los que están ahora en el Gobierno como Jaume Giró y dos independientes como Victòria Alsina o Josep Maria Argimon.

Fuentes del entorno de Borràs precisaron que no revelaría su decisión hasta este martes. El pulso sigue en el aire mientras Jordi Sànchez no ha ocultado que en Junts “ha faltado lealtad de grupo”. El exsecretario general ha terminado su mandato debilitado por las críticas y reprochando la abundancia de voces disonantes dentro de la formación, incluso ante asuntos que forman parte del programa electoral. A modo de aviso, el aún secretario general sentenció: “Cuando se toma una decisión se tiene que defender, cerrar filas”.

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