Penas mínimas para los pirómanos del incendio mortal de Horta de Sant Joan

Doce años después de que cinco bomberos murieran abrasados por las llamas en Horta de Sant Joan (Tarragona), las responsabilidades por aquel trágico incendio se concretan. La Fiscalía ha alcanzado un pacto de conformidad con las defensas de los dos pirómanos que prendieron fuego a un monte de manera intencionada y se fija una condena a la baja: cuatro años de cárcel para uno de ellos y tres años y nueve meses para el otro. El acuerdo cuenta con el visto bueno de la Generalitat, que ejercía la acusación particular, y les hace responsables a ambos de cinco delitos de homicidio por imprudencia, uno de lesiones y otro de incendio.

La pena queda lejos del castigo que perseguía inicialmente el ministerio fiscal, que pedía 19 años de prisión. Las dilaciones que ha acumulado el caso han facilitado un recorte de la condena, ya que de haber llegado a juicio el tribunal hubiera aplicado una atenuante con toda probabilidad, por el largo retraso que acumula la causa.

El juzgado de Gandesa topó con trabas continuas durante la instrucción, y el expediente quedó congelado mientras se decidía si el juicio debía celebrarse ante un jurado popular o caer en las manos de magistrados profesionales. Finalmente, el pacto de conformidad evitará la vista oral. Los dos pirómanos deberán ingresar próximamente en prisión y cargarán, además, con la hipotética obligación de hacer frente a un pago de casi 9 millones de euros.

La Generalitat avanzó en su día las indemnizaciones a las víctimas y afectados y trata de reclamar a los condenados las cantidades abonadas. Sin embargo, fuentes cercanas al caso descartan que sea posible porque ambos son insolventes. La resolución del tema fue avanzada por TV3 y transcendió este miércoles, justo cuando se cumplen 12 años del fuego que arrasó 1.100 hectáreas a los pies del parque natural de Els Ports. Aquel 21 de julio del 2009, las condiciones de calor y viento convirtieron en una trampa una loma cercana al pueblo de Horta Sant Joan. Un grupo de bomberos del GRAF de Lleida, una unidad especializada en los fuegos forestales, quedaron atrapados y rodeados por las llamas. Cinco de ellos murieron y otro quedó gravemente herido, con quemaduras en más de la mitad de su cuerpo. Las grabaciones de las emisoras revelaron como este bombero estuvo reclamando durante largo rato que enviaran equipos de apoyo para rescatarlos. La gestión de la emergencia generó una fuerte controversia.

Los familiares de las víctimas señalaron directamente hacia la consejería de Interior, que entonces comandaba Joan Saura, e incluso se llegó a inculpar judicialmente al responsable del operativo de los Bomberos. El Delta Zero, así se le denomina, fue posteriormente exculpado. Pau Simarro, abogado de las familias de las víctimas, señala que el dolor persiste entre los afectados. “La condena es escasa y el único consuelo es que, al menos, permite cerrar judicialmente el tema” En un primer momento, la Generalitat señaló a un origen fortuito del fuego, se especuló con la caída de un rayo, pero, medio año después, los Mossos detuvieron a dos jóvenes, uno vecino de L’Aldea, en las Terres de l’Ebre, y el otro de Càlig, en Castellón, como presuntos responsables del incendio. En sus teléfonos móviles aparecieron archivos de ellos fotografiándose frente a las columnas de humo.