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Seguridad y limpieza: o cómo poner en riesgo la alcaldía

Las encuestas insisten en que la falta de orden y la suciedad es lo que peor toleran los barceloneses desde, al menos, 1991

Agentes de la Guardia Urbana de Barcelona actuando en un desalojo de una plaza
Agentes de la Guardia Urbana de Barcelona actuando en un desalojo de una plazaMassimiliano Minocri
Alfonso L. Congostrina

“¿Cuál es el problema más grave que tiene la ciudad de Barcelona en estos momentos?”, a esta pregunta contestan desde 1991 —al menos dos veces al año— los 800 participantes de la encuesta telefónica con la que se diseña el barómetro municipal. El último es del pasado diciembre. Entonces, la inseguridad fue el principal problema para al 21% de los entrevistados. El segundo fue la falta de limpieza. Revisados todos los barómetros se constata que —salvo en periodos de crisis cuando el paro se considera la principal cuestión— la seguridad y la limpieza siempre están en los primeros puestos en cuanto a percepción de problemas. En 1991 la inseguridad fue la principal preocupación hasta que en diciembre de 1992 (la crisis postolímpica) la falta de empleo desplazó la sensación de inseguridad a segunda posición.

De 1998 a 2000 la limpieza fue el problema más grave, de 2000 a 2007 volvió a serlo la inseguridad, de 2008 a 2017 el paro y en 2018 volvió la inseguridad. Teniendo en cuenta que la falta de empleo no es una competencia municipal, EL PAÍS ha preguntado a históricos regidores de diferentes formaciones y a directores de comunicación si los problemas de seguridad y de limpieza pueden costarle a Ada Colau la reelección. La respuesta es “sí”.

Enric Casas es miembro del Consejo del Audiovisual de Cataluña (CAC) y fue director de Comunicación Corporativa y Calidad del Consistorio entre 1995 y 2011. “Si un año antes de las elecciones actúas con contundencia, el problema de la limpieza queda neutralizado. Es lo que ha hecho la alcaldesa ahora. Ha habido un cambio de contrata, se nota que hay más entusiasmo y han recuperado el riego de las calles. Con la seguridad es diferente y más ahora que aparecen en las redes sociales imágenes que pueden afectar a la percepción personal del votante. Yo añadiría un tercer problema que es la movilidad que enfada al conductor que no tiene donde aparcar, pero también enfada al peatón, al ciclista… indigna a todo el mundo y eso no es bueno en las urnas”, advierte Casas.

El que fuese director de comunicación en diferentes mandatos socialistas sostiene que aspectos como la limpieza y la seguridad pueden hacer perder los comicios a Colau. “Está comprobado que estas variables afectan más a la percepción del electorado femenino que es, en buena medida, sobre el que incide más Colau”, sostiene. El experto en comunicación admite que Colau tiene un porcentaje de votantes muy incondicional que ronda el 13%. “Pero, por otro lado, el grado de rechazo de los que no la votan es elevado. Si algún candidato consigue configurarse como la alternativa a Colau es posible que aglutine el un voto útil de aquellos que la rechazan. Es lo que intentó Manuel Valls y no logró”, afirma.

El histórico líder del PP en el Ayuntamiento, Alberto Fernández Díaz, mantiene que la ciudadanía “asocia política municipal a seguridad y limpieza”. Fernández Díaz cree que con todo la asociación esas dos temáticas “por sí mismas” no hace ganar elecciones. “En las municipales hay indicadores que nada tienen que ver con la gestión y afectan mucho: ERC normalmente obtenía entre tres y cinco concejales y logró 10 porque estábamos en pleno procés. Cuando al PSOE le iba bien en las generales el PSC conseguía mejores resultados en el Ayuntamiento”, sostiene.

Assumpta Escarp fue concejal por el PSC entre 2003 y 2015. “Al barcelonés le molesta el desorden y eso tiene que ver con la limpieza y, en muchos casos, con la inseguridad que no deja de ser un problema de convivencia. Pero por otro lado, estoy convencida de que tener la ciudad limpia como una patena no te garantiza que vayas a ganar. Eso sí, como tengas muchas críticas y no lo hagas bien puedes perderlas. Ahora mismo a Colau la atacan diciendo que todo es un desastre y eso sí que le puede hacer perder en las urnas”, asegura Escarp.

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El sexto teniente de alcalde en el Consistorio, Jordi Martí (BComú), resta importancia a los resultados del barómetro manteniendo que los encuestadores formulan la pregunta de los problemas de la ciudad y la mayoría de veces el más grave no supera “el 15%” de las respuestas. “Pese a ello, reconozco que la seguridad y la limpieza son básicos pero no te harán ganar o perder las elecciones a no ser que la percepción sea muy negativa”, señala. Martí defiende que BComú conserva una “intención de voto” similar a la de 2015 y 2019 y asegura que mucha gente decide a quien votar “en la cola de la urna” por lo que la coyuntura que haya en 2023 será la que acabará por declinar las elecciones.

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