Marguerite Duras y Pedro Costa, guindas de la temporada 2022 de La Virreina

Una gran muestra sobre la obra literaria y cinematográfica de la escritora, guionista y directora de cine Marguerite Duras (Saigón, 1914-París, 1996), autora de libros como Hiroshima mon amour (1960), El amante (1984) y El amante de la China del norte (1991), entre otras muchos y de películas como La Música (1964) y Los niños (1984), entre cerca de una veintena de títulos, será el plato fuerte de la próxima temporada en La Virreina Centre de la Imatge en la que también tendrán su espacio y su tiempo el artista catalán Antoni Miralda, el cineasta portugués Pedro Costa y artistas como Oriol Vilapuig, Amèlia Riera, Ángela Bonadies y Juan José Olavarría, entre las 10 exposiciones previstas para el año próximo. Según el director del centro, Valentí Roma, todo girará “en torno a la relación entre la imagen, la palabra y la arquitectura”. Unas actividades y exposiciones que esperan contar con un presupuesto parecido al de este 2019, de 939.000 euros, pero que todavía no está cerrado.

Fuera de campo, una de las “mayores exposiciones sobre Margarite Duras que se han hecho en el mundo”, según Roma, abrirá sus puertas el 4 de marzo. La muestra recorrerá el trabajo cinematográfico, literario, teatral, televisivo y radiofónico de una autora “cuya obra es fundamental para entender cuáles son hoy en día las transferencias entre imagen, texto y narración”. La exposición contará también con acciones teatrales, performances y lecturas dramatizadas sobre algunos de sus textos. “Es la exposición que más he perseguido en mi vida”, ha confesado Roma.

Ese mismo día también se inaugurará Imágenes vacías; un proyecto específico creado por Oriol Vilapuig (Sabadell, 1964) en el que relaciona la potencia cognitiva y transformadora de las imágenes y las formas de subvertir lo que es invisible. Y como no hay dos sin tres (como suele hacer la Virreina de Roma), la tercera exposición que se inaugura ese día será La Torre de David, de Ángela Bonadies y Juan José Olavarría sobre el día a día de un edificio de 40 plantas de Caracas, inconcluso por la crisis económica y ocupado por cientos de familias hasta que, en julio de 2014, los desalojó el presidente Nicolás Maduro; un reflejo, según los comisarios de los últimos 30 años de la historia de Venezuela.

Dos semanas después, el 18 de marzo, estará a punto la muestra comisariada por Ignasi Duarte sobre una de las facetas más desconocidas de Antoni Miralda (Terrassa, 1942): fotografías de moda que comenzó a hacer en los años sesenta y que ha realizado, entre desfiles, ceremonias y la cocina, a lo largo de cuatro décadas.

En junio, Frederic Montornès presentará la instalación de dibujos coreográficos de Èlia Llach (Barcelona, 1976) y en julio será el turno de la obra “fuera de toda clasificación, heterodoxa y pionera” de Amelia Riera (Barcelona, 1928-2019) que comisaría Pere Pedrals.

Pasado el verano (21 de octubre) volverán a programarse otras tres muestras que abrirán sus puertas el mismo día: Canción de Pedro Costa, comisariada por Javier Codesal, sobre el cineasta portugués, en la que a través de una serie de trabajos realizados exprofeso para La Virreina el luso profundizará sobre como la palabra interpela, musical y plásticamente, los diversos regímenes de la imagen en movimiento. La segunda es La ciudad en disputa. Experimentos colectivos en torno a la vivienda social en el sur de Europa (1945-1976), comisariada por María García Ruiz y Moisés Puente, en la que podrán verse una serie de experiencias llevadas a cabo en diversos momentos de crisis y que reinventaron los paradigmas de la modernidad y de la relación entre la arquitectura y sus habitantes. Desde la reconstrucción neorrealista de la Italia de postguerra, las propuestas de vanguardia de los poblados dirigidos en España o los surgidos tras la Revolución de los Claveles de Portugal.

La tercera del nuevo trío, será la que permitirá ver una antología de trabajos performativos, plásticos y videográficos del norteamericano afincado en Barcelona Art Larson (Sant Diego, 1962) en los que se investigan los límites de la risa y cuestiona la posición social del artista bajo el título El pixapins, mote con el que los de la Cataluña rural suelen denominar a los domingueros de la capital.

El año lo cerrará en noviembre Biennal 2064, un trabajo del colectivo Ángela Novo (Roc Alabat, Jorge Luis Marzo y Arturo fito Rodríguez) en la que se revisa el sistema del arte y sus proyecciones hacia el futuro, así como una reflexión sobre las posibles maneras de exponer el arte en el futuro.

Entre las actividades programadas dentro de los programas públicos para el 2022 destacan el seminario y laboratorio El futuro ya ha pasado: antifuturismo Cimarrón, que, con sesiones virtuales, plantea cuestiones como cómo sería el mundo si Europa desapareciera, o un conjunto de diálogos sobre arquitectura que complementan la exposición Archivos Lambda. El proyecto del museo Munch de Oslo, con el filósofo Bruno Latour, el artista Hans Haacke y el sociólogo Richard Sennett, entre otros.

Valentín Roma espera contar, para estas exposiciones y actividades de la nueva temporada, con un presupuesto parecido al de este año —de 939.000 euros—, pero todavía no está cerrado.