Ingresa en prisión un policía portuario acusado de agredir sexualmente a una menor
El hombre atacó presuntamente a la joven en su horario de trabajo, de uniforme, y en unas dependencias de las que hace uso el cuerpo policial
Un juez ha ordenado el ingreso en prisión de un agente de la policía portuaria de Barcelona acusado de una agresión sexual a una menor de 17 años. El hombre atacó presuntamente a la joven en su horario de trabajo, de uniforme, y en unas dependencias de las que hace uso el cuerpo policial. El Puerto de Barcelona ha abierto un expediente disciplinario al agente y le ha apartado a la espera de la evolución judicial del caso.
La presunta agresión sexual tuvo lugar el pasado 22 de diciembre. Esa tarde, una joven menor de edad, de 17 años, patinaba por el paseo Joan de Borbó de Barcelona, al lado del frente marítimo, cuando pasó a su lado un vehículo de la policía portuaria, que se dedica a patrullar en el puerto y sus inmediaciones. La joven practicaba deporte con los patines, pero no llevaba la mascarilla, motivo por el que fue reprendida por los agentes, según fuentes policiales. Uno de los policías le dijo a la menor que no se lo tenía en cuenta, puesto que no lo sabía, y en esa breve conversación la joven le manifestó que tenía interés en hacerse policía. El acusado aprovechó el comentario para alargar la charla con la joven y ofrecerle hablar con más calma del tema.
El policía portuario, de uniforme y en el coche oficial, llevó a la menor hasta unas dependencias que suelen utilizar los agentes, según fuentes policiales, que en ese momento estaban vacías. La joven denunció que una vez allí, el hombre se abalanzó contra ella, e intentó obligarla a mantener relaciones sexuales, usando la fuerza, además de hacerle tocamientos en contra de su voluntad. Ella se negó repetidamente, según denunció a los Mossos, hasta que finalmente el acusado desistió y la llevó de nuevo en coche hasta el frente marítimo. Le pidió que lo olvidase todo y que no se lo contase a nadie.
Dos días después, la joven presentó una denuncia ante la policía catalana, que comprobó la verosimilitud del relato de la menor, y examinaron los diversos lugares por los que había estado. Posteriormente, los Mossos detuvieron al policía portuario acusado de agredir sexualmente a la joven.
Después de pasar la noche en el calabozo, el hombre pasó a disposición el juzgado de instrucción 29 de Barcelona, en funciones de guardia ese mismo día. El juez ha decretado el ingreso en prisión, comunicada y sin fianza, por un delito de agresión sexual a una menor de edad. Ahora la investigación ha recaído en el juzgado de instrucción número 11 de la ciudad, que llevará el caso.
El Puerto de Barcelona, de quien dependen los 140 agentes de la policía del lugar, ha abierto un expediente disciplinario contra el agente, que también ha sido apartado de sus funciones, según explicó ayer una portavoz de la infraestructura. Es lo único que pueden hacer, indicó, a la espera de que siga adelante el proceso judicial.
Una nueva unidad
]La agresión sexual a la menor de 17 años la ha investigado la nueva unidad central de agresiones sexuales de los Mossos d’Esquadra, que empezó a funcionar el pasado mes de septiembre, y que depende de la Comisaría General de Investigación Criminal. Se trata de un nuevo grupo formado por 30 policías, dirigidos por una sargento, y que cuenta con perfiladores criminales para conocer el comportamiento de depredadores sexuales.
La nueva unidad central se encarga de manera directa de todas las agresiones sexuales con autor desconocido en el área metropolitana de Barcelona. Los agentes hacen un acompañamiento integral desde el primer momento a la víctima, y la misma persona entrevista siempre a la mujer para evitar la revictimización, y que no deba repetir la agresión sufrida a distintas personas.
La nueva unidad también pretende conocer mejor los perfiles de los depredadores sexuales y saber cuáles son sus maneras de actuar. Para ello, se ha mejorado la información que se recopila y las preguntas que se hacen a las víctimas, de forma sistematizada y homogénea, y que se introducen en el sistema de inteligencia policial, bautizado como Inpol.
Las investigaciones sobre abusos sexuales siguen siendo competencia de las unidades de investigación que hay por todo el territorio. La competencia solo recae en las áreas centrales cuando se sospecha que se puede tratar de una persona que actúa de forma serial, un depredador sexual.
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