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La fundación de arte Blueproject echa el cierre después de siete años por la crisis sanitaria

Los responsables de la institución anuncian que se dan un tiempo “indefinido” para repensar el proyecto

La obra de Basquiat, a la izquierda, y las dos de Warhol, en una exposición de la Blueproject celebrada en 2018
La obra de Basquiat, a la izquierda, y las dos de Warhol, en una exposición de la Blueproject celebrada en 2018Albert Garcia
José Ángel Montañés

La crisis sanitaria ha sido la puntilla que ha acabado con el proyecto de la Fundación Blueproject. Nacida en septiembre de 2013 con la intención de ofrecer una mirada diversa sobre la creación artística contemporánea internacional, este centro privado no ha podido superar el cierre de cuatro meses a partir de marzo y los cambios producidos por la llegada de la pandemia. Ayer, según anunció el director de arte de la fundación, Renato della Poeta, esta institución que tenía como objetivo ofrecer un espacio para la reflexión y el debate en torno a las creaciones artísticas actuales para ayudar a su comprensión y disfrute, cerrará sus puertas el próximo 20 de diciembre, sin fecha de reapertura.

“Llevábamos unos dos años planteándonos bajar costes, reducir todo lo que se podía para controlarlos más, pero la covid ha sido un golpe muy fuerte y hemos decidido no seguir en esta línea. Nos tomaremos un tiempo para intentar volver, pero no sé dónde, ni de qué forma. No se puede seguir en este camino y es necesario tomarnos un tiempo indefinido”, explicó Della Poeta.

Pese a eso, el director de arte de este centro situado en la calle Princesa, en pleno corazón del barrio de Born, que tanto ha sufrido los efectos de esta pandemia, aseguró: “Tenemos la idea de volver, pero no sabemos en qué formato; si en un nuevo espacio, más económico y más pequeño, o simplemente colaborando con otros proyectos o entidades culturales, sea una fundación, un museo, una galería o el Ayuntamiento. No sabemos todavía como será la estructura, ni cuando podrá ser”.

Della Poeta ha asegurado también que, tras el cierre, no permanecerán activos online. “Solo cuando se anuncie el momento de volver o el nuevo proyecto”. Tampoco descarta, aseguró, durante un encuentro con periodistas donde explicó la decisión adoptada, que en el futuro se soliciten ayudas a las administraciones “para que no solo sea un proyecto privado”.

Hasta el cierre del centro el día 20 todavía es posible ver la muestra Abstine Substine en uno de sus dos espacios expositivos dedicada a Serj —el tercer artista residente de 2020—, que se inauguró el 6 de noviembre. También están programadas, tal y como anunció también ayer el gestor de arte de la fundación, Pedro Torres, tres performances en el otro espacio, Il Salotto, que acogió hasta el 30 de agosto, con cierre de pandemia entre marzo y julio, Sin imagen, la última exposición dedicada a Ignasi Aballí en Barcelona, en la que se pudo ver “un avance” del proyecto que llevará este artista al pabellón español de Venecia en la próxima Bienal de Arte de 2022. “Queda mucha actividad aún por delante, para nosotros es un placer poder acoger a la gente”, expresó Torres.

Hoy se emitirá en streaming (19 horas) Vain desde el Reino Unido, la primera performance, obra de la artista brasileña Rubiane Maia, que no ha podido desplazarse a Barcelona por las circunstancias actuales. Las otras dos tendrán lugar presencialmente en la sede de la fundación, con aforo limitado, inscripción previa y las medidas sanitarias correspondientes: Ninguna mano es una isla, de Laura Llaneli y Julián Pacomi (12 de diciembre); y Hacia el Sporte, de Laura Ramírez y Andrea Zavala Folache (19 de diciembre), un día antes de echar el cierre.

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Sobre la firma

José Ángel Montañés
Redactor de Cultura de EL PAÍS en Cataluña, donde hace el seguimiento de los temas de Arte y Patrimonio. Es licenciado en Prehistoria e Historia Antigua y diplomado en Restauración de Bienes Culturales y autor de libros como 'El niño secreto de los Dalí', publicado en 2020.

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