La Generalitat teme que tres de cada diez comercios no reabran

La crisis del coronavirus amenaza con acabar con casi un tercio de los comercios que tuvieron que cerrar desde la entrada en vigor del estado de alarma, el pasado marzo. Así lo teme la Generalitat, según explicó ayer la consejera de Empresa, Àngels Chacón. “Tenemos estimado que un 30% del comercio ya no abrirá. El pequeño comercio y la gran distribución representan el 16% del empleo. Esto son muchos puestos de trabajo”, afirmó ayer en una entrevista en RAC-1.

La titular de Comercio de la Generalitat señaló que la reducción del turismo previsto para este año también acabará impactando sobre la actividad de restaurantes, bares y comercios y emplazó a los establecimientos comerciales a digitalizarse. “El comercio debe integrar las nuevas tecnologías porque hay una nueva generación (de consumidores) que se comporta diferente. Nuestros hijos ya entienden las compras por internet”, concluyó Chacón.

Tanto para la Generalitat como para el Ministerio de Industria el foco parece puesto en el turismo, ante la caída de la campaña turística prevista para este año. Chacón ayer señaló que en Cataluña el número de turistas se reducirá entre un 41% y un 53%, a causa de las barreras a la movilidad que ha generado la pandemia y el temor a contagiarse por la Covid-19 en el actual contexto. Chacón admitió que “estaría contenta” si Cataluña fuera capaz de recibir a diez millones de visitantes, para lo que ha iniciado una campaña de promoción en el resto de España y en países próximos. El Gobierno catalán busca mimar especialmente al turista extranjero, que es el que más deja dinero. “El gasto de los turistas extranjeros llega a 21.000 millones de euros. Esto es más de un 85% del total”, recordó

La consejera aprovechó para insistir en la necesidad de que lleguen más recursos para apoyar al sector del turismo. “Concretamente, necesita 7.500 millones de euros para evitar la destrucción de 90.000 puestos de trabajo directos”, explicó Chacón.

Una de las piezas fundamentales para hacer frente a la crisis desatada por la pandemia será la aprobación de unos Presupuestos Generales del Estado. El vicepresidente de la Generalitat, Pere Aragonès, mostró ayer, en una entrevista a Catalunya Ràdio, su predisposición a negociarlos, aunque condiciona esa posibilidad a que se desencalle la mesa de diálogo entre ambos Gobiernos. Aragonès quiere que se reúna en julio.

“Tenemos muy claro que en esta legislatura se ha de avanzar en esa línea. Los presupuestos catalanes y españoles serán complejos porque se tendrá que dar respuesta a una economía debilitada por el coronavirus”, explicó Aragonès, aunque enfatizó que “no firmaremos un cheque en blanco” para permitir que las cuentas salgan adelante.