Piezas de museo que se venden en el Mercadona

Inma Bermúdez es una de las diseñadoras españolas (Murcia, 1977) más reconocidas internacionalmente, sobre todo desde que Ikea la incorporó, y de hecho es la única española, entre sus creativos de referencia creando lámparas, tazas y la línea de cojines y mantas para perros y gatos. Ella es la autora también de FollowMe una lámpara transportable (como si fuera una cesta) que se puede comprar en la tienda del MoMA de Nueva York. Pero también del cubo de fregar y de la línea de artículos de limpieza Bob, producidos, para la empresa Sp. Berner y que se puede comprar en el Mercadona, por tres euros la pieza. Según la propia diseñadora son productos “intuitivos, honestos, humildes y sin estridencias”, unos valores junto con sus “líneas claras, fácil de limpiar, sostenible y sencillo”, que, además, “innovan en las líneas de los artículos del hogar, un ámbito con pocas propuestas de valor”. Elementos que llevaron al jurado de los premios Delta de Diseño Industrial a concederle a este humilde cubo un Delta de plata en los premios Adi que concede Fomento de las Artes y del Diseño (FAD).

Los cubos y los barreños de plástico reciclado al 80% de Bermúdez son una de las 400 obras y proyectos (de los más de 2.000 que se han presentado de toda España) que integran la magnífica exposición El mejor diseño del año que puede verse en el Museo del Diseño de Barcelona (hasta el 29 de agosto) en la que se exponen los mejores trabajos en el mundo del diseño gráfico, el diseño industrial, la comunicación visual, la arquitectura, el interiorismo y la creación artística, premiados con algunas de las modalidades que otorga el FAD. La exposición es uno de los actos programados dentro de la Barcelona Design Week que se celebra hasta el 17 de junio.

“Todo lo que nos rodea, que no es naturaleza salvaje, está diseñado”, recordó Jordi Montaña, presidente del FAD, en la presentación de esta exposición junto con Pilar Vélez, directora del museo, que muestra, de forma evidente, que, pese a la pandemia, los proyectos parados, la austeridad en las inversiones y las malas condiciones para trabajar del año pasado, los diseñadores, arquitectos y creadores no han dejado de pensar y materializar objetos para hacer la vida más agradable. “Hay diseño malo y bueno y el bueno es que el que está expuesto aquí”, remachó Montaña, antes de dar comienzo a la visita por los diferentes ámbitos mostrando como detrás de cada uno de los objetos, como en el cubo de fregar de Bermúdez, hay una historia.

Es el caso del sistema de agrupar latas LatCub que ha desarrollado el grupo Alzamora d’Olot para la cervecera Damm con un embalaje de cartón altamente económico, biodegradable, fabricado con 100% fibras naturales provenientes de árboles gestionados de forma sostenible, llamado a sustituir los clásicos plásticos para ofrecer packs de cervezas y refrescos. “Un sistema que rápidamente han copiado la competencia que muestra el camino del plástico en los embalajes”, explica Salvi Plaja, presidente de la Associació de Disseny Industrial del FAD.

Alrededor de una treintena de profesionales han formado parte de los jurados en cada uno de los sectores. En el diseño gráfico, que incluye la identidad y el branding, todo lo referente al sector editorial y la dirección de arte; donde la imagen es la que comunica por sí misma, destacan los trabajos de los Hermanos Berenguer, Bendita Gloria, las publicaciones de Elisava, Studio Albert Romagosa o la colección de ocho libros de historia diseñada por Manuela Mariño para La voz de Galicia. En cuanto a la gráfica corporativa en esta edición sobresalen los trabajos de Ingrid Picanyol, que recoge siete premios en total, como el de la nueva identidad y la tipografía del restaurante El Masvell de Masnou inspirada en la caligrafía del arquitecto que construyó Mas Vell, Bonaventura Bassegoda.

Según Sisón Pujol, presidenta de ADG-FAD, entre los trabajos de diseños gráficos presentados hay pocos de las grandes agencias, que trabajaron menos el año pasado, pero muchos de pequeños estudios que han sabido capear mejor la pandemia. La lista es grande: Bendita Gloria, Studio Albert Romagosa, Affaire, dentro del diseño editorial. Repartidos por toda la exposición se ven unos atractivos envases de pistachos sin sal, tostados, crudos realizados por Pensando en Blanco, que también dan ganas de comer. Son un ejemplo de los productos seleccionados en la categoría de Publicidad, con propuestas “frescas y subversivas y nada encorsetadas”, destaca el jurado.

En la exposición se pueden ver objetos minúsculos como un filtro nasal para las personas que hacen footing por ciudades como Barcelona, o enorme como un impresionante Cupra Formentor, una marca deportiva vinculada con Seat, que ha sido doblemente premiada con un Delta de Oro, por la contundente estética y la funcionalidad de este modelo y todo el equipo de diseño de la marca (140 personas) por su trayectoria. También hay bicicletas, motos, sillas, mesas, lámparas, objetos que a casi todo el mundo les gustaría que formaran parte de su entorno cotidiano. Incluso prototipos elaborados por impresoras 3D, como las fijaciones de una tabla de snowboard diseñada por inteligencia artificial.

También se exponen planos y fotografías de los trabajos finalistas que optan a los premios de Arquitectura e Interiorismo que se conocerán el 15 de julio. Entre las tendencias que reúnen casi todos ellos: que son trabajos realizados a partir de transformar edificios anteriores, dejando claro que el camino a seguir es la arquitectura sostenible y enraizada con el entorno. Tres de los trabajos finalistas tienen, además, la peculiaridad de ser edificios de viviendas realizados en madera: las viviendas sociales de Peris Toral Arquitectes en Cornellà de Llobregat, los pisos sociales de Fabra i Coats de Roldan Berengué y el Bloque 6x6 de Girona de Bosch i Candeferro.

Un año complicado en todos estos campos, pero que a la vista está, sigue con gran fuerza y con ganas de sorprender y llenar de objetos bellos y prácticos la vida de todos.