El jurado declara culpable de asesinato al acusado por el crimen de la niña Laia
Los nueve ciudadanos afirman, por unanimidad, que el hombre agredió sexualmente a la niña antes de matarla
Los nueve ciudadanos que han visto el juicio por el crimen de la niña Laia de Vilanova (Barcelona) han llegado a la misma conclusión: Juan Francisco L. O., asesinó a la menor en su piso después de agredirla sexualmente. Solo dos días después de que terminara el juicio, el jurado popular le ha declarado culpable por unanimidad. Juan Francisco estranguló a Laia —que tenía 13 años— con las manos y con una correa de perro y le provocó cortes en un cuchillo.
El jurado popular leyó ayer su veredicto ante la Audiencia de Barcelona y declaró culpable a Juan Francisco del delito de asesinato con alevosía —la víctima no tuvo ninguna opción de defenderse— y ensañamiento en el contexto de un delito contra la libertad sexual.
Los hechos ocurrieron la tarde del 4 de junio de 2018. El hombre raptó en el rellano a la menor, que acababa de salir de casa de sus abuelos y se dirigía, por la escalera, al portal, donde la esperaba su padre. Alertados por la ausencia de la niña, sus familiares empezaron a buscarla con desesperación hasta que detectaron una actitud extraña en el vecino de la primera planta, que no quería abrir la puerta. Al entrar en el piso, encontraron el cadáver de Laia.
Tras el veredicto del jurado, el tribunal deberá ahora dictar sentencia. La fiscalía y la acusación de la familia piden prisión permanente revisable para el hombre. La defensa de Juan Francisco admitió una pena de tres años de cárcel por homicidio imprudente. Durante el juicio, el hombre explicó que esa tarde estaba bajo los efectos de las drogas y que confundió a la menor con un ladrón que había entrado en su casa.
Pero el jurado ha rechazado de plano su tesis de defensa. Los ciudadanos han creído el relato de los forenses, que explicaron en la sala que el hombre no estaba ebrio ni drogado y, por tanto, era plenamente consciente de sus actos. El jurado también ha rechazado que la niña entrara voluntariamente en casa del acusado —Juan Francisco sostuvo que se la encontró en su domicilio y tuvo miedo de que alguien hubiese entrado a robar— y consideran probado también otro hecho clave del caso: el móvil sexual.
“Una persona fría”
Juan Francisco violó a Laia, dice el jurado, porque su cuerpo sin vida no tenía pantalones. El acusado “se los quitó con la intención de agredirla sexualmente”. En el juicio, el hombre trató de construir una teoría alternativa: a la niña se le cayeron los pantalones cuando movió el cuerpo desde el armario hasta el suelo de la habitación.
Solo dos puntos se aprobaron no por unanimidad, sino por ocho votos contra uno: el ensañamiento —la idea de que le causó más dolor del necesario para matarla— y que la asfixia fuera la causa de la muerte. Tras la lectura del veredicto, la fiscalía reafirmó su petición de una condena a prisión permanente revisable. Y describió a Juan Francisco como “una persona fría, no empática, que ha manipulado las pruebas a su favor durante toda la instrucción y en el juicio”.
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