Condenado un ruso por amenazar de muerte a un ucranio en Lloret con alusiones a la guerra
Igor R., que aludió a un grupo de mercenarios vinculados al Kremlin, actuó con ánimo discriminatorio, según la sentencia
La invasión rusa de Ucrania, que se prolonga desde hace ya más de un mes, provoca tensiones entre los ciudadanos de ambos países a miles de kilómetros de distancia. El 11 de marzo, la tensión estalló en plena calle en la localidad turística de Lloret de Mar (Girona). Un ciudadano ruso, Igor R., hizo alusiones al conflicto bélico para amedrentar a Anatoliy T., ciudadano ucranio, durante una discusión. Un juez ha condenado ahora a Igor por las amenazas de muerte con la agravante de discriminación, según la sentencia a la que ha accedido EL PAÍS.
Igor y Anatoliy se conocían y habían tenido “conflictos previos”. Existen, de hecho, “distintos procedimientos penales” entre ambos, lo que hacía previsible que se vieran y que el condenado reaccionara de forma “agresiva”. Aquel viernes se encontraron en las inmediaciones de una gasolinera Galp de Lloret. El agresor se dirigió a la víctima en ruso: “Te voy a matar, ucraniano, te voy a matar”, le dijo, según declara probada la sentencia. También hizo alusiones al Grupo Wagner, un grupo de mercenarios presuntamente vinculados al Kremlin que actúan en conflictos armados en todo el mundo.
El titular del juzgado de instrucción número 3 de Blanes (Girona) considera que la mención al Grupo Wagner, teniendo en cuenta las nacionalidades de agresor y víctima, es una “alusión al conflicto bélico que actualmente existe entre Rusia y Ucrania”. Las amenazas de Igor “se dirigen no solo por la enemistad manifiesta entre ellos, sino aprovechando el contexto histórico actual para amedrentar aún más al denunciado por su condición de nacional de Ucrania”, señala la sentencia.
El juicio por delito leve (las antiguas faltas del Código Penal) se celebró apenas cuatro días después de los hechos. La Fiscalía pidió que Igor fuera condenado al pago de una multa de 450 euros por un delito leve de amenazas con la agravante de haberlo cometido por motivos discriminatorios; en este caso, por razón de la nacionalidad de la víctima. El fiscal también pidió que se prohíba a Igor acercarse a menos de 500 metros a Anatoliy y comunicarse con él durante medio año. El juez impuso ambas penas.
En su sentencia, el juez da credibilidad a las amenazas por la “serena ratificación” de los hechos por parte de Anatoliy, cuya declaración fue “coincidente y persistente”. Los testigos, además, ratificaron más o menos lo sucedido. Aliaksandr P. estaba en la misma zona e “identificó, en idioma ruso”, las frases pronunciadas por Igor. Este testigo vio cómo Anatoliy tomaba fotografías del vehículo en el que el agresor se estaba marchando.
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