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Sánchez asegura que denunciará el acoso por la lengua en Cataluña “venga de donde venga”

El presidente de Gobierno arropa a Salvador Illa como nuevo líder de los socialistas catalanes

Pedro Sánchez (derecha) y Salvador Illa, este domingo en el congreso extraordinario del PSC.
Pedro Sánchez (derecha) y Salvador Illa, este domingo en el congreso extraordinario del PSC.Alberto Paredes (Europa Press)
Cristian Segura

La inmersión lingüística en las escuelas catalanas ha sido el campo de batalla de la política española de las últimas semanas. La obligación judicial de aumentar al menos al 25% las horas lectivas en castellano ha desatado un agrio conflicto entre los partidarios de la sentencia y sus detractores. Entre estos se cuentan los partidos independentistas, los sindicatos UGT y Comisiones Obreras o los socios del PSOE en el Gobierno, los comunes y Podemos. Los socialistas hacen equilibrios en este conflicto y sus intervenciones están calculadas para evitar soliviantar a unos o a otros. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha hecho gala este domingo de esta cautela al defender las lenguas en general como un “formidable vehículo para el entendimiento y la convivencia”.

Sánchez ha abordado brevemente la discusión sobre la inmersión lingüística durante su discurso de clausura del congreso extraordinario del Partit dels Socialistes de Catalunya. El PSC ha nombrado al exministro de Sanidad Salvador Illa como primer secretario, en sustitución del actual ministro de Cultura, Miquel Iceta. Ambos dirigentes han advertido durante el congreso de que el PSC no permitirá que se divida a la sociedad catalana por razón de lengua. Iceta fue el más explícito en sus palabras. “Queremos una sola escuela, no separar por lenguas. Que los alumnos dominen las dos lenguas, que aprendan inglés y que el catalán sea el centro de gravedad, el eje, de la escuela catalana”, dijo en su parlamento del sábado el recién proclamado presidente del PSC, un cargo más honorífico que ejecutivo. Iceta recordó que su partido fue impulsor fundamental de la inmersión lingüística en catalán hace cuatro décadas.

Iceta también cargó contra el líder del PP, Pablo Casado, que esta semana afirmó que a los niños no se les permite ir al baño en los colegios catalanes si hablan en castellano. “Quiero que toda España sepa que los niños catalanes hacen pipí”, proclamó irónicamente Iceta. Sánchez también ha criticado a Casado, a quien ha pedido “un mínimo de educación en sus manifestaciones”. Sobre el conflicto por el aumento de las horas lectivas en castellano en Cataluña, el jefe del Ejecutivo ha asegurado que su partido defiende “el sentido común” y la posición “de la mayoría de los catalanes y de la mayoría de los españoles”. Los socialistas buscan “la convivencia en las aulas”, según el presidente, y ha avisado que “denunciarán cualquier acoso, venga de donde venga”. En sus breves palabras sobre este asunto, Illa ha sido especialmente contundente: “Quieren dividir a Cataluña por la lengua, pero no lo conseguirán”.

El ‘sanchismo’ y la derecha

En las últimas semanas, ha sido protagonista la familia de Canet de Mar (Barcelona) que pidió a la justicia que en el aula de su hija de 5 años se impartiera un 25% de las horas de clase en castellano. El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) les dio la razón y la familia ha sido objeto de pintadas y de ataques en las redes sociales, que ha llevado a los Mossos d’Esquadra, la policía autonómica, a ofrecerles protección. Sánchez considera que los equilibrios que realizan los socialistas en esta cuestión les convierte en blanco del nacionalismo catalán y del nacionalismo español: “Los más recalcitrantes excluyentes en Cataluña dirán que esta es la prueba de que el PSC ha perdido su carácter catalanista y se ha echado en brazos del PSOE, y a mí me dirán que esta es la prueba del algodón de que el sanchismo, como dice la derecha, se ha echado en brazos del soberanismo”.

El PSC ha sido criticado por el nacionalismo catalán, que le considera tibio en la defensa del catalán como lengua vehicular del sistema educativo autonómico. Los socialistas catalanes han reiterado que son partidarios de cumplir con la imposición legal del 25% y de reformular la inmersión lingüística con un amplio consenso parlamentario. En su discurso de aceptación del cargo, Illa ha destacado por un discurso más conciliador con el nacionalismo catalán y severo con Vox. “Respeto a todas las ideas, también a las de los que defienden la independencia, excepto a las ideas de extrema derecha”, ha asegurado el líder de la oposición en Cataluña.

El jefe de filas del socialismo catalán ha querido dar una especial bienvenida a Alba Vergès, exconsejera de Salud de la Generalitat, presente en el congreso como representante de Esquerra Republicana: “Tantas cosas nos separan, pero nos unió luchar contra una pandemia”. La sesión congresual ha contado con la intervención del histórico dirigente del PSC Raimon Obiols. El veterano político, que ha ejercido de faro intelectual del socialismo catalán, ha evocado unas palabras del antiguo líder del PSC Joan Reventós: “La política no puede limitarse a una lógica de amigo y enemigo, hay que reivindicar la amistad política”.

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Sobre la firma

Cristian Segura
Escribe en EL PAÍS desde 2014. Licenciado en Periodismo y diplomado en Filosofía, ha ejercido su profesión desde 1998. Fue corresponsal del diario 'Avui' en Berlín y en Pekín. Desde 2022 cubre la guerra en Ucrania como enviado especial. Es autor de tres libros de no ficción y de dos novelas. En 2011 recibió el premio Josep Pla de narrativa.

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