Los Mossos no descartan que el pistolero que disparó a un hombre en una terraza de Barcelona fuese un sicario

Los Mossos no descartan que el pistolero que disparó al hombre que estaba con dos amigos más la noche del sábado cenando en la terraza de un restaurante, cerca de la Sagrada Familia de Barcelona, fuese un sicario. La principal hipótesis es que tras la agresión hay algún tipo de ajuste de cuentas o negocio fallido, según fuentes policiales. El herido sigue ingresado en la unidad de cuidados intensivos (UCI) del hospital de Sant Pau, motivo por el que los Mossos no han podido aún tomarle declaración.

Los investigadores siguen buscando al pistolero, que disparó un único tiro, que hirió en la axila a la víctima, y le provocó un neumotórax, motivo por le que acabó en la unidad de cuidados intensivos del hospital de Sant Pau. El hombre estaba cenando en pizzería Il Templo de la Pizza, en la avenida de Gaudí de la ciudad, con dos amigos más, todos albaneses, cuando el pistolero, tapándose la cara con una capucha, disparó un único tiro que no acertó en ningún órgano vital.

Las primeras declaraciones confusas apuntaban a que el hombre herido, de 42 años, y un amigo suyo en realidad habían salido de un taxi. Pero finalmente, los Mossos aclararon que el hombre estaba en la terraza con dos amigos más, que el pistolero le disparó, y que estos salieron corriendo, ante el temor de que pudiese seguir atacándoles. En ese rifirrafe, el agresor huyó, y el grupo de amigos regresó a la mesa, recogieron sus cosas y dos de ellos se subieron a un taxi en dirección al hospital.

En su camino al hospital, el taxista tuvo tiempo de informar a una patrulla de la policía catalana que se encontró de lo sucedido. El suceso también provocó cierto pánico en la terraza del restaurante, donde las personas no sabían qué estaba ocurriendo, y huyeron hacia el interior del establecimiento, en medio de la confusión.

La policía ahora intenta saber quiénes son los protagonistas del suceso, que tuvo lugar en pleno desconfinamiento en una zona muy turística de Barcelona. Con las identidades facilitadas, ni la víctima ni su amigo tienen antecedentes. Aunque según fuentes policiales, el amigo no está facilitando muchos datos de lo ocurrido. El hombre herido tampoco tiene un amplio entorno en Barcelona al que poder acceder para preguntarle sobre lo que pasó o si tenía algún problema con alguien.

Otra de las hipótesis es que el agresor fuese directamente la persona con quien el herido tenía un conflicto. Lo apuntalaría que el hombre solo disparó una vez, y no mató a la víctima, entendiendo que esa era la intención, mientras que un sicario al que se paga para ese tipo de encargos se cercioraría de haberlo cumplido. A pesar de eso, algunos testigos indican que vieron al hombre merodear varias veces por la terraza antes de disparar, con la posible intención de asegurarse de que atacaba a la persona correcta.