La lluvia y la huelga de Renfe colapsan las vías de acceso a Barcelona

Una mañana de caos. El primer lunes de octubre arrancó con un embotellamiento mayúsculo en los accesos a Barcelona, y con un nuevo episodio de desbarajuste en el servicio de trenes de Rodalies. La lluvia y la tercera jornada de huelga de maquinistas de Renfe propiciaron una combinación letal para la movilidad por el área metropolitana de la capital catalana.

Desde primera hora de la mañana de este lunes, Renfe informaba que el parón convocado por el sindicato Semaf causaba retrasos y desajustes en el paso de trenes. Pese a que se habían previsto servicios mínimos, la compañía informaba que por culpa de falta de personal solo podía dar servicio a un 61% de los trenes programados. A mediodía de, el volumen de convoyes disponibles en la comunidad era apenas del 51%. Nada nuevo, tras el cúmulo de retrasos y cancelaciones que se registraron, por el mismo motivo, el jueves y el viernes de la semana pasada. En las andanas de las estaciones de trenes, más dudas, desorientación y enojo creciente.

Ante la frustración de los usuarios, el conflicto entre empresa y los maquinistas parece enquistado. Más aun desde que varios de los empleados, 31 hasta el momento, empezaron a recibir notificaciones donde se les comunica la apertura de expedientes sancionadores. Semaf, mediante su portavoz Diego Martín, niega que los maquinistas se ausenten voluntariamente de su lugar de trabajo como medida de presión, y se alude a una mala planificación de Renfe como la causa principal de que se queden decenas de trenes sin nadie a los mandos. El sindicato afirma que todo aquel empleado que recibió de manera formal la comunicación para acudir a su puesto de trabajo, cumplió.

La empresa, por contra, apunta a un absentismo intencionado de los maquinistas de Rodalies, y señala que los servicios mínimos sí se cumplen en los trenes de larga distancia y en el servicio de alta velocidad. Fuentes de la compañía ferroviaria destacan que, pese a que la huelga es a nivel estatal, las principales incidencias se registran en Cataluña y en la Comunidad Valenciana.

Ambas comunidades tienen negociaciones abiertas con la Administración del Estado para asumir las competencias del servicio de cercanías, un traspaso que los maquinistas rechazan porque implicaría que dejasen de ser empleados de Renfe para pasar a depender de la Administración autonómica correspondiente.

El diputado en el Parlament de Cataluna en Comú Joan Mena manifestó este lunes que uno de los puntos que plantean los comunes para aprobar los presupuestos con el PSOE es, justamente, el traspaso de Rodalies a Cataluña.

El entuerto con los trenes provocó un efecto multiplicador en el uso del vehículo privado para acceder a la capital catalana. Y, más aun, con nubarrones en el cielo y la presencia de la lluvia sobre el asfalto. Las vías de acceso a Barcelona registraron retenciones kilométricas, caso de la AP7 en Sant Cugat del Vallès, o de la A2 en Pallejà y Sant Joan Despí. También hubo tráfico espeso en tramos de la C-31, la C-32 y la C-58. La circulación fue igualmente complicada en la Ronda de Dalt, hasta 12 kilómetros de colas, y en la Ronda Litoral de la capital catalana.

Las serias dificultades para la movilidad en Barcelona y su área metropolitana ponen al descubierto el escenario que deja la recuperación pospandémica. La provincia de Barcelona lideró la caída de las cifras de desocupación en Cataluña, durante el mes de septiembre. Según los datos publicados por el Ministerio de Trabajo, el número de desocupados en la capital catalana y en el conjunto de su demarcación se redujo el mes pasado un 4,3%, en comparación con el mes de agosto. Comparándolo con los datos del mismo mes del año pasado, hay un 21% menos de desocupados.

Las cifras revelan el repunte de la actividad y, si bien hay empresas que mantienen la dinámica del teletrabajo, el crecimiento del mercado laboral ha tenido un impacto directo en la movilidad. Un impacto que se desborda cuando en días, como este lunes, se da una coincidencia de factores espesantes de la circulación. Los maquinistas ya han avisado que piensan mantener la huelga por lo menos hasta la semana que viene.