_
_
_
_
_

Las estaciones de esquí habilitan sus instalaciones sin saber si abrirán

Ferrocarrils de la Generalitat, el principal operador del sector que gestiona seis instalaciones, asegura que de la apertura dependen 3.000 trabajadores

Dani Cordero
La estación de Baqueira Beret, en una imagen de archivo.
La estación de Baqueira Beret, en una imagen de archivo.Jesus Diges (EFE)

En condiciones normales, la temporada de esquí debería comenzar en menos de un mes. Las compañías gestoras de las estaciones aseguran que todo ya está listo, a la espera de que llegue la nieve suficiente para abrir las pistas y, sobre todo, se esclarezca la situación del coronavirus. La intensidad de la segunda oleada de covid-19 ha llevado a unas medidas de contención de la pandemia que, en las actuales condiciones, hace inviable las aperturas por los cierres perimetrales municipales impuestos los fines de semana en Cataluña. Las economías de las comarcas de montaña podrían enfrentarse al peor invierno posible.

Más información
“Sin las pistas aquí no viviría nadie”
El Govern asume Boí Taüll tras la renuncia de la concesionaria

“En nuestro caso, no abrir supone que este invierno no trabajarán 3.000 personas entre empleos directos e indirectos”, afirma Ricard Font, presidente de Ferrocarrils de la Generalitat (FGC). La compañía pública es el principal operador de estaciones de esquí, al explotar seis instalaciones tras incorporar este año a su catálogo la de Boí Taüll, que ya estaba en la órbita de la Generalitat. La cifra real de empleados en todo el sector es muy superior. Se le debe sumar la del resto de pistas y el trabajo que generan en servicios accesorios, que van desde las escuelas de esquí hasta los restaurantes y los establecimientos hoteleros de la zona.

De ahí el interés de FGC en poner a punto todas las estaciones. “Estamos todos a la expectativa, pero nos pusimos como objetivo que el 1 de diciembre todas las estaciones pudieran abrir si las condiciones, climatológicas y de covid lo permitían y así lo tenemos preparado”, dice Font en un mensaje que se repite desde las dos mayores estaciones de Cataluña, Baqueira Beret y Masella.

Todas esas estaciones han hecho esfuerzos de inversión para digitalizar la venta de forfaits para reducir las colas a la llegada de la estación, en el alquiler del material y se ha intentado acelerar la velocidad de los telesillas para, en la medida de lo posible, reducir las aglomeraciones. El uso de mascarilla en los accesos será obligatorio, pero no así en los descensos. En los bares, si se permite su reapertura, los aforos estarán reducidos y limitados, como en el resto de la restauración.

Las actuales medidas de contención son los principales obstáculos para el inicio de la campaña de esquí. En primer término, está el cierre perimetral a nivel municipal decretado por la Generalitat los fines de semana, pero también afecta el cierre de Cataluña y otras comunidades autónomas a raíz de la declaración del estado de alarma. Los esquiadores procedentes de otras comunidades son básicos, por ejemplo, para una estación como la de Baqueira: su principal clientela procede de Madrid (cerca del 30%), seguida de esquiadores vascos (25%) y franceses y, en estos momentos, el Gobierno galo mantiene el confinamiento como medida contra la pandemia.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Esa situación hace ser especialmente pesimista al sector de la hostelería, que demanda una relajación de las medidas. A falta de estas, la Federación de Hostelería de Lleida es pesimista respecto a la campaña de invierno de este año. “Los hoteles están a la expectativa, pero necesitamos una previsión para poder contratar personal. A un mes vista todavía no podemos tomar una decisión”, explica su secretario general, Ramon Solsona, quien añade: “Perder la temporada nos puede acabar de tumbar”.

Las actuales restricciones a la movilidad y la cautela ante la actual situación han provocado que la adquisición de forfaits de temporada, incentivada durante la precampaña de esquí por las ofertas que acostumbran a lanzar las estaciones, haya caído. “Estamos en cifras muy bajas, un 20% o un 30% por debajo de lo que vendimos hace dos años, que es la comparativa que tenemos que hacer”, explica Pep Arbós, director comercial de Baqueira Beret. Un portavoz de Masella confirma esa caída, pero considera que todavía es muy pronto para extraer conclusiones dadas las actuales circunstancias y considera que muchos esquiadores apurarán al máximo (el 30 de noviembre acostumbran a concluir esas promociones) para decidir si adquieren los forfaits para toda la temporada. “Si las actuales condiciones se mantienen durante dos o tres semanas, quizás sí que tengamos afectaciones más importantes”, admite.

Algunas estaciones han optado, para dar seguridad al comprador, por la opción de vender forfaits de temporada con la garantía de reembolsar —para la próxima temporada— la parte proporcional si no se puede esquiar un mínimo de 90 días.

“Una reducción de la actividad como la del año pasado, las comarcas de montaña no se la pueden permitir, así que la Generalitat hará todo lo posible para abrir las estaciones”, explica Josep Herrera. El secretario general de la sección de FGC de CC OO asegura que las contrataciones están listas y que FGC ya activó al personal de temporada necesario para poner a punto sus instalaciones.

En las escuelas de esquí se ha empezado a contactar de forma oficiosa con los monitores para valorar su disponibilidad. “Como son trabajadores fijos discontinuos, las empresas aún disponen de 15 días para avisar a aquellos trabajadores que quieran trabajar”, explica Joan Riba, responsable del sector del esquí de CC OO en Lleida. “No creo que en un mes estemos mejor y, si abrimos pistas, no sé si la gente estará muy dispuesta a venir a pasar el fin de semana y estar en un hotel”, dice.

Mascarilla en el telesilla

La mascarilla será de uso obligatorio en las estaciones, tanto en los espacios comunes como en los remontadores, tal como recomienda la Asociación Catalana de Estaciones de Esquí pese a que no hay regulación para el transporte por cable. En los descensos, al considerarse una práctica deportiva, no será necesario el uso de la mascarilla. Para evitar colas a la llegada a las estaciones se prevé incentivar la compra online de forfaits y muchas estaciones estrenarán este año cajeros automáticos para dispensarlos, evitando así las colas habituales en las taquillas. El mayor problema puede llegar en el alquiler de equipamiento, en el que se tendrá que reducir el aforo de las tiendas para asegurar distancias de seguridad de más de 1,5 metros.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Dani Cordero
Dani Cordero es redactor de economía en EL PAÍS, responsable del área de industria y automoción. Licenciado en Periodismo por la Universitat Ramon Llull, ha trabajado para distintos medios de comunicación como Expansión, El Mundo y Ara, entre otros, siempre desde Barcelona.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_