Un pinchazo en la segunda jornada
La mitad de los corredores que salieron el sábado al litoral de Barcelona no repitieron, según la Guardia Urbana
Pol Domènech se levantó ayer temprano. El día anterior había sido uno de los miles de personas que se echó a las calles para hacer ejercicio en el primer día de permiso deportivo. Pero ayer se quedó en su casa del barrio de Sants. “Me dio un poco de pereza salir, la verdad. Me acosté sin saber qué hacer por la mañana, si quedarme en casa o salir a correr otra vez, pero ya ves. Tantos días esperando para hacer deporte, y al segundo día ya tiro la toalla”.
La situación de Domènech es similar a la de muchas otras personas que no encadenaron dos días consecutivos haciendo deporte. La Guardia Urbana comunicó ayer que la afluencia de deportistas en el litoral de Barcelona bajó ayer por la mañana aproximadamente un 50% respecto al sábado a la misma hora; mientras que en la zona forestal (Collserola, Carretera de les Aigües, etc), el descenso alcanzó un 40%.
“Es muy posible que algunos deportistas que salieron el sábado notaran dolores o malestar en algunas zonas del cuerpo después de tanto tiempo sin poder entrenar adecuadamente”, explica Arnau Navarro, preparador físico de equipos profesionales de futbol. Según Navarro, el ejercicio en casa sin supervisión puede generar desequilibrios musculares que deriven en lesiones tras la vuelta a la práctica al aire libre. “Me pregunto cuánta gente debe haber ejercitado los gemelos durante el confinamiento. Es una parte esencial para correr, y en cambio, la gente tiende a ejercitar únicamente los muslos. Cuando esta gente sale a correr a la calle, al día siguiente le duele todo”.
Domènech admite que hizo poco ejercicio durante el confinamiento, y que ayer prefirió descansar. “Me pinchaban las piernas”, justifica. Y se quedó en casa, como gran parte de sus compañeros del sábado.
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