Herido de un disparo un ladrón al entrar a robar en una casa en un pueblo de Girona
El padre, que es cazador, disparó en la pierna a uno de los asaltantes tras un enfrentamiento
Dos hombres entraron a robar, sobre las cinco de la mañana de ayer, en una casa situada en la urbanización Cal Ferrer Pagès de Vilobí d’Onyar (Girona) habitada por un matrimonio, su hijo y la pareja de este. Al oír ruido, el padre y el hijo se levantaron y sorprendieron a los asaltantes, que iban armados con una hoz. En el enfrentamiento, uno de los atracadores dejó una herida abierta al hijo. El padre, que es cazador, cogió la escopeta y disparó en la pierna a uno de los asaltantes; el otro huyó en un vehículo que les esperaba en el exterior.
Los hechos ocurrieron en una casa a cuatro vientos en una urbanización cerca del núcleo urbano de Vilobí d’Onyar, población de unos 3.300 habitantes. La familia, que duerme en la planta superior, escuchó ruidos a primera hora de la mañana. El padre, de 60 años, y el hijo, de 25, bajaron y se enfrentaron a los ladrones. El padre disparó tras recibir él mismo también un golpe en la cabeza.
El ladrón que recibió el impacto de bala quedó en la casa perdiendo gran cantidad de sangre. La familia llamó al 112, y en pocos minutos efectivos del Sistema de Emergencias Médicas (SEM) trasladaron al herido al Hospital Trueta de Girona. Allí fue operado y permanece bajo custodia policial a la espera de ser detenido. El hijo fue llevado a otro hospital, donde le dieron cuatro puntos de sutura por el corte con la hoz.
Escasa protección
El padre prestó declaración en la comisaría de Vista Alegre ante los agentes del Área de Investigación Criminal (AIC) de Girona, que se han hecho cargo del caso. Los agentes intentan averiguar el número y la identidad de los asaltantes que, según algunos vecinos, huyeron a toda velocidad tras el disparo.
La alcaldesa de Vilobí, Cristina Mundet, lamentó los hechos y recordó que en invierno los robos en casas son frecuentes. “En el interior, donde menos mossos hay, nos sentimos desprotegidos. No es que los Mossos no hagan su trabajo, es que no pueden hacer más porque hay pocas patrullas en nuestra comarca”. En la última ola de asaltos del año pasado —a razón de uno por semana—, el consistorio reivindicó un aumento de las dotaciones policiales. Los refuerzos no llegaron y, en los presupuestos para 2021 votados en un pleno el pasado diciembre, el ayuntamiento incluyó una partida para contratar una pareja de vigilantes nocturnos.
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