Pasqual Maragall, protagonista de la jornada del BCN Film Festival

Después de la presencia de actrices como Emma Suárez, protagonista de Una ventana al mar, de Miguel Ángel Jiménez, que estuvo el viernes en Barcelona y de Kristin Scott Thomas, protagonista de ¡Que suene la música!, de Peter Cattaneo, que lo hizo de forma virtual el sábado, este domingo fue un político, Pasqual Maragall, el protagonista de la jornada del Barcelona Film Festival el primer festival presencial tras la pandemia que estará en cartelera hasta el jueves 2 de julio en los cines Verdi de Barcelona y en el que se podrán haber visto 44 películas; tres estrenos mundiales.

Familia, amigos y políticos dibujan en el documental Maragall i la Lluna a una persona “visionaria” que supo aprovechar los Juegos Olímpicos de 1992 para “situar Barcelona en el panorama internacional”, explicó Josep Maria Mañé, codirector de la película. Mañé y la otra directora, Francesca Català, han situado el eje vertebrador de la historia y narradora a Lluna Pindado, que tenía ocho años en 1993 cuando el entonces alcalde de Barcelona se instaló en su casa a vivir unos días para entrar en contacto con las gentes del barrio obrero de Roquetes, como hizo en otros barrios. 25 años después, Lluna inicia una búsqueda que comienza con el recuerdo de aquellos días, en que tuvo que dejar su habitación “a un señor muy importante al que le sobresalían los pies de la cama”.

Testimonios como los políticos Joaquín Almunia, José Bono, Josep Lluís Carod-Rovira, Antoni Castells, Joan Clos, Narcís Serra, Manuela de Madre, María Teresa Fernández de la Vega, Miquel Iceta, Artur Mas, Jordi Pujol, Josep Piqué, Eulàlia Vintró, Joan Saura, el diseñador Javier Mariscal, los periodistas Iñaki Gabilondo y Milagros Pérez Oliva, el filósofo Josep Ramoneda, el arquitecto Josep Antoni Acebillo o el cantante Joan Manuel Serrat desfilan por la película. “Todos dibujan el perfil del Maragall alcalde, el Maragall presidente de la Generalitat intentando llevar a cabo un Estatut para crear una relación diferente de Cataluña con España que pudiera contentar a la gente, aunque esa causa no prosperara”, resume Mañé.

Sin su testimonio

“Aprovechamos el descubrimiento que va haciendo Lluna en sus entrevistas con varios personajes para demostrar la dimensión política de Maragall”, explicó Mañé a EFE, que ha señalado que el principal reto fue “sintetizar las horas que teníamos grabadas de testimonios”.

También era una dificultad “hablar de alguien del que no podemos tener testimonio, a pesar de que está vivo”. Para el director, los momentos más emocionantes fueron las conversaciones de Lluna con Diana Garrigosa, esposa de Maragall y fallecida el mes de febrero cuando se estaba cerrando el montaje del documental.

El documental repasa también la presidencia de Maragall de la Generalitat, su relación con Jordi Pujol y con su propio partido, el PSC, y su abandono de la política. Y termina con un colofón positivista con Maragall, en su casa, cantando con Silvia Pérez Cruz el tema Le parapluie de Georges Brassens, con Lluna al piano.