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diseño

El diseño salva vidas

El Museu del Disseny de Barcelona expone las mascarillas, respiradores e imagen gráfica creados para protegerse de la pandemia

Cuatro de los prototipos y el respirador definitivo OxyGen, creados por Protofy.xyz que pueden verse en la exposición ¡Emergencia! en el Museo del Diseño de Barcelona.
Cuatro de los prototipos y el respirador definitivo OxyGen, creados por Protofy.xyz que pueden verse en la exposición ¡Emergencia! en el Museo del Diseño de Barcelona.Albert Garcia (EL PAÍS)
José Ángel Montañés

Los ingenieros de la empresa Protofy.xyz, ubicada en el 22@ de Poblenou, tuvieron claro a mitad de marzo que tenían que hacer algo tras ver las imágenes de televisión que mostraban cómo en Italia se apilaban los cadáveres por falta de respiradores. En apenas unas horas, crearon un prototipo de una máquina que automatizaba una bomba de respiración asistida de forma manual. Como todos, estaban confinados y lo crearon con la madera que había en su estudio. A los 17 días, tras el respaldo de Seat que lo produjo en sus cadenas de montaje, incorporando elementos como el motor del limpiaparabrisas del modelo León y otros componentes del A3, nació el OxyGen, un modelo que suplió las necesidades de muchos hospitales y ha llegado, y salvado vidas, en 70 países después de crearse 5.000 unidades repartidas por medio mundo, necesitado como lo estuvo España, de estos mecanismos cuando la pandemia alcanzó los mayores cifras de muertos.

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Lo explica Ignasi Plaza junto a cinco de los 17 prototipos, uno por día, creados por este joven ingeniero (27 años) y sus compañeros de Protofy.xyz, todos por debajo de los treinta y pocos. El definitivo se comenzó a utilizar a partir del 1 de abril en un paciente de Can Ruti después ser testado con cerdos “es el animal que tiene un sistema pulmonar bastante parecido al nuestro”. Se hizo, explica “con el consentimiento de su familia. Y el paciente salió adelante”. También asegura que su empresa no ha sacado ninguna rentabilidad económica por que trabajan con código abierto.

Los respiradores son unas de las piezas más destacadas de la exposición Emergencia. Diseños contra la covid-19 que ha abierto sus puertas en el Museu del Disseny de Barcelona (hasta el 10 de enero) dejando claro, una vez más, que el diseño no solo es estético, sino algo muy útil, y en este caso necesario. En la exposición pueden verse las múltiples mascarillas que se han creado para dar respuesta a la escasez de material en las primeras semanas. “En un momento en que la demanda mundial era tan grande y no había forma de conseguirlas, el mundo del diseño se puso a ayudar de forma desinteresada”, recuerda Teresa Bastardes, jefa de colecciones del museo y comisaria de la exposición, junto con el conservador del centro, Rossend Casanova, delante de las batas y de las mascarillas creadas por creadores como Txell Miras, Josep Abril, Miriam Ponsa y Visible Mask, producidas por Textil Artigas con poliamida casi transparente que permite que las personas con problemas de audición leer los labios.

Mascarillas y batas diseñadas para hacer frente a la pandemia que pueden verse en la exposición ¡Emergencia! en el Museo del Diseño de Barcelona.
Mascarillas y batas diseñadas para hacer frente a la pandemia que pueden verse en la exposición ¡Emergencia! en el Museo del Diseño de Barcelona.Albert Garcia (EL PAÍS)

El respirador de Plaza y sus colegas no es el único ingenio surgido para dar una respuesta rápida a la emergencia sanitaria. También está la célebre máscara para practicar snorkel de la marca Decathlon que, mediante la adaptación de un dispositivo y un filtro, que ideó y ejecutó la empresa 3DDF con el estudio de diseño MOS, fue fundamental para proteger a los sanitarios las primeras semanas contra el virus. “Nos interesa mostrar cómo el diseño no es algo que las personas siguen relacionando con lo caro, bonito y elitista, sino que puede y ayuda cada día”, continua Bastardes.

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La exposición también muestra un buen número de objetos creados con impresoras 3D: viseras, abre puertas sin tener que tocar las manecillas y válvulas dobles que permitían conectar a dos pacientes a la vez a un respirador; demostrando también que esta tecnología está jugando un papel fundamental en esta lucha global.

La muestra acaba con toda la señalítica y el grafismo comunicativo, omnipresente en todos los ámbitos, que marca por donde se puede y por donde no se puede pasar y recuerda el uso de las mascarillas y las prácticas de higiene necesarias. Incluye algunos ejemplos de iniciativas surgidas de forma voluntaria, como el caso de los carteles de Félix Rodríguez, Mr. Zé, basados en las impactantes imágenes de la guerra civil española llevadas a la actualidad, con lemas, como el de Solo el pueblo salva al pueblo. “El solo los difundió en las redes sociales, pero en países de Latinoamérica, se han impreso y se han colgado en las calles como reclamo para las buenas prácticas”, explicó Bastardes.

La máscara para practicar 'snorkel' de Decathlon que, mediante la adaptación de un dispositivo y un filtro, que ideó y ejecutó la empresa 3DDF con el estudio de diseño MOS.
La máscara para practicar 'snorkel' de Decathlon que, mediante la adaptación de un dispositivo y un filtro, que ideó y ejecutó la empresa 3DDF con el estudio de diseño MOS.Albert Garcia (EL PAÍS)

“Que el diseño es útil y da respuesta a los problemas de la sociedad, es una idea en la que viene incidiendo el museo desde su apertura hace seis años”, recuerda su directora Pilar Vélez. Y, por ahora, uno de los problemas más acuciantes de toda la humanidad es la covid. “Los diseñadores se pusieron a trabajar desde el minuto uno de la tragedia, experimentando con tejidos y formas en el caso de las mascarillas”, según la directora.

Desde comienzos de abril el equipo de Vélez ha contactado y buscado todas las iniciativas surgidas en los diferentes talleres y despachos. Todos han donado sus piezas para que ingresaran en el museo, por lo que las mascarillas que todo el mundo lleva a diario han pasado de los hospitales y de las calles al museo, y por lo tanto han adquirido un valor patrimonial. “Serán parte de la colección permanente del museo, como un añadido de la exposición Diseño para vivir. 99 proyectos para el mundo real, que inauguró este museo en febrero de 2015”, remacha Vélez.

La exposición es un proyecto del museo que ha contado con la colaboración de la ADI-FAD dentro de la Barcelona Design Week, que este año, por la pandemia, se celebra (entre el 17 y el 26 de noviembre) mayoritariamente online.

Sobre la firma

José Ángel Montañés
Redactor de Cultura de EL PAÍS en Cataluña, donde hace el seguimiento de los temas de Arte y Patrimonio. Es licenciado en Prehistoria e Historia Antigua y diplomado en Restauración de Bienes Culturales y autor de libros como 'El niño secreto de los Dalí', publicado en 2020.

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