El Ayuntamiento de Barcelona dice que el 93% de las terrazas podrán mantener las mesas en la fase 1
Colau también permitirá poner sillas y mesas a hoteles y bodegas
El Ayuntamiento de Barcelona ha asegurado este miércoles que el 93% de los 5.700 bares que tienen terraza en la ciudad podrán mantener las mesas o incluso ampliarlas cuando la ciudad dé el salto a la fase 1 de la desescalada de la crisis del coronavirus, previsiblemente el próximo lunes. La fase 1 prevé que las terrazas abran con un 50% de las mesas, pero el Gobierno de la alcaldesa Ada Colau se comprometió con los restauradores a compensar la restricción permitiendo la ubicación de mesas y sillas en la calzada: en carriles de circulación o de aparcamiento. Las terrazas se podrán comenzar a solicitar el lunes y estarán habilitadas el 8 de junio, ha explicado el Consistorio.
El primer teniente de alcalde, Jaume Collboni, y la teniente de alcalde de Urbanismo, Janet Sanz, han dado cuenta de los detalles del decreto que ultima el consistorio, un documento “extraordinario y temporal”, han señalado, que tendrá vigencia hasta el 31 de diciembre. El documento busca, en un contexto de emergencia sanitaria, garantizar espacio para que los peatones se muevan con seguridad y al mismo tiempo facilitar la reactivación de la actividad de los bares y restaurantes, que llevan más de dos meses cerrados. El decreto se aprobará esta semana, para que esté listo el próximo lunes, pero el Gobierno quiere llevarlo al pleno del viernes 29 para aplicarlo con aval político “y mayor solvencia jurídica”. “Creemos que tendrá apoyo”, ha dicho Collboni.
El Ayuntamiento también calcula que 3.500 bares que no tienen ahora terraza la puedan solicitar con un procedimiento abreviado, “para posibilitar al máximo la actividad para salvar empleos y empresas”, en palabras de Collboni. En la misma línea, el Gobierno municipal autorizará a bodegas y hoteles a instalar terrazas, una novedad que no ha gustado nada al Gremio de Restauración.
El Gremio, de la mano de los comerciantes (Fundació Barcelona Começ y Barcelona Oberta) ha criticado la concreción de las medidas incluso antes de ser presentadas. Aseguran que no las avalan y lamentan el desenlace de un anuncio “que fue muy bien recibido por el sector”, en palabras del director del Gremio, Roger Pallarols. Los restauradores entienden que el decreto contiene criterios “poco realistas que dificultarán la ampliación real de terrazas”, y que dado que se ampliarán en calzadas “su habilitación no será inmediata", porque se producirá un alud de peticiones.
Tienen razón en que, visto el decreto, y las condiciones para ubicar terrazas en la calzada y las excepciones previstas (no se puede aplicar en carriles bici ni aparcamientos privados, por ejemplo), parece que no todos los locales podrían mantenerlas o ampliarlas, pero la clave está, ha subrayado Collboni, en un artículo –“el 3.4 de flexibilización”– que prevé modular la norma general en caso necesario. Así, de entrada se priorizará la ubicación en calzada pero se podrán estudiar otras fórmulas.
La teniente de alcalde ha recordado que el 70% de los bares con terraza tienen cuatro mesas y que la nueva norma prevé la solicitud de instalación de “un módulo básico de cuatro mesas con cuatro sillas que puede ampliarse a seis mesas”. “Un bar que ahora tiene cuatro mesas y debería pasar a solo dos, puede acabar con seis”. Sanz también ha apuntado que en cinco años la ciudad ha pasado de tener 3.800 terrazas a 5.500.
Sobre la pérdida de plazas de aparcamiento que el decreto puede comportar, la responsable de Urbanismo ha explicado que cada terraza, por las distancias requeridas, puede eliminar dos o tres vehículos en superficie. En la calzada las terrazas se ubicarán con las mesas, sillas, parasoles y jardineras de cada establecimiento y el Ayuntamiento se encargará de habilitar una separación con el tráfico.
Respecto a las críticas de los restauradores, históricamente alineados con el PSC pero ahora muy críticos con el Gobierno de socialistas y comunes, Collboni ha replicado que el ejecutivo ha cedido en muchas cuestionen que pedía el Gremio: “Hemos ampliado módulos de 4 a 6 mesas, hemos introducido la cláusula de flexibilización, hemos habilitado mecanismos de tramitación presenciales, centralizados y por teléfono, destinamos 11 millones de euros a la medida, cinco en rebaja de impuestos, seis en recursos y horas extra. Cada uno defiende sus intereses, pero estamos convencidos de que hemos recogido sensibilidades, es una buena propuesta”.
Durante este miércoles el Gremio ha informado a sus socios de que “no avala” el decreto y que entiende que provocará que “las posibilidades reales de ampliar terrazas sean muy limitadas y el procedimiento lento”. “Las perspectivas que tiene el sector, y que responden a la emergencia económica derivada de la covid-19, parece que no se verán satisfechas”, indican a sus asociados en un whatsapp que han enviado y en el que consideran que las ampliaciones o nuevas licencias “pueden tardar semanas en ser autorizadas y no llegarán a tiempo para el inicio de la fase 1”.
Collboni ha recordado que a partir de la apertura de terrazas se aplicará un descuento del 75% en la tasa de ocupación del espacio público. Y que la medida se extenderá al comercio cuando quiera hacer muestras en la calle para promover su actividad.
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