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El desprendimiento en la R1 agrava el abandono de la vía del Maresme

Adif promete acelerar un proyecto de “mayor envergadura” que no concreta

Carlos Garfella Palmer
Trabajadores de Adif reparan parte de la vía afectada por el temporal el pasado fin de semana en el Maresme.
Trabajadores de Adif reparan parte de la vía afectada por el temporal el pasado fin de semana en el Maresme.©Toni Ferragut

El desprendimiento de parte del talud que separa la vía del ferrocarril de la costa del Maresme el pasado domingo ha movido también los cimientos del plan de inversiones que Adif, titular de la infraestructura, planea en los puntos más problemáticos de los 90 kilómetros de raíles. Este último incidente obligó a interrumpir la circulación entre Malgrat y Pineda de Mar en los trenes de la RG1 y de la R1 de Rodalies, heredera de la primera vía férrea de España y amenazada por la subida del mar. Fuentes de la compañía aseguraron ayer a este diario que el desprendimiento ha acelerado los planes de inversión de la compañía en este tramo, aunque sin fecha ni presupuesto concretos. “Se están haciendo las primeras valoraciones técnicas”, explicaron.

Los municipios del Maresme se quejan de dejadez y piden desde hace años al Gobierno central, competente en costas, soluciones al mal estado del litoral debido a la progresiva pérdida de arena a causa de la cambio climático y la urbanización. “Era una de las zonas que ya se estaba valorando. Ahora [tras el temporal] la consideramos prioritaria para hacer una actuación de mayor envergadura”, añadió un portavoz de la compañía. El ejemplo a seguir son las inversiones tras el temporal Gloria, en 2021, de 12 millones para ensanchar la la franja protectora (el rompeolas) entre Mataró y Cabrera. Adif apuesta por extrapolar la medida a otras zonas.

Pero el mal estado de las vías va más allá. Ayuntamientos como el de Premià de Mar se quejan de problemas reiterados y piden soluciones. “En la estación de Premià, ni si quiera funciona el ascensor”, lamenta su alcalde, Rafa Navarro (PdeCAT). Joan Campolier, el alcalde del pequeño municipio de Santa Susanna, el más afectado por el derrumbe del domingo, pide soluciones claras. “Es un problema con el que llevamos ya décadas”, denuncia.

El desprendimiento de parte del talud de la vía se produjo a primera hora del domingo frente a la playa y un hotel del municipio de Santa Susanna. El incidente forzó a una operación relámpago para evitar llegar a lunes con parte de la vía inhabilitada. En día laborables cerca de 100.000 usuarios cogen la R1, entre quejas constantes. A primera de hora de ayer, el servicio ya se había restablecido, pero Adif admite que la reparación no evitará nuevos desprendimientos en futuros temporales y apuesta por el ensanchamiento de los diques como muro de contención.

La emblemática vía, avisan geólogos e informes de la Generalitat, corre peligro de ser pasto de las olas en el futuro. El director del Observatorio de GeoRisc, del Colegio de Geólogos de Cataluña, Joan Manuel Vilaplana, ya advirtió la semana pasada en este diario, casi de manera premonitoria, lo que ocurrió en Santa Susana. “Hay que replantear todo. La naturaleza hace su trabajo y el cambio climático lo está acelerando. Tenemos la responsabilidad local de asumir la manera en la que hemos construido”, opina Vilaplana, quien defiende que la opción más responsable, aunque multimillonaria, es el traslado tierra adentro del trayecto. Pero el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana no se lo plantea de momento.

“Cero noticias de Adif”, se queja el alcalde de Premià de Mar, sobre los proyectos de Adif en su municipio, que se vio también afectado por el temporal Gloria. El Ministerio de la Transición Ecológica y el Reto Demográfico presentó un proyecto en 2014 para la restauración de las playas para dragar toneladas de arena y fabricar más espigones que ayuden a conservar el litoral, pero ocho años después aún no se ha licitado.

La queja de algunos municipios del Maresme empezó hace décadas. El alcalde de Santa Susana, Joan Campolier i Montsant, recuerda que en los 90 él mismo impulsó una recogida de firmas para pedir soluciones. “Tenemos que resolver esto ya. Hay algo claro: el mar nos ha hecho mucho daño. Hubo decisiones políticas en el pasado que estamos pagando ahora”. El alcalde de este municipio de unos 3.000 habitantes situado entre Malgrat y Pineda de Mar cita el desvío provisional del río Tordera o la construcción de cinco puertos deportivos en el Maresme, que cortaron las corrientes naturales que movían la arena. “Soy testigo del deterioro. De pequeño, yo mismo dejaba la bici a cientos de metros del mar...”, añade Campolier.

“Nunca había visto un levante así”

Joan Campolier, el alcalde que gobierna en Santa Susana, el municipio del Maresme donde el temporal causó un desprendimiento en la vía de la R1 el domingo, explica que nunca había visto en la zona un temporal de viento tan largo, de 10 días. Adif logró reparar la vía a tiempo para que estuviese operativa el lunes pero admite que la solución es temporal. Campolier alerta de cómo el cambio climático afecta a los municipios del Maresme, que ven como el mar se traga las vías del tren.

Campolier insta a que la futura actuación que Adif planea sobre la zona consista en “tirar piedra por piedra”. El alcalde cree que la solución inmediata para lograr que el litoral no pierda tanta arena en futuras tormentas es construir espigones bajo el agua, como ya se hizo hace años frente a un hotel, llamado Caprici, que llegó a estar amenazado por el mar. La pasada semana, en cambio, el hotel que hay en el lugar resistió a los últimos vientos que azotaron las playas del Maresme.






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Sobre la firma

Carlos Garfella Palmer
Es redactor de la delegación de Barcelona desde 2016. Cubre temas ambientales, con un especial interés en el Mediterráneo y los Pirineos. Es graduado en Derecho por la Universidad de las Islas Baleares, Máster en Periodismo de EL PAÍS y actualmente cursa la carrera de Filosofía por la UNED. Ha colaborado para otros medios como IB3 y Ctxt.

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