El Puerto de Barcelona ofrece al Ayuntamiento consensuar el Hermitage

Los promotores del proyecto entregaron sus alegaciones a la alcaldesa el miércoles pasado día 11 tras la negativa municipal a construir el Hermitage en la Nova Bocana. Y este martes lo ha hecho el Puerto de Barcelona, la institución que controla la parcela donde se pretende construir. Mercè Conesa, la presidenta del Port, le ha dicho a Colau en una carta que: “un proyecto cultural de la magnitud del Hermitage es de extrema importancia en estos momentos para Barcelona”, recordando que supondrá una inversión privada de 50 millones de euros y generaría 377 puestos de trabajo, según un estudio encargado por el Institut Municipal de Cultura. Conesa defiende que el museo ruso es un proyecto de interés general que propone un “espacio cultural y un proyecto arquitectónico emblemático que cuenta con el apoyo de numerosas entidades y asociaciones, tanto del barrio de la Barceloneta como del conjunto de la ciudad”.

Conesa en la carta que ha enviado a la alcaldesa Colau insiste en que “no se puede descartar un proyecto de la importancia del Hermitage, que mantiene su compromiso de inversión y de desarrollar un proyecto cultural y social enriquecedor para la ciudad y generador de puestos de trabajo”. La responsable del puerto considera que “la implantación de un proyecto de estas características, bajo el convenio que Ayuntamiento y Puerto acordaran, podría ser una muy buena oportunidad para avanzar en la reflexión estratégica de todo el espacio puerto-ciudad y consensuar nuevas inversiones en la línea del Plan Litoral que el consistorio aprobó”.

Por eso, ha pedido una reunión a Colau, ya que “la mejor forma” de resolver esta situación es trabajar juntos en el convenio que prevé la Tercera Modificación del Plan Especial de la Nueva Bocana (PENB), aprobada el 27 de abril de 2018 por el consejo municipal en pleno y que incorporó el uso cultural como uno de los previstos en este espacio.

El pasado mes de febrero, tras el anuncio del ‘no’ del Consistorio, el Port pidió que aclarase su postura y que fueran los órganos municipales los que hicieron un pronunciamiento claro y en noviembre pasado la presidenta Conesa visitó en un viaje a Japón al arquitecto Toyo Ito, encargado de construir el edificio para el Hermitage.

Las alegaciones del Port de Barcelona, de las que solo ha trascendido la carta, son menos duras que las que realizaron la semana pasada los responsables del equipamiento, en las que decían que el Ayuntamiento no podían vetar el proyecto y que de hacerlo sería nula de pleno derecho, mientras que mantenían que su proyecto, cumple todos los requisitos normativos, urbanísticos y administrativos y recordaban que la tercera modificación del PENB con el voto favorable de Barcelona en Comú, implicaba que la parcela de la Nova Bocana se destinara para uso cultural, en concreto para “desarrollar un museo”, haciendo mención expresa de que sería el Hermitage; por lo que no es posible que “el Ayuntamiento impida el desarrollo de un proyecto cultural que expresamente contempló y admitió”.

Esta misma mañana el responsable de la Cultura municipal, Joan Subirats, ha asegurado que los informes “desaconsejan” instalar el museo en Barcelona, por las dificultades de “movilidad, dudas sobre la sostenibilidad económica del proyecto y su proyecto cultural franquicia”.